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'Li'l Abner', una de las obras maestras del cómic por fin en español

  • La mítica serie de Al Capp protagonizada por un joven leñador con pocas luces
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Ilustración de 'Li'l Abner'
Ilustración de 'Li'l Abner'

Casi 90 años hemos tenido que esperar para poder leer en España, en condiciones, una de las obras maestras del cómic de todos los tiempos: Li'l Abner (Diábolo ediciones), de Al Capp (1909-1979). Una serie que satirizaba la sociedad estadounidense de la época y en la que prácticamente todos sus personajes eran estúpidos, empezando por su protagonista.

Y es que Capp no dejaba títere con cabeza en esta serie, que nos sigue sorprendiendo por su acidez e ironía. Y que, en el fondo, continúa siendo muy actual, porque seguimos cometiendo los mismos errores y siendo tan estúpidos como Capp retrataba a sus contemporáneos... También nos sorprende por sus extravagantes protagonistas y su humor absurdo que ha resistido al paso del tiempo. Sin olvidar sus espectaculares dibujos.

Capp conseguía reírse de todo el mundo y, algo casi imposible, que todas esas personas de las que se reía se rieran con él sin sentirse ofendidos. Incluso los grandes intelectuales de la época se confesaban fans de la serie y la reconocían como una de las mejores sátiras jamás creadas, que mezclaba a la perfección el humor surrealista, la aventura y la crítica social.

El premio Nobel John Steinbeck (Las uvas de la ira, Al este del Edén), dijo de Al Capp que era "posiblemente el mejor escritor de la actualidad".

Página de 'Li'l Abner' con una plancha dominical

Un éxito que traspasó fronteras

El éxito de Li'l Abner fue tal que se llegó a publicar en más de mil periódicos de Estados Unidos. Y también en muchos otros países, acumulando millones de lectores en todo el mundo. Enseguida hubo versiones cinematográficas y teatrales e incluso sus personajes aparecieron en las revistas más famosas de la época, como Time y Life. Y Abner se convirtió en el dibujante más popular de su época.

Destacar que en la película de 1940, dirigida por Albert S. Rogell, el mismísimo Buster Keaton interpretaba a Lonesome Polecat, uno de los protagonistas.

Además, este tebeo es el máximo exponente de un subgénero cómico basado en el contraste entre la vida en el campo y la ciudad, que era muy popular en la época en la que nació la serie. Pero que Capp llevó a su máxima expresión. Por eso el cómic ha tenido numerosos imitadores, algunos tan populares como Rústicos en dinerolandia o Los Flodder. En el primero de los episodios del libro, el protagonista visitará a su tía millonaria en la ciudad, pero enseguida se cansará de la vida cosmopolita y volverá a las montañas.

Como curiosidad en esta imagen podéis comprobar que durante unas cuantas páginas dominicales, Li'l Abner compartía página con otra serie de Capp llamada Washable Jones. En esa época era normal que series compartiesen espacio e incluso a veces las secundarias acababan siendo más populares que las principales, pero eso no ocurrió en este caso y enseguida desapareció para dejar todo el espacio a Abner.

Página de 'Li'l Abner' con una plancha dominical

Un fragmento de la historia de Estados Unidos

Li'l Abner se publicó en estados Unidos durante 43 años, entre 1934 y 1977, y desde la perspectiva actual, este cómic también nos sirve para ver cómo Capp reflejó en sus cómics los cambios políticos y sociales de su época, como la lucha por la igualdad de los afroamericanos y las mujeres.

Como curiosidad, destacar que Capp empezó siendo progresista, pero en los años 60 experimentó un sorprendente giro a la derecha que lo llevó a criticar a los hippies, los manifestantes contra la guerra del Vietnam... y criticó duramente lo que él llamaba la "izquierda revolucionaria".

El protagonista es un joven leñador llamado Li'l Abner (que todo lo resuelve a puñetazos), su familia (Mammy, Pappy, Honest Abe, Tiny) y su eterna novia (Daisy Mae). Además de un puñado de personajes a cuál más estrambótico y estrafalario (casi todos son idiotas, cretinos, perezosos, ignorantes o, simplemente, ingenuos).

Personajes que parodiaban los peores defectos del ser humano y eran una sátira de los tipos sociales de su época. Pero que son realmente inolvidables. Como la perezosa Moonbeam McSwine, el senador corrupto J. S. Phogbound, el tirano capitalista Bullmoose o la horrenda Lena the Hyena. Sin olvidar a otros con nombres tan pintorescos como Joe Btfsplk, Labios babosos McGoon, Passionata Von Climax o los Scragg.

Aunque, en el fondo, Capp añoraba la inocencia que desprendía su personaje protagonista, que no era capaz de mentir y que siempre decía lo que sentía. Una inocencia que el autor sentía que se había perdido con los artificios de la sociedad moderna.

Como siempre ha sido habitual en el mundo del cómic, la explosiva Daisy Mae parecía destinada a ser la eterna novia del protagonista, pero, tras 18 años de noviazgo, en los que ella no paraba de intentar "cazarlo", la pareja contrajo matrimonio. Una noticia que fue portada de revistas como Time o Life.

Portada de la revista 'Life' dedicada a la boda de Li'l Abner

Un pueblo imaginario de la América profunda

La mayoría de sus aventuras transcurrían en un imaginario pueblo de la América profunda, Dogpatch, aunque los viajes de Li'l Abner a nueva York fueron cada vez más frecuentes. Y Capp aumentaba cada vez más el surrealismo y el humor absurdo en sus historias, llevando a sus personajes a los cráteres de la Luna o la imaginaria nación de Baja Slobbovia. Ese contraste de culturas (urbana y cosmopolita o entre esos distintos lugares) permitía a Capp realizar sus juegos de palabras y bromas relacionadas con el dialecto "paleto" de Li'l Abner y su familia.

A ese humor surrealista, los juegos de palabras y la crítica social, había que sumar los espectaculares dibujos de Al Capp, que contó con la ayuda de algunos de los mejores dibujantes de la época, entre los que destacamos a un primerizo, Frank Frazetta, uno de los mejores ilustradores de la historia del que Taschen acaba de publicar un espectacular volumen The fantastic Worlds of Frank Frazetta.

Como curiosidad, recordar que cuando Al Capp tenía 9 años de edad, se cayó del carro de hielo tirado por un caballo en el que viajaba y fue arrollado por un tranvía que le cortó la pierna izquierda por encima de la rodilla. Tras tres semanas a punto de morir se recuperó y empezó a caminar con la ayuda de una pata de palo. Pero nunca pudo volver a jugar como los demás niños, lo que le hizo refugiarse en las tiras cómicas. A los 15 años se escapó con un primo y, durante dos semanas, recorrieron la América rural, lo que sin duda plantó en él las semillas de lo que sería Li'l Abner.

Página de 'Li'l Abner' con tiras diarias

Una fabulosa edición

Destacar la fabulosa edición de Diábolo ediciones, con un gran formato que nos permite apreciar el arte de Capp. Este primer volumen contiene las tiras y planchas dominicales publicadas entre 1934 y 1936. Además de dos artículos estupendos sobre el autor y su obra a cargo de Denis Kitchen y Bruce Canwell, que son ideales para que los lectores conozcan al personaje y su universo. Su edición será semestral.

Se salda así una deuda histórica, ya que este clásico apenas se ha visto en España, siendo la edición de Eseuve de 1991 la más completa realizada. También se editaron algunos episodios de los años sesenta en la revista El Globo de Buru Lan, en 1973, y poco más.

La editorial madrileña está realizando una impagable recuperación de clásicos, como los míticos cómics de terror de EC o Polly and Her Palls, de Cliff Sterrett, a la que dedicamos unas líneas tras esta imagen.

Portada de 'Li'l Abner'

'Polly and Her Pals' (volumen 2)

Diábolo ediciones también publica el segundo y último volumen de Polly and Her Pals, de Cliff Sterrett, otro gran clásico de los cómics de prensa norteamericanos. En la misma edición a gran tamaño que Li'l Abner. Este tomo reune las páginas dominicales de la serie publicadas entre 1928 y 1930, muchas de ellas reproducidas a partir de unas pruebas de color que han sido descubiertas recientemente. El libro también incluye un interesante artículo del especialista en cómics Jeet Herr, donde analiza los personajes y la forma de narrar de Sterret.

Esta es otra de las series de prensa más revolucionarias de los inicios del cómic norteamericano, casi a la altura de Litte Nemo, de Winsor McCay o Crazy Cat, de George Herriman. Una gran obra que también destaca por su humor absurdo, pero que, a la vez, es un retrato social de la época realmente fabuloso. De esta forma, en sus páginas nos encontramos con la moda de la época, la lucha de la mujer por la igualdad, los avances sociales y tecnológicos, en definitiva, con un agudo retrato de la clase media-alta norteamericana de la época.

Todo eso hizo que este cómic fuera uno de los más populares en los años en los que se publicó, entre 1912 y 1958, y que su creador, Cliff Sterrett, se convirtiera en una auténtica estrella, que atesoró enormes ganancias gracias a sus viñetas.

Y lo mejor de todo es que, a pesar de que hayan pasado más de cien años de su publicación, su afán experimental y su humor surrealista siguen siendo muy vigentes y actuales. Lo que ha hecho de este cómic uno de los más influyentes en la historia del medio.

Una edición a la altura de uno de los grandes clásicos del cómic, Que Art Spiegelman (Maus) definía con estas bellas palabras: "“Polly and her pals es una espléndida y melodiosa composición de hot jazz, realizada cuidadosamente para las páginas de los periódicos; una viñeta tras otra de diseño gráfico, con la claridad, el ingenio y la gracia de un solo de corneta de Bix Beiderbecke. Visualmente, es una afortunada síntesis de art decó, futurismo, surrealismo, dadaísmo y simple caricatura. Tus ojos pueden bailarla".

Portada del segundo volumen de 'Polly and Her Pals'