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La suspensión de Borràs en el Parlament fractura al independentismo y pone en apuros la estabilidad del Govern

  • Borràs ha acusado a ERC, la CUP y el PSC de actuar como "jueces hipócritas" al apartarla del cargo
  • Los sectores más unilateralistas de JxCat podrían ser partidarios de salir del gobierno de coalición

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La presidenta del Parlament, Laura Borràs, acompañada por todos los diputados de JxCat en las escaleras del Parlament
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, acompañada por todos los diputados de JxCat

La decisión de la Mesa del Parlament de suspender a la líder de JxCat, Laura Borràs, como diputada y presidenta de la cámara catalana ha ahondado la fractura en el bloque del independentismo, con virulentas acusaciones por el voto de ERC y la CUP, una situación que desestabiliza el Govern de coaliciónque preside Pere Aragonès desde 2021.

Aunque Borràs siempre ha mantenido que es inocente y que la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de abrirle juicio oral es una causa de "persecución política", la mayoría de los integrantes de la Mesa se mostraban a favor de que perdiera sus derechos y deberes como presidenta del Parlament.

Ante la negativa a dimitir de Borràs, la Mesa ha necesitado una hora y 45 minutos para deliberar y votar la suspensión de Borràs en su ausencia –ha salido de la sala para no participar en la votación, por obvio conflicto de intereses–, con los cinco votos a favor de PSC, ERC y CUP y un voto en contra, el de la diputada de JxCat Aurora Madaula.

Así, han decidido aplicar el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, que prevé suspender a un diputado si le abren juicio oral por corrupción.

"Los que me quieran muerta, me tendrán que matar"

Pese a que el TSJC la envió a juicio por los delitos de prevaricación y falsedad documental, Borràs lanzó el martes una advertencia: "Los que me quieran muerta, me tendrán que matar y ensuciarse las manos". Y eso es lo que ha ocurrido.

Comparecencia de la presidenta del Parlament Laura Borras tras ser suspendida

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, durante su comparecencia EFE/Marta Perez

Media hora después de votarse su suspensión, ha comparecido en el despacho de audiencias ante la prensa para protagonizar su declaración más dura contra ERC, la CUP y el PSC, a quienes ha acusado de actuar como "jueces hipócritas" al apartarla y de ser "cómplices" de la "guerra sucia" contra el independentismo.

"Que actualmente este artículo (el 25.4) siga en el reglamento ya constituye una anomalía democrática", ha proseguido la ya expresidenta, que ha asegurado que se han violentado su derecho a la presunción de inocencia con el argumento de que se debe preservar la institución,

¿Una posible ruptura de la coalición?

En los pasillos del Parlament, Borràs se ha visto arropada por el expresidente catalán Quim Torra, que preguntado sobre si Junts debe salir del Govern, ha dicho: "La decisión es clarísima".

La contundencia de las acusaciones de Borràs contra ERC y la CUP, sin embargo, no es compartida por una parte de su partido, que le ha cedido a ella todo el protagonismo en la reacción a su suspensión, mientras otros dirigentes optaban por un perfil bajo, para evitar verse arrastrados por su beligerante estrategia.

Junts nunca azuzará la llama de la división entre independentistas

No es casual: diversas fuentes de JxCat consultadas por Efe han explicado que en la reunión de la dirección del partido del pasado martes hubo consellers y dirigentes de peso que le pidieron dar un paso al lado, para evitar un choque de trenes parlamentario. En esa reunión, el secretario general del partido, Jordi Turull, expresó su apoyo a Borràs, si bien dejó claro que este episodio no debe desembocar en una ruptura de la coalición de Govern.

"Pese a las dificultades, pese a las decepciones personales y políticas, Junts nunca azuzará la llama de la división entre independentistas", ha dicho este jueves. Y ha añadido: "El adversario es el Estado, y no otros independentistas, por mucho que pensemos que se equivocan".

Los sectores más unilateralistas de JxCat, con Borràs a la cabeza, serían partidarios de salir del Govern –dividido al 50% entre ERC y Junts–, pero esa opción, según las fuentes consultadas, no es ahora mismo la mayoritaria dentro de la ejecutiva del partido.

Tampoco el presidente de la Generalitat cree que este caso deba afectar al Govern: "No tengo información de ningún miembro del Govern que crea que no hay que seguir trabajando con la misma confianza", ha afirmado Aragonès.

ERC y la CUP se justifican: "Esto no es un caso de represión política"

Rodeada de otros diputados de su grupo, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha argumentado los motivos que han llevado a su grupo a apoyar la suspensión de Borràs, a quien ha reprochado que no se haya apartado voluntariamente del cargo para evitar este "espectáculo", algo que llevaban semanas pidiendo.

En el independentismo "no cabe la corrupción, cada milímetro de tolerancia con las sospechas y acusaciones de corrupción nos debilita como proyecto colectivo", ha alertado Vilalta, convencida de que la Mesa "ha actuado con coherencia, responsabilidad, preservando el Parlament", ya que la condescendencia con la corrupción "es una línea roja que no se puede cruzar".

Por su parte, Aragonès ha asegurado que "no es aceptable mezclar la lucha por la independencia de Cataluña con la defensa" de alguien acusado por presuntos delitos de corrupción. "Esto no es un caso de represión política", ha subrayado.

También la CUP, sin presencia en el Govern pero parte del bloque independentista, ha justificado su decisión. "La mejor respuesta contra la represión es la transparencia, la ejemplaridad y la referencialidad", ha dicho el diputado Carles Riera.

En declaraciones a la prensa, ha sostenido que el juicio de Borràs "no es de la naturaleza política, sino que tiene que ver con la gestión de los recursos públicos". "Nos regimos por dos principios inseparables: 'no' a la represión y 'no' a la corrupción", ha señalado.

Sin posibilidad de sustituir a Borràs

Ahora, las funciones presidenciales recaen ahora teóricamente sobre la vicepresidenta primera del Parlament, la republicana Alba Vergés, si bien ERC se ha ofrecido a ceder esas funciones a alguien de JxCat. Ante esto, Turull ha explicado que su partido no propondrá ningún nombre para sustituir a Borràs al frente del Parlament al "compartir" su decisión de no dimitir.

Vox, Ciudadanos y el PPC han acusado a Borràs de generar "inestabilidad" al negarse a dimitir como presidenta del Parlament y evitar que el Pleno pueda elegir a un sustituto en el cargo, que sigue manteniendo ella pese a no poder ejercer sus funciones.

El portavoz parlamentario de En Comú Podem, David Cid, ha recordado a Borràs que más de un centenar de diputados que representan el 75% de la cámara "avalan" su suspensión y ha considerado "vergonzosa" su declaración institucional.