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8 de marzo

Las mujeres, protagonistas de las protestas en América Latina

  • Las mujeres han ganado visibilidad y las demandas feministas han ocupado las calles

El lento camino hacia la igualdad coincide con mayores cotas de violencia

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Una mujer participa en una marcha durante una jornada nacional de movilizaciones en contra del presidente de Colombia Iván Duque el 21 de febrero en Cali (Colombia). EFE/Ernesto Guzman Jr
Una mujer participa en una marcha durante una jornada nacional de movilizaciones en contra del presidente de Colombia Iván Duque el 21 de febrero en Cali (Colombia).

El último año ha estado marcado por las protestas en todo el mundo, también en América Latina. De Chile a México, pasando por Venezuela, Ecuador y Bolivia, centenares de miles de personas han salido a las calles, ya sea contra la desigualdad y contra las políticas de sus respectivos gobiernos, contra los feminicidios o para reivindicar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Tanto en las protestas por motivos más generales como en las que tienen un marcado componente de género, las mujeres, y en especial las jóvenes, han sido indudables protagonistas.

2019, el año de las mujeres

"Ha sido el año de la mujer, y sobre todo de las jóvenes", asegura a RTVE.es desde Lima Fernanda Doz Costa, directora adjunta de Amnistía Internacional para las Américas, que insiste en la "fuerza y la energía" que estas activistas han aportado en los dos últimos años. La ONG, en su Informe Anual sobre la situación de los Derechos Humanos en las Américas, recoge igualmente esta conclusión.

Doz Costa subraya que las protestas responden a fenómenos diferentes en cada país. Mientras en Bolivia o Venezuela las manifestaciones han tenido un marcado carácter social y político, en México el caballo de batalla han sido los feminicidios. En Argentina, la lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo ha convertido los pañuelos verdes en un símbolo en toda la región.

Argentina ha vivido este jueves su primer 'pañuelazo' verde del 2020. Miles de mujeres han salido a la calle para exigir que el aborto sea legal. Un reclamo de organizaciones feministas por más de una década.

Sin embargo, en ocasiones las luchas se unen. Ha ocurrido en Colombia, donde las demandas feministas forman parte de la plataforma de reivindicaciones presentadas al gobierno de Iván Duque.

Chile: de la protesta social a la feminista

Chile es el ejemplo perfecto de esta confluencia. Allí las manifestaciones que se iniciaron en octubre contra la subida del billete de metro se convirtieron en una ola de indignación contra el modelo económico imperante desde la dictadura de Pinochet. Las protestas fueron reprimidas con dureza y, junto con el uso de pelotas de goma y gases lacrimógenos, las ONG denunciaron abusos sexuales contra mujeres por parte de funcionarios públicos (más de 100 denuncias registradas por Amnistía Internacional). Es entonces, en diciembre, cuando el colectivo feminista Las Tesis lanzó Un violador en tu camino, la canción-performance contra la violencia machista que se ha convertido en un fenómeno viral mundial.

'Un violador en tu camino', el himno feminista que ha dado la vuelta al mundo

"Es indiscutible hablar de grandes movimientos feministas en la región", afirma por su parte desde Santiago Verónica Aranda, doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y especialista en estudios de género. Para Aranda, las protestas son transversales y las reivindicaciones de derechos de la mujer se entrecruzan con el propio contexto político, histórico y social que vive cada país.

"No haría distinción como si fueran demandas distintas. (...) Hay un desgaste de un modelo económico neoliberal, se acrecientan las desigualdades y discriminaciones y en medio de ellas los movimientos feministas presentan su propia agenda, con temas específicos, como la violencia, la demanda por las identidades sexuales, las brechas salariales, pero que no se alejan de la desigualdad estructural y de las discriminaciones".

Cuando hablamos de la desigualdad económica, social y cultural tiene también sello de mujer

"Si bien hay una desigualdad exclusiva que compete a las mujeres, cuando hablamos de la desigualdad económica, social y cultural tiene también sello de mujer", apostilla Aranda.

Larga trayectoria feminista

¿Por qué las mujeres han adquirido este protagonismo en las calles? Verónica Aranda recuerda que los movimientos feministas de América Latina no han nacido ahora, sino que "tienen una trayectoria de décadas de trabajo teórico y acción".

En estas décadas han conseguido mucho, especialmente en el ámbito legislativo: la mayoría de los países de la región han incluido algún tipo de reconocimiento y seguimiento de la violencia de género y medidas preventivas, al menos sobre el papel. Algunos (como Argentina, México, Ecuador o Venezuela) han introducido cuotas en las listas electorales o en los cargos públicos. Son cambios institucionales que ayudan a que las mujeres se lancen a la conquista de nuevos derechos y del espacio público.

"Lo que sí ocurre en 2019 - explica Aranda - es que estas demandas tienen mayor visibilidad por que las movilizaciones han sido más masivas (...) En 2019 podemos hablar de movimientos feministas masivos que se toman las calles a nivel mundial y particularmente en la región, con mayor visibilidad en los medios".

Por su parte, Fernanda Doz señala dos factores que explican que las mujeres hayan tomado las calles. En primer lugar, el aumento, especialmente entre las jóvenes, de la conciencia sobre sus derechos y la indignación ante la desigualdad de género.

"Además - continúa - ha habido una arremetida muy fuerte de los sectores conservadores, muy asustados por el avance de las conquistas de las mujeres. Están usando técnicas parecidas a los movimientos por los derechos sociales, con marchas masivas, demandas judiciales, acoso en la calle y redes sociales a quienes se reconocen como feministas, y cada vez están más presentes en los lobbyes que presionan a los estados".

Doz pone el ejemplo de Paraguay, donde el Ministerio de Educación ha eliminado del curriculum de los estudios de primaria y secundaria todas las referencia al género.

"Es movimiento y contramovimiento - argumenta la directiva de Amnistía Internacional - Se ve que ahora nos escuchan pero el riesgo a perder derechos es muy grave".

El machismo se revuelve: a mayor igualdad, más violencia

Las amenazas siguen presentes y quizá la más grave es la de la violencia machista, que sigue cebándose en especial con las mujeres más vulnerables, como las indígenas o las afroamericanas. "Mientras hay un crecimiento normativo y el reconocimiento de tratados internacionales para eliminar las desigualdades estructurales - señala Verónica Aranda - por otro lado tenemos un aumento de las tasas de violencia y de feminicidios".

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la ONU, registró 3.800 feminicidios en 30 países de la región en 2018.

Según datos de AI, en 2019 fueron asesinadas 327 mujeres en Argentina y 166 en Perú. El Ministerio de la Mujer de Chile ha cuantificado 46 feminicidios en ese país. El norte rico tampoco se libra: más de 500 mujeres y niñas indígenas desaparecieron o fueron asesinadas en 71 ciudades de EE.UU., según AI.

En México, donde el feminicidio se ha convertido en una verdadera lacra, 3.752 mujeres fueron asesinadas en 2018 y en 2019 se abrieron 1.006 investigaciones. El movimiento #Niunamenos ha criticado duramente la falta de sensibilidad del gobierno de Manuel López Obrador con estos crímenes, el 90% de los cuales quedan impunes.

Miles de mexicanas se manifestaron ante el Gobierno y los medios de comunicación en una jornada de protestas contra la violencia machista en la capital mexicana y en varias ciudades del país, tras el feminicidio de Ingrid Escamilla cuyas fotografías se filtraron a la prensa.

Las estadísticas pueden ser engañosas, porque al haber más medios de denuncia y seguimiento aumentan los registros. Pero la crueldad empleada en casos como el de Ingrid Escamilla o el de la pequeña Fátima, la niña de siete años secuestrada, torturada y asesinada, ha causado una verdadera conmoción.

"Siempre ha habido violencia contra las mujeres pero da la sensación que los casos que se conocen son de violencia inusitada, como si el patriarcado estuviera respondiendo con mucho odio a ese avance, como un castigo por haberse levantado las mujeres a luchar con sus derechos", reflexiona Doz.

La igualdad de las mujeres en América Latina y el Caribe es una máquina que no se va a poder parar

No obstante, Doz es optimista. "El gran cambio es cultural. En la generación más joven hay una conciencia de la importancia de la igualdad de género (...) Las mujeres y hombres jóvenes, en su gran mayoría, no van a aceptar un mundo tan desigual como el que tenemos. Es un punto clave porque los cambios culturales son los más difíciles de generar pero cuando ocurren son una máquina que no se va a poder parar. La igualdad de las mujeres en América Latina y el Caribe es una máquina que no se va a poder parar porque está impulsada por todas estas mujeres jóvenes".

Manifestación de profesores y profesoras en Bogotá para exigir mejoras en Educación. Foto: Juan BARRETO / AFP

Manifestación de profesores y profesoras en Bogotá para exigir mejoras en Educación Juan BARRETO / AFP

El lento camino hacia la igualdad

América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo, tanto económicamente como desde la perspectiva de género, aunque los últimos años han visto un avance progresivo.

Según el Índice de Desigualdad de Género de la ONU, que mide la desigualdad entre hombres y mujeres con diversos parámetros, desde la disparidad en el nivel educativo al número de representantes en los Parlamentos, la situación en América Latina y el Caribe es mejor que la media mundial: por detrás de Europa, Asia Central, Este de Asia y el Pacífico, pero por delante de los países árabes, el sur de Asia y África. Un dato indudablemente positivo y esperanzador, aunque a este paso se tardará aún varios decenios en alcanzar la igualdad real