El Barrio conquista al público del Teatro Real
- El artista vendió todas las entradas para dos horas de concierto
- El cantautor gaditano aprovechó para presentar nuevas canciones
El cantante gaditano El Barrio cumplió las expectativas en el final de la edición del Universal Music Festival, ofreciendo un espectáculo digno de ser presenciado dentro de los muros del Teatro Real de Madrid, que quedó marcado por una intensidad abrumadora desde el minuto uno.
Ya lo iba avisando el de Cádiz durante la velada: "Buenas noches a todos, bienvenidos al Teatro Real, si todo sale como tiene que salir vais a salir de aquí con mucho sueño", desafiando a su público que venía con las pilas cargadas para disfrutar con su espectáculo, Esencia.
Comenzó puntual, con todas las entradas vendidas, según organizadores del evento, dejando para la memoria más de dos horas de concierto.
El show será recordado, sin duda, por la potencia de unos músicos y artistas que componían la orquesta, el coro góspel, una big band y su grupo habitual.
El espectáculo empezó con la orquesta, que estalló de repente, mientras los coros invadían el escenario animando al público con palmas, en una demostración de un elenco musical muy potente y preparado para una velada intensa.
Las luces acompañaban a los artistas y amenizaban la noche, cuando apareció el Selu con su He vuelto de fondo y los barrieros se han puesto en pie.
La música de El Barrio se engrandece con la orquesta y sus músicos, todo el mundo en pie coreando y bailando en un concierto que empezó más fuerte imposible, "Selu, Selu" coreó la masa entusiasmada.
En Adios Amor pidió palmas, y sin demora las obtuvo de los fans más entregados que haya visto el coliseo lírico: "ese Selu eh" se escuchó de fondo.
El artista se arrancó por bulerías con su tema del nuevo disco Toreando el destino, acompañado en todo momento de su coro y su público, que trasladaron el Teatro Real a Andalucía por unos instantes.
De lobo a cordero, Mi amor, Cuando el río suena, Un repasito fueron algunas de las canciones que hicieron estallar a los asistentes en bailes y palmas flamencas.
Una marea de sombreros negros en el Real
El artista se tomó un descanso de unos pocos minutos, después de llevar casi dos horas en el escenario, mientras los músicos hicieron gala de su talento y profesionalidad, para reanudar con Un mísero currante y punto, canción que ha presentado en este concierto, un flamenco al que el gaditano nos tiene acostumbrados.
Antes de tocar Amada mía el Selu se la dedicó a su mujer que se encontraba entre el público.
"A partir de este momento, ya no va a haber cojones de sentarse" dijo en tono canalla el de Cádiz, y se arrancó con un popurrí de Quién soy seguida de Buena bonita y barata y, como no, Pa Madrid.
El Barrio volcó sobre el Real su himno por excelencia, Orgullo y una marea de sombreros negros -que regalaban a la entrada- inundó el recinto por unos instantes.
Cántame amor puso el broche final a la noche más barriera de Madrid.
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