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El niño con difteria empieza a responder a los medicamentos aunque sigue muy grave

  • Ha recibido varias dosis del medicamento antitoxina traído desde Rusia
  • Los padres "se sienten engañados" por los grupos antivacunas
  • El plazo de contagio ha acabado sin ningún nuevo caso, pero sigue la alerta

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El niño con difteria empieza a responder a los medicamentos aunque sigue muy grave

El niño de 6 años infectado por difteria ha comenzado a responder a los medicamentos antitoxina que le están suministrando en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, aunque su estado sigue siendo muy grave, según ha informado este viernes el Director de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Antoni Mateu.

El niño, que no había sido vacunado por decisión de sus padres, continua ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital barcelonés, donde ingresó el pasado 30 de mayo tras confirmarse que estaba infectado por la bacteria de la difteria.

Los médicos que le atienden le han suministrado varias dosis del medicamento antitoxina que tuvieron que traer desde Rusia porque en España ya no había, dado que el último caso de difteria se diagnosticó hace 28 años en España y se creía erradicada.

"Creemos que podrá salir adelante, aunque se desconocen las secuelas", ha dicho el secretario de Salud Pública, Antoni Mateu, y ha celebrado que ya haya pasado casi una semana desde que se confirmó la difteria sin que se hayan producido nuevos casos.

Ha apostado por "buscar la parte positiva de lo que ha pasado y transmitir el mensaje de la importancia de las vacunas", teniendo en cuenta que gracias al alto nivel de inmunización de la población catalana, del 95%, se han podido evitar más contagios.

Además, ha destacado que los acontecimientos demuestran que "el sistema funciona", teniendo en cuenta que el médico que atendió inicialmente al pequeño en el Hospital de Olot sospechó que podía padecer difteria pese a que hacía 32 años que no se daba ningún caso en Cataluña.

Los padres "se sienten engañados" por los antivacunas

Por otro lado, Mateu ha asegurado que los padres del menor están "destrozados y se sienten engañados" por los grupos antivacunas, que les convencieron para no inmunizar a su hijo. El secretario de Salud Pública ha destacado que conoció a los padres la mañana de este jueves en el Vall d'Hebron, donde se desplazó con el conseller de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz.

"Son encantadores y tienen un profundo sentimiento de culpabilidad que les intentamos quitar", ha destacado Mateu, que ha añadido que Salud no se ha planteado en ningún momento responsabilizarles de los gastos del tratamiento ni del dispositivo de búsqueda del origen del contagio.

Sí que ha apostado por "perseguir de forma punible" a los grupos antivacunas que difunden mensajes basados en mentiras y contribuyen a generar confusión e incumplimiento del calendario de vacunación estipulado.

Sobre el desabastecimiento global de dosis de las vacunas de recordatorio que se da a los niños de seis años, Mateu ha llamado a la calma porque "ya llevan cuatro dosis anteriores" --se administra a los dos, cuatro, seis y 18 meses--.

También ha explicado que los técnicos siguen tomando muestras de los contactos del niño para detectar el origen del contagio, "algo que será difícil", y que nadie ha mostrado reparos en vacunarse si no lo estaba ni en tomar el tratamiento preventivo que se ha dado a todas las personas que estuvieron cerca del pequeño los días anteriores a su ingreso.

Acaba el plazo de contagio

No obstante, el periodo de entre dos y cinco días de riesgo de contagio ya ha finalizado, por lo que las autoridades sanitarias descartan que pueda aparecer otro caso, aunque mantendrán la alerta y las medidas preventivas hasta el domingo.

Según Mateu, "van pasando los días desde que el niño ingresó y deja de ser posible que él haya sido un foco de infección" y haya contagiado a alguien, por lo que descartan posibles nuevos casos.

Las autoridades sanitarias creen que la persona que pudo contagiar al menor es portador de una "bacteria asintomática", es decir, podría infectar, pero no mostraría los síntomas de la enfermedad.

"Hablamos de difteria, pero no hay experiencia, nos encontramos en una situación nueva perfectamente evitable", ha recordado Mateu.