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Los científicos esperan que el aterrizador Philae tenga energía solar para transmitir una señal

  • Estaba desaparecido en el cometa 67/P, tras un accidentado aterrizaje
  • Philae debió quedar estabilizada en un punto con poco acceso a la luz solar
  • Sus baterías quedaron agotadas y no ha podido ser localizado desde entonces

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Ilustración del aterrizador Philae en el cometa 67P.
Ilustración del aterrizador Philae en el cometa 67P.

Los científicos de la misión Rosseta de la ESA esperan que el aterrizador Philae, desaparecido en el cometa 67/P, tenga suficiente energía solar para reiniciar el sistema y transmitir una señal.

Los ingenieros del orbitador predicen que, del 8 al 17 de mayo,  la sonda orbital Rosetta estará en una buena posición para escuchar señales de Philae, si el módulo de aterrizaje finalmente está despierto.

Tras un accidentado aterrizaje el 12 de noviembre, Philae debió quedar estabilizada en un punto con poco acceso a la luz solar, lo que motivó que en pocas horas sus baterías quedasen agotadas. El aterrizador se quedó en silencio y no ha podido ser localizado desde entonces.

Aumenta la incidencia de la luz

La creciente proximidad al Sol, el cometa se encuentra a menos de 100 días del perihelio, aumenta la incidencia de la luz de nuestra estrella en la superficie del cometa y las posibilidades de que los paneles solares de Philae hayan captado suficiente energía para recargar las baterías y que la sonda hibernada emita señales.

Philae necesita una temperatura interna superior a -45 grados centígrados y por lo menos cinco vatios de potencia para encenderse automáticamente. Hasta que pueda generar un total de 19 vatios, no puede enviar señales a la Tierra a través del orbitador.

"Estas condiciones deben durar por lo menos 45 minutos, porque Philae solo opera su receptor cada 30 minutos después de despertar", explica el gerente de proyecto en el DLR, Stephan Ulamec.