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La falta de un programa común lastra las posibilidades de la oposición en Ucrania

  • Sus ideologías van desde el centro a la extrema derecha
  • El partido Svoboda se ha caracterizado por su xenofobia
  • Las divisiones históricas e identitarias se trasladan a la política

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Manifestantes con banderas del partido Svoboda se manifiestan en Kiev, Ucrania
Manifestantes con banderas del partido Svoboda se manifiestan en Kiev, Ucrania

Las protestas contra el Gobierno de Ucrania por no firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) han hecho ganar protagonismo a los líderes y las organizaciones de la oposición del país.

Pese a que fueron los estudiantes quienes iniciaron las concentraciones, pronto tres formaciones políticas tomaron posiciones y se apropiaron la protesta. Son las siguientes:

  • Batkivshchyna ("Patria"), el partido de la ex primera ministra, Yulia Timoshenko (encarcelada por tráfico de influencias), y encabezado actualmente por Arseniy Yatsenyuk. Tienen 90 diputados en la Rada o Parlamento nacional (con 442 diputados en total).
  • Alianza Democrática para la Reforma (UDAR) (traducido como "Golpe"), creación personal de su líder, Vitali Klitschko, boxeador profesional y actual campeón de los pesos pesados. Tiene 42 escaños.
  • Sbovoda ("Libertad"), nuevo nombre del Partido Nacional Social, y acaudillado por Oleh Tyahnybok y con 36 diputados.

Frente a ellos, el Partido de las Regiones del presidente, Víktor Yanúkovich, ocupa 207 asientos; el Partido Comunista 32 y hay 35 diputados independientes.

Pese a que perdieron la moción de censura contra el primer ministro, Mykola Azárov, los tres partidos continúan concentrando a sus partidarios en la plaza de la Independencia, rebautizada popularmente como "Europlaza".

En sus lemas, sus banderas y pancartas mezclan las consignas nacionalistas y anti-rusas con las europeístas. La bandera de la UE es tan utilizada como la nacional.

Pero ¿quiénes son las organizaciones que componen este bloque opositor? ¿Comparten algo más que su aparente fervor europeísta y contrario a la influencia de Moscú?

Poca popularidad

De la lectura de sus programas políticos en internet se desprende que a todos les une el rechazo a la corrupción y a la influencia de Moscú en todos los ámbitos, desde la política a la energía, pasando por la lengua.

Comparten también buena parte de la reivindicación de la memoria histórica nacionalista, como la consideración del Holodomor, la hambruna de los años 30 provocada por la colectivización soviética, como un genocidio.

Con esta escueta base, Svoboda, Batkivshchyna y UDAR llegaron en 2012 a acuerdos puntuales para evitar la dispersión de voto y presentar solamente al candidato con más posibilidades en aquellas circunscripciones con un único escaño. Sin embargo, carecen de un objetivo común, más allá de acosar al actual presidente.

"No es como en la Revolución Naranja de 2004", cuando se logró la repetición de las elecciones, explica a RTVE.es María José Pérez del Pozo, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. "Ahora no hay objetivos concretos. Los partidos de la oposición están tratando de aprovecharse de las protestas", pero tienen una popularidad "bastante tibia", añade.

Por eso, considera que "casi es peor que se adelanten las elecciones como piden", ya que tampoco cuentan con suficiente capacidad de organización, según la profesora.

"Las principales diferencias son por sus líderes, más que por ideología o por el programa", cuenta a RTVE.es Rubén Ruiz, profesor de Ciencias Políticas e investigador de la UNED, especializado en el área post-soviética.

Del centro a la extrema derecha xenófoba

Ruiz caracteriza a Batkivshchyna como un partido de centro-derecha, tal y como se entiende en Europa Occidental. Sus propuestas económicas neoliberales no difieren mucho de las políticas que pone en práctica el propio Yanúkovich, y que están promovidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Ambos forman parte de las élites económicas", subraya Ruiz.

La concepción geopolítica, en cambio, sí es muy diferente. El partido de Timoshenko considera que Ucrania debe volcarse hacia Europa Occidental y abandonar el área de influencia rusa, a lo que se opone Yanúkovich.

En la misma zona del espectro político puede ubicarse a UDAR, una formación muy personalista y cuyo discurso se circunscribe a la lucha contra la corrupción. "Es bastante oportunista", resume Pérez del Pozo.

Ambas formaciones asisten como observadores a las reuniones del Partido Popular Europeo (PPE).

Svoboda es un caso aparte. "Se trata de un partido ultranacionalista que durante largo tiempo ha mantenido un discurso xenófobo. Su ideología no se corresponde con el acervo comunitario, por la falta de respeto a los derechos de las minorías o de los homosexuales o a la igualdad de género. Es una contradicción que esté en esas manifestaciones", asegura el profesor de la UNED.

"La llama de la protesta la ha puesto el acuerdo fallido con la UE - continúa - pero dentro de la Unión, Svoboda formaría parte de los euroescépticos, como el partido Jobbik de Hungría o el UKIP de Reino Unido".

El líder del Frente Nacional francés, Jean Marie le Pen, asistió como invitado en 2000 a una de las convenciones de Svoboda. Y según la página web Searchlight, especializada en grupos de extrema derecha, sus contactos internacionales incluyen al partido Democracia Nacional en España y al neonazi NPD en Alemania.

División Este-Oeste

Muchas de las diferencias políticas en Ucrania son explicables por su historia. El oeste del país formó parte del Imperio Austrohúngaro, mientras el este pertenecía al Imperio Ruso. Las fronteras actuales no se fijaron hasta la creación de la URSS.

"A día de hoy tenemos una zona más nacionalista y de mayoría étnica ucraniana en el oeste, mientras en el este se habla ruso", explica Ruiz.

El investigador de la UNED lamenta que "esa división por cuestiones identitarias resta atención a cuestiones de política económica, como el sostenimiento de un Estado del Bienestar".

Junto a las protestas supuestamente pro-europeas, ha habido otros movimientos que han pasado desapercibidos para la opinión pública occidental, pero que Ruiz considera realmente novedosos.

"Las reformas económicas de Yanúkovich han provocado protestas transversales, sobre todo en el parte oriental, donde hasta ahora el presidente era visto como su candidato. Es muy interesante que la política en Ucrania deje de estar dominada por la política identitaria", concluye.

Asambleas de estudiantes

En el epicentro de la protesta, en la Plaza de la Indepedencia de Kiev, los estudiantes que empezaron las manifestaciones han montado su propio campamento entre los puestos instalados por los partidos de la oposición.

La mayoría de los universitarios no quiere ni oír hablar del respaldo de los partidos políticos ni de sus fondos y colectas para mantener la protesta. "Estamos en contra de todo el sistema político que hay en Ucrania. Queremos cambiar las reglas de juego y sabemos que estos líderes de la oposición no traerán nada nuevo cuando lleguen al poder. No quieren cambiar nada, solo quieren ocupar el lugar de los que están ahora", dice Sofia Borisko, estudiante de la Universidad Tarás Shevchenko de la capital.

Sin atender a los mítines de la oposición desde el escenario principal de la ’Europlaza’, estudiantes de todas las universidades de Kiev y también de otras regiones de Ucrania celebran asambleas para exponer cómo quieren que sea su país en el futuro. Luchan contra un sistema que creen corrupto y postsoviético, y fijan su vista en la sociedad europea.

"Queremos vivir como viven en Europa. Creo que en Europa, al menos, se respetan los derechos humanos”, asegura esta joven estudiante de Economía. [Efe].