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Se ofrece puesto de verdugo en Zimbabue

  • Decenas de personas optan a esta plaza, que lleva 5 años vacante
  • 52 condenados a muerte esperan que se ocupe para ser ejecutados

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Se requiere tener la educación básica terminada, ser hombre, estar fuerte, no padecer ninguna dolencia de corazón y saber algo sobre sogas y nudos. Pero si hay algo imprescindible es tener la habilidad de matar sin demasiados remordimientos de conciencia.

A pesar de la dureza de estos términos, la oferta de trabajo es real. En Zimbabue no se ha ejecutado a nadie desde el año 2004 –se llamaba Never Masina Mandla– porque no hay verdugo para hacerlo.

Lo cuenta esta semana el subdirector del diario local NewsDay, que, después de haber publicado un reportaje con ofertas de empleo, admite estar muy sorprendido por “el bombardeo” de llamadas y mensajes que ha recibido para el puesto.

“No podía imaginar que hubiera tanta gente desesperada por encontrar un empleo que le obligue a matar; y todo ello para poder llevar comida a su mesa”, reconoce.

“Matar a algunos más no me supondrá nada”

Y es que los mensajes que han recibido en la redacción dicen cosas como esta: “Necesito que me informen del proceso de solicitud. He trabajado como funcionario de prisiones y sé que tengo un corazón fuerte. Puedo ahorcar”. O como esta: “Soy un soldado retirado que ha visto mucho por mi profesión, así que matar a algunas personas más no será nada”.

Además de los requisitos principales –comenta el periodista– para cubrir el puesto se necesita poder mantener la postura correcta durante la ejecución, no tener demasiados pensamientos antes de tirar de la palanca, y tener conocimientos de fisiología.

El 90% de los zimbabuenses está en paro

Nada del otro mundo para muchos de los parados que hay: se calcula que cerca del 90% de la población activa en Zimbabue está en paro, a pesar de que no se tienen cifras oficiales.

En el país hay 52 condenados a muerte a la espera de que se elija al candidato. Y mientras ese momento llega, dichos presos viven como pueden en condiciones infrahumanas. Este último dato sí está confirmado por el Gobierno.