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Italia juzga los escándalos de Berlusconi en unos comicios locales marcados por la batalla de Milán

  • El primer ministro se juega su futuro político en su feudo de Milán 
  • Berlusconi tiene que acudir a los tribunales por el caso Mills en plena votación 

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¿Se escribe hoy el prólogo del final de la Segunda República? Tal vez sea un poco excesivo. Pero estas municipales   son algo más que unos comicios para siete provincias y más de   1.100 municipios. De hecho,   el primer ministro Silvio Berlusconi olvidando los argumentos municipales ha aprovechado la campaña para lanzar más diatribas   sobre los jueces y anunciar un recorte de poderes al Jefe del Estado, por ejemplo.

Unos 13 millones de italianos deciden sobre sus municipios pero, a la vez,  juzgan la labor de un primer ministro que ha sido el Rey Sol de Italia desde el fin de la Primera República con Tagentopoli.

Nápoles, Bolonia, Turín y sobre todo Milán tomarán la temperatura política del país. El partido de Berlusconi rige la capital lombarda desde hace 20 años. Aunque los sondeos señalan igualdad, la izquierda cree que sería una victoria llegar a la segunda vuelta. Los milaneses se lo han tomado en serio. Al cierre de la primera jornada, había acudido al voto un 1% más que en la ocasión anterior dentro de una participación general que registra un descenso de dos puntos.

Berlusconi, del colegio electoral al juzgado

Son elecciones anormales porque no es corriente que el primer ministro tenga que acudir a defenderse a los tribunales en pleno día de votaciones. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido este lunes en Italia.

Berlusconi ha llegado al Palacio de Justicia de la capital lombarda esta mañana sin ofrecer declaraciones, como se esperaba, ya que los colegios electorales en Milán permanecerán abierto hasta las 15.00 horas y debe respetar el "silencio electoral" como cabeza de lista de su partido en la ciudad.

El llamado caso Mills juzga el supuesto pago de 600.000 dólares por Berlusconi a su exabogado, el británico David Mills, a cambio de que éste falseara a su favor su testimonio en dos juicios de finales de los años noventa permitiendo que el mandatario quedara absuelto.