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Ban Ki-moon envía a Pakistán un enviado especial para evaluar los daños y necesidades

  • El elegido es el diplomático francés Jean-Maurice Ripert 
  • Se unirá al resto de expertos de la ONU

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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha anunciado este miércoles que el diplomático francés Jean-Maurice Ripert llegará mañana a Pakistán para evaluar los daños que el país asiático ha sufrido por las inundaciones y evaluar las necesidades de la población.

Ripert se unirá al grupo de expertos de la ONU que ya está en Pakistán y con ellos, y con las autoridades de ese país, "determinará las necesidades más inmediatas de los pakistaníes", ha comunicado el máximo responsable de Naciones Unidas a través de una declaración.

Más de 3,5 de damnificados

Tras varias semanas de intensas lluvias que comenzaron a mediados de julio Pakistán está afectado por graves inundaciones que han causado la destrucción de las infraestructuras básicas del país y más de 3,5 millones de damnificados por la catástrofe.

Ese desastre ha causado también la muerte de 951 personas, según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) de Pakistán, y hasta 1.500, de acuerdo con otras fuentes oficiales de ese país.

"El enviado especial, junto al coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU, ayudará a movilizar el apoyo de la comunidad internacional al gobierno pakistaní para atender las necesidades inmediatas de los damnificados", ha precisado Ban.

Las prioridades de asistencia inmediata son el abastecimiento de alimentos, agua potable, tiendas y servicios médicos, además de que es necesario restaurar el acceso con la reparación de las vías y redes de comunicación dañadas, señaló la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Hasta el momento la ONU ha dispuesto de 28 millones de dólares para ayuda de urgencia a los damnificados de ese desastre, con recursos procedentes de diferentes fondos del organismo.

Alertas internacionales

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado este miércoles del riesgo sanitario en el que están cientos de miles de pakistaníes y la posibilidad de que haya un brote de enfermedades causadas por el agua contaminada, como el cólera y la diarrea.

Para esa agencia especializada de la ONU la situación actual es aún más peligrosa por el grado de destrucción que causaron las intensas lluvias monzónicas a la infraestructura sanitaria, ya que al menos 39 centros de salud y toneladas de medicamentos quedaron destruidos.

La OMS ha señalado que se necesita material médico y vacunas para inmunizar a los niños contra la polio y el sarampión, y que los grupos de población más afectados son los que necesitan atención materna, neonatal e infantil.

Hasta el momento la OMS ha asistido a más de 15.000 pacientes, la mayoría con síntomas de diarrea.