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EE.UU. desplegará 1.200 soldados más de la Guardia Nacional en la frontera con México

  • Pedirá algo más de 400 millones de euros para mejorar la protección
  • Se pretende reforzar las fronteras ante el narcotráfico y la inmigración

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El presidente de EE.UU. Barack Obama desplegará hasta 1.200 soldados más de la Guardia  Nacional en la frontera con México y pedirá 500 millones de dólares (algo más de 400 millones de euros) para mejorar la seguridad en la zona, según fuentes de la Casa Blanca.

Las tropas se ocuparán de labores de información y  vigilancia, respaldarán actividades de combate al narcotráfico y darán  formación a los agentes fronterizos hasta que el personal de Aduanas y la Patrulla Fronteriza pueda contratar y  capacitar a más funcionarios y agentes para servir a lo largo de la  frontera.

Obama cedió así a las peticiones de  legisladores de Arizona de ambos partidos, que han presionado a la Casa  Blanca para que envíe tropas desde el asesinato el pasado 27 de marzo  del ranchero Rob Krentz, un crimen aún no esclarecido.

 "Los ciudadanos de Arizona saben que más soldados sobre el terreno significa una frontera más segura. Washington ha oído nuestro mensaje", ha afirmado  Gabrielle Giffords, una congresista demócrata.

El republicano John McCain, que representa a ese estado en el Senado, ha afirmado, por su parte, que la decisión de la Casa Blanca "no es suficiente", y pidió el envío de 6.000 soldados.

Los fondos se utilizarán para aumentar los aparatos de vigilancia en  la frontera,  así como el número de agentes, investigadores y fiscales  federales, además de respaldar a los cuerpos de policía locales y  estatales.

La inmigración es una de las prioridades en la agenda de Obama, que planea una reforma integral y ha criticado la nueva ley que criminaliza la inmigración en el estado fronterizo de Arizona.

Este asunto también estuvo muy presente en la visita de Estado a Washington del presidente mexicano Felipe Calderón la semana pasada. 

   La Casa Blanca ha reiterado su deseo de llevar a cabo una reforma migratoria que regularice a los 12 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.