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Asamblea de Izquierda Unida: saltar sin red

  • La Formación celebra su IX Asamblea Federal para buscar una nueva dirección
  • Tres corrientes principales se enfrentan en el cónclave
  • Las posturas del PCE, lideradas por Cayo Lara, parecen mayoritarias

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La división marca la Asamblea de Izquierda Unida

Este fin de semana tiene lugar la IX Asamblea de Izquierda Unida, un cónclave en el que el partido, muy baqueteado tras las última elecciones, buscará un relevo para Gaspar Llamazares y, sobre todo, una dirección unitaria que saque a la formación de la crisis y deje atrás las luchas intestinas.

Tras obtener algo menos de un millón de votos en los comicios de marzo, Izquierda Unida se enfrentó a una situación dramática: era el tercer partido más votado y, sin embargo, su presencia en el Congreso de los Diputados se había visto reducida a sólo dos escaños, el de Llamazares y el de Joan Saura, que lo tiene por Iniciativa per Catalunya el Verds.

Ante la situación, Llamazares anunció en marzo que pensaba dejar su lugar como coordinador general de Izquierda Unida, puesto que ocupa desde el año 2000, cuando tomó el relevo al carismático Julio Anguita. Llamazares formalizó su dimisión el pasado 25 de octubre para "facilitar la búsqueda de un nuevo líder".

Ahora, el partido se reúne en Madrid para hacer frente al cambio. Son, en total, 800 delegados que representan a las federaciones de Izquierda Unida en toda España. Y se espera una auténtica guerra en Rivas, la localidad madrileña que acoge la Asamblea. 

A cara de perro

Históricamente, las asambleas de IU resultan movidas por la cantidad de corrientes internas que conviven en la federación. En esta ocasión, el relevo de Llamazares también promete enfrentamientos vivos.

Por un lado, la corriente 'llamazarista', quizá la más oficialista de todas, según los observadores, propondrá la candidatura de Inés Sabanés, concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid como nueva cabeza visible del partido. Sabanés cuenta con un importante apoyo y es uno de los pesos pesados de la formación. 

Sabanés ha propuesto una "solución superadora" mediante un candidato de "consenso menos alineado" con cualquiera de las tres sensibilidades mayoritarias. 

En el lado opuesto, y siempre enfrentados con Llamazares, están los representantes del Partido Comunista, el grupo más grande de cuantos conforman IU y su baluarte histórico. Esta corriente apuesta por Cayo Lara, coordinador general de IU en Castilla-La Mancha. En el equipo de Lara, el PCE incluye a otros nombres bien conocidos de IU, como el eurodiputado Willi Meyer o la secretaria general de la federación Valenciana, Marga Sanz.

Cuando presentó el equipo, el PCE aseguró que quiere una dirección del partido colegiada y unitaria, por lo que estarían dispuestos a modificar, e incluso abolir, la figura del coordinador general.

El llamado `Documento de los 100', que reúne las tesis de esta corriente, tendría el apoyo mayoritario (45%) de los miembros de Izquierda Unida. Este texto pide una Izquierda Unida "anticapitalista, republicana, federal y alternativa, organizada como movimiento político y social".

Queda una tercera corriente que muchos consideran bisagra y que, de pactar con una de las anteriores, inclinaría la balanza de forma decisiva. Se trata del grupo que encabeza el senador de IU Joan Josep Nuet. Su tercera vía, o 'Nacional II', como se ha dado en llamar dentro del partido, propone trabajar para buscar un consenso estable, por lo que cabe pensar que no se limitaría a ofrecer su apoyo a otras corrientes, sino que intentaría conseguir puestos clave en la dirección, incluyendo el puesto de coordinador general. Para lograrlo, proponen también una dirección más colegiada e, incluso estarían a favor de que se elimine el puesto de coordinador. 

Lo que sí tiene muy claro Nuet es que, pase lo que pase, el partido no se puede permitir que la Asamblea termine sin elegir un líder. "Trabajaremos en esa línea y nos dejaremos la piel en bucasr un acuerdo en el que toda Izquierda Unida salga bien, y no sólo una de sus partes", asegura.

En esta línea de buscar la unidad y el liderazgo fuerte se han manifestado destadacas personalidades del partido, como la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, o Felipe Alcaraz, presidente del PCE.

Éxito o desaparición

Mientras la trama avanzaba hacia su desenlace, se han ido sucediendo las reuniones entre unas y otras partes. Sólo se han puesto de acuerdo para consensuar el documento que servirá para abrir la Asamblea Federal, un texto que habla de buscar la unidad de los países, no para refundar el capitalismo, como se propone el G20, sino para lograr reemplazarlo por algo "radicalmente diferente". Para ello, IU lanza sus "propuestas por la izquierda contra la crisis". Y es que, en opinión de Marga Sanz, "la crisis evidencia que el libre mercado como paradigma se ha derrumbado. Por eso, frente a esa reconstrucción que el capitalismo quiere hacer en Estados Unidos el 15 y 16 de noviembre, IU sentará las bases de una izquierda para un camino de avance hacia el socialismo". 

Pero las grandes palabras de cambio social se pueden esfumar en el aire si Izquierda Unida no logra salir de la Asamblea Federal con una dirección firme y una imagen de alternativa consolidada. 

Ya en mayo, Nuet, que se ha encargado de dirigir la Comisión Unitaria que ha preparado la Asamblea, advertía que, si ésta no sale bien, "seguramente sería la última". "Hay que trabajar con valentía. Lo haremos si las luchas intestinas cesan y tenemos una Asamblea útil que hable de política y que proyecte de nuevo con ilusión el proyecto de IU. Hay que buscar un punto medio, en el que haya un debate apasionado pero al mismo tiempo capacidad de comunicar ilusión y coherencia, de comunicar lo positivo que propone IU y no la pelea entre dirigentes", argumentó en su día Nuet.

Ahora queda por ver si Izquierda Unida es capaz de buscar la unidad que le devuelva el papel que un día tuvo en el Parlamento o si, por el contrario, sigue desangrándose en luchas intestinas.