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Giro de Italia | Análisis

El Ineos sentencia el Giro de Italia

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Bernal, en la penúltima etapa del Giro.
Bernal, en la penúltima etapa del Giro.

El Ineos-Grenadiers volvió a dar una enorme lección sobre la gestión de una nueva crisis. El líder de la maglia rosa, Egan Bernal, sentencia el Giro de Italia. La última jornada de alta montaña, con final en Alpe Motta, auguraba un final de fiesta con ataques de los rivales de Egan Bernal para desbancarle de la maglia rosa. No era fácil, por la renta que tenía, pero en el ciclismo todo es posible, máxime cuando la montaña se abre paso.

El segundo ciclista de la clasificación general, Damiano Caruso, aprovechó el descenso del Passo San Bernardino para abrir distancia y unirse con un gran escalador como es Romain Bardet. Buena estrategia del Bahrain-Victorious, que desconcertó al Ineos y se juntó al ciclista francés como gran aliado en la montaña.

Jonathan Castroviejo se puso al frente del equipo dirigido por Dave Brailsford para controlar la carrera. No tiene que demostrar nada el corredor vasco. Es uno de los mejores gregarios del mundo y cada año se reinventa para ayudar al líder a la consecución de una gran vuelta. Otro de los compañeros de Bernal, Daniel Felipe Martínez, ha demostrado sobradamente que, a sus 25 años, está preparado para ser un corredor de grandes vueltas. Fue el mejor escolta del ciclista colombiano en la subida final y solo se soltó en el último kilómetro, perdiendo solo once segundos respecto a Bernal en meta. El trabajo de Felipe Martínez supone medio Giro de Italia en el bolsillo para el Ineos.

Egan Bernal ha corrido esta última semana con mucha inteligencia. Tras dos primeras semanas arrolladoras, la tercera semana se ha apoyado en Castroviejo y Felipe Martínez para adjudicarse el Giro de Italia. Es la importancia de un equipo -el mejor de la Corsa Rosa- que, sin individualidades, luchan en conjunto por un claro objetivo: la maglia rosa en Milán. El corredor colombiano no se ha puesto nervioso y ha competido en las cimas finales con auténtica pericia, regulándose y acelerando el ritmo en los kilómetros finales. Salvo sorpresa mayúscula en la contrarreloj final, el corredor de Zipaquirá logrará su primer Giro de Italia con gran merecimiento.

Damiano Caruso se consolida en grandes vueltas

Caruso logró su tercera victoria como profesional en Alpe Motta, la primera en una gran vuelta y deja el pabellón bien alto para la escuadra británica. A la espera de la contrarreloj final, el ciclista italiano sale muy bien reforzado de este Giro de Italia: segundo en la general con un minuto veinticuatro segundos de diferencia respecto al tercero, Simon Yates. Es una renta más que suficiente para poder defender, con tranquilidad, la segunda posición en Milán. ¿Quién le iba a decir que estaría luchando por la victoria de la Corsa Rosa? Nadie. El abandono de Mikel Landa cambió por completo el escenario y su buena posición en el Top10 le sirvió para liderar al equipo. El ciclista siciliano ha aprovechado con claridad su oportunidad y se ha consolidado como un gran corredor de grandes vueltas.

Pello Bilbao, un valioso corredor

La segunda posición del ciclista del Bahrain tiene nombre propio: Pello Bilbao. El corredor vasco se ha dejado el alma en prácticamente toda la etapa guiándole al italiano a las mil maravillas. Es un corredor muy valioso, que se defiende muy bien en los descensos y qué decir en la montaña. Hay que recordar que no tuvo que ser fácil para él aceptar un cambio de rol en el equipo después de quedar quinto en la general del pasado Giro de Italia y, sobre todo, con el estado de forma al que acudía al inicio de la ronda italiana -segundo en el Tour de los Alpes tras Yates-. Aún así, tenía claro que su papel era ayudar a Landa y, tras su retirada, ha mostrado ser un buen compañero y defender los intereses del equipo. Caruso lo ha sabido corresponder dándole una palmadita en la espalda a Bilbao, justo en el momento que el ciclista de Gernika culminaba su labor.

La decepción: Simon Yates

Todos esperábamos que el corredor británico estuviera delante en la última jornada de montaña después del rendimiento mostrado esta semana. Pero Simon Yates gastó todos sus esfuerzos ayer y hoy no tenía las mejores piernas para marcharse en solitario. También es verdad que no hemos visto al mejor Mikel Nieve, un corredor cinco estrellas con gran presencia en la montaña ni al equipo arroparle con garantías. Yates ha dado todo lo que tenía que dar y tiene que sentirse orgulloso de lograr un meritorio tercer puesto sin un potente equipo.