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La posibilidad de un Brexit sin acuerdo debilita a la libra. Desde mayo acumula una caída de un 8% frente al euro. Esto agota la economía de Reino Unido, perjudica a las empresas españolas con inversiones allí y frena a las que querrían hacer negocios en este país.

Las principales exportaciones de España son en el sector agroalimentario pero también un Brexit sin acuerdo tendría consecuencias para la flota pesquera que faena en los caladeros británicos

Reino Unido nos compra frutas y verduras, productos perecederos que no se pueden almacenar y que con un Brexit duro sería más complicado y más lento transportar. Según la patronal de los transportistas Fenadismer, una salida del Reino Unido dura reduciría de 8.000 a 800 (diez veces menos) el número de camiones con licencia para transportar mercancías a este país. España también exporta automóviles y maquinaria y las principales empresas tienen allí filiales.

El perjuicio para las compañías podría tener sus consecuencias en el empleo. Según un estudio de la Universidad Católica de Leuven, en Reino Unido, un Brexit abrupto podría suponer la pérdida 1,7 millones de puestos de trabajo en toda la Unión Europea, 70 mil de ellos en España.

Ruth Davidson, la líder del Partido Conservador británico en Escocia, ha anunciado este jueves su dimisión. Aunque Davidson ha alegado motivos familiares, la dimisión se produce en medio de la conmoción política causada en Reino Unido por la suspensión del Parlamento a instancias del primer ministro, Boris Johnson.

Tanto la oposición como los tories proeuropeos, los mercados y los propios ciudadanos británicos han interpretado el movimiento del primer ministro al acortar las sesiones del Parlamento como una maniobra para asegurarse de que Reino Unido abandona la UE el 31 de octubre, incluso sin acuerdo.

La oposición, encabeza por el líder laborista, Jeremy Corbyn, debe decidir ahora si presenta una moción de censura o intenta impedir un Brexit duro por otros medios legislativos.

De momento, este mismo jueves la decisión de Johnson llega a los tribunales. Una corte de Edimburgo estudiará la cuestión en una vista urgente a petición de más de 70 diputados y lores de la oposición y conservadores proeuropeos.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha pedido a la reina, Isabel II, que suspenda el parlamento hasta el 14 de octubre. Asegura que habrá tiempo de sobra para debatir sobre el 'Brexit', pero el plazo dado por Bruselas termina el 31 de octubre. La decisión ha generado duras críticas. Los laboristas aseguran que es un día negro para la democracia. Incluso en las filas de Johnson algunos tories lo califican de escándalo constitucional.

La oposición ha forzado a Pedro Sánchez a comparecer en el Congreso para explicar el último Consejo Europeo. Aunque Podemos no apoyará que sea de forma urgente, como piden PP y Ciudadanos ya que antes de la votación el PSOE se ha adelantado y ha anunciado que el presidente en funciones dará explicaciones a petición propia.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha abierto este miércoles la posibilidad de renegociar el pacto para la salida del Reino Unido de la UE y evitar así un Brexit sin acuerdo. Merkel ha dado al primer ministro británico Boris Johnson, con quien se ha reunido en Berlín, un plazo de 30 días para que presente alternativas a la llamada 'salvaguarda irlandesa', que Johnson ha señalado reiteradamente como el principal motivo para no aceptar el acuerdo pactado con su antecesora, Theresa May.

La canciller ha reiterado que los objetivos de la UE son proteger el mercado único, mantener unas buenas relaciones con el Reino Unido tras la salida y a la vez asegurar que se cumplen los acuerdos de paz en Irlanda del Norte.

Johnson, por su parte, se ha mostrado encantado de escuchar que las conversaciones pueden retomarse. "Quiero ser absolutamente claro con todos nuestros amigos alemanes, y con el gobierno alemán que en el Reino Unido queremos un acuerdo, y podemos tenerlo", ha afirmado Johnson.

El primer ministro británico, Boris Johnson, llegará a Berlín con el mismo mensaje que le llevó hasta Downing Street: "Habrá Brexit, y será el 31 de octubre, con acuerdo o sin él". El tiempo lo dirá. Desde luego, no será (o eso dice Johson) con acuerdo que en su día firmaron Bruselas y Londres, rechazado en tres ocasiones por el parlamento de Westminster.
Con este mensaje quiere doblar el brazo a Angela Merkel y a Emmanuel Macron y conseguir que acepten negociar otro pacto. Algo a lo que la Unión Europea ya se ha negado en redondo en varias ocasiones.
Pero hay más: Johnson ha amenazado con terminar con la libertad de movimientos de los comunitarios en el Reino Unido, y con eliminar la garantía de que no habrá una frontera Irlanda del Norte.
Sin embargo, según unos documentos oficiales publicados por el Sunday Times, un Brexit sin acuerdo podría significar el desabastecimiento de alimentos, medicinas y combustible en el Reino Unido.
El ministro encargado del Brexit le ha quitado importancia explicando que es "simplemente un informe para prever cuáles podrían ser las peores consecuencias a las que tendrían que hacer frente".