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Hablamos con Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, sobre la situación en Siria al hilo de su libro " Siria. La década negra (2011-2021)".

Wadi Khaled es una región al norte de Líbano en la frontera con Siria. Unas 1.600 personas no fueron reconocidas como ciudadanos libaneses y siguen siendo apátridas. Viven de la agricultura y del comercio entre el Líbano y Siria. La grave crisis social y económica que vive el país se ha cebado con ellos.

FOTO: Familias sirias cruzan la frontera sirio-libanesa para abandonar los disturbios de Siria, en Wadi Khaled (Líbano). EFE/Str

De cómo evoluciona la guerra en Ucrania están pendientes en otras zonas de conflicto como Siria, Yemen o Afganistán por algo tan básico como comer. Su fuerte dependencia del cereal ucraniano puede acentuar su ya precaria situación y agravar la violencia. La ONU advierte de que hay que evitar, dicen, un "huracán de hambre".

[Guerra en Ucrania: última hora en directo]

FOTO: Un agricultor ucraniano fumiga un campo de trigo en la región de Kiev en una imagen de archivo. REUTERS/Valentyn Ogirenko.

Nadie entiende mejor el dolor de los ucranianos que Okba, refugiado sirio. Hoy hace 11 años que el desastre comenzó en su ciudad Daraa. Ucrania y Siria, el mismo dolor, leemos en la revista donde trabaja. Pero los sirios encontraron muros y los ucranianos brazos abiertos, papeles en 24 horas. A él le costó más de dos años, ha criticado en Twitter. ¿Por qué esta crisis de refugiados es distinta? Hay razones objetivas, dicen investigadores como Blanca y tienen que ver con que el conflicto es en europa.

Personas más sensibilizadas, "Hay tres razones: unidades familiares formadas por mujeres y niños mayormente y despierta una compasión mayor. Son europeos, esto está ocurriendo en Europa, mucho más cerca y amenazas que se ha extendido a otros países europeos". "Pero también hay razones subjetivas, de percepción, como la proximidad cultural. La respuesta política, también ha sido diferente", agrega.

La capacidad de acogida, explica, no depende del origen,  ni de la cercanía de aquellos que llegan a las fronteras europeas.

Foto: EFE/Rodrigo Jiménez.

Según el ministro de defensa ruso, 16.000 combatientes de Oriente Medio, la mayoría sirios, estarían dispuestos a ir a luchar en Ucrania.  Putin ve ese apoyo con buenos ojos, porque según él, los padrinos de Kiev, los países occidentales, están mandando mercenarios extranjeros a la zona. Vladimir Putin asegura que hay avances en el diálogo con Ucrania pese a que el ritmo de la guerra se mantiene. Según el presidente ruso, hay conversaciones “casi a diario” y hay “algunos avances positivos”, pero no ha dado más detalles.

Por otro lado, Volodímir Zelenski asegura que la guerra marcha bien para su ejército tras 16 días de lucha.  El presidente ucraniano asegura que el Kremlin no se preocupa de los muertos en combate en sus filas y, critica la llegada de voluntarios de Oriente Medio a los que califica como "mercenarios" con hambre de matar en tierra ajena

Informa Guillaume Bontoux.

En el norte de Siria, en estas casas destruidas por la guerra, alguien ha pintado a un Putin atacando a Ucrania."Cuando veo los bombardeos en ciudades ucranianas siento mucha tristeza. Es lo que sufrimos nosotros", asegura Khaled, vecino de Alepo, el gran bastión de los rebeldes sirios que el ejército de Al Asad no conseguía conquistar. Hasta que intervino Rusia, con bombardeos y ataques constantes. No hubo piedad. Ataques a civiles, hospitales, escuelas, cortes de suministros. Sin que la comunidad internacional actuara, reprocha Yaman, que como millones de sirios tuvieron que huir, convirtiéndose en refugiados en países vecinos o en Europa. El asedio de Alepo duró casi 4 años, degenerando en una guerra de guerrillas sangrienta. Algo que podría suceder también ahora en Ucrania. Javier Gutiérrez, corresponsal en Oriente Medio: "La intervención de Rusia y de sus tácticas de bombardeos y asedios permanentes en Siria inclinaron la balanza de la guerra en favor de Bachar Al Asad que sigue en el poder. Una guerra que, 11 años después, por cierto, continúa pese a la indiferencia de la comunidad internacional".

FOTO: REUTERS/Darrin Zammit Lupi

Abu Ibrahim Al Hachemí al Quraishi tenía 45 años y ha sido el líder del Daesh con menos visibilidad. Nada que ver con su predecesor, Al Bagdadi, aunque ambos han caído en dos operaciones similares de Estados Unidos. Los dos se refugiaban en la misma región de Idlib, bastión de los rebeldes sirios y un auténtico avispero donde operan diferentes grupos terroristas, entre ellos el Daesh o los herederos de Al Qaeda. Al Quraishi había pasado desapercibido entre los vecinos de esta zona de Siria, pero EE.UU. le conocía bien. Lo detuvo en Irak en 2008 y fue sometido a numerosos interrogatorios. Sin embargo, fue puesto en libertad; se unió a Al Bagdadi, al que terminó sustituyendo.

Hoy arrancamos con la muerte del líder del autodenominado Estado Islámico durante un operativo de Estados Unidos en el noroeste de Siria. Nuestro compañero, Fernando Martínez, ha estado en un acto del embajador ruso en España, en el que ha explicado la postura de Moscú en torno a Ucrania. Hablamos de la crisis política abierta en Irlanda del Norte y del vertido de petróleo de Repsol en Perú; entrevistamos a Héctor Rabanal, especialista ambiental del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) de Perú.

El líder del Estado Islámico, Haji Abdulah, también conocido como Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, ha muerto en una operación de fuerzas especiales de Estados Unidos en Siria.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha confirmado la operación este jueves. "Anoche, bajo mi dirección, fuerzas militares estadounidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista (...) gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar a una peligrosa amenaza terrorista del campo de batalla", ha anunciado Biden, primero en un comunicado y después en una comparecencia sin preguntas en la Casa Blanca.

Según ha confirmado Biden, el líder del EI hizo explotar una bomba que le mató a él y a varios miembros de su familia, incluyendo mujeres y niños.

Foto: Lugar del ataque, en Siria (EFE/EPA/YAHYA NEMAH). 

El líder del autodenominado Estado IslámidoAbu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshim murió en una operación antiterrorista de los Estados Unidos en el noroeste de Siria. En una comparecencia desde la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha explicado que, cuando la operación de comando entró en el edificio en el que se encontraba, al-Qurayshim hizo estallar una potente bomba con la que se inmolómató a varios miembros de su familia. Entre los fallecidos, hay seis niños y cuatro mujeres. Con esta justificación, Biden se desmarca de la polémica que se había generado al salir a la luz que la intervención militar se había saldado con la muerte de varios civiles.

Al-Qurayshim había sustituido como líder del Estado Islámico, el autoproclamado emir Abu Bakr al-Baghdadi, quién también murió en una operación militar estadounidense en octubre de 2019 en el norte de Siria. Aunque Estados Unidos retiró la mayor parte de lasfuerzas militares de territorio sirio, dejó sobre el terreno un pequeño contingente que colabora con el grupo de las milicias kurdo-sirias, que fueros sus aliadas durante la guerra contra el Estado Islámico.

Informa Fran Sevilla, corresponsal en Washington

El temporal de las últimas semanas en Oriente próximo ha empeorado profundamente la ya de por sí trágica situación de decenas de miles de sirios que viven hacinados en campos de refugiados. El frío y la nieva someten a una población que sobrevive en tiendas de campaña. Un reportaje de la corresponsal de RNE en la zona, María Gámez.