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  • Los escombros de la ciudad se han convertido en una trampa mortal
  • RNE visita a las víctimas de los explosivos que los terroristas dejaron en su huida

Rusia, Irán y Turquía han firmado este miércoles en Ankara una declaración conjunta con la promesa de impulsar un proceso de paz en Siria que desemboque en unas elecciones supervisadas por Naciones Unidas. El texto, rubricado por el presidente ruso, Vladímir Putin, el iraní, Hasan Rohaní, y el turco, Recep Tayyip Erdogan, pide un proceso de paz "libre, justo y transparente" que concluya en "una Constitución apoyada por el pueblo sirio y unas elecciones libres y justas con la participación de todos los votantes sirios bajo la apropiada supervisión de Naciones Unidas".

El ejército turco y las milicias sirias aliadas de Ankara han entrado en Afrín y, según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han tomado el control "total" del centro de la ciudad siria. "Unidades del Ejército Libre Sirio (ELS), apoyadas por el Ejército turco, han tomado hoy temprano, a las 08.30 (06.30 hora peninsular española) el control total sobre el centro de Afrín", ha asegurado el presidente turco en una declaración pública. El Estado mayor turco ha informado también de la toma del centro de la ciudad en un comunicado, en el que han señalado que ya habían comenzado los trabajos para localizar posibles minas y explosivos caseros.

Más de 150.000 civiles han huido del enclave kurdosirio de Afrín, objetivo de una ofensiva de Turquía, en los últimos tres días, por los continuos bombardeos y disparos de artillería de las tropas turcas en dirección a zonas bajo el control de las fuerzas gubernamentales sirias, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En Guta Oriental, mientras, han huido más de 50.000 personas desde este viernes.

Siete años seguidos de guerra dejan en Siria más de 350.000 muertos desde que estallara el conflicto en 2011. Son datos documentados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), y la ONG no descarta que la cifra pueda rebasar ampliamente el medio millón de fallecidos, entre los que se cuentan más de 100.000 civiles y casi 20.000 niños.

La cifra se hace pública en el séptimo aniversario del comienzo del conflicto. Han sido años de masacres indiscriminadas, perpetradas en un caos de facciones y actores externos en los que la paz nunca ha sido el objetivo final. Años en los que Siria se ha desintegrado a cámara lenta en la crisis de refugiados más grave desde la Segunda Guerra Mundial con 11,7 millones de sirios forzados a abandonar sus hogares.