Lamine Yamal, gran protagonista de la clasificación de la selección española para la final de la Eurocopa 2024, procede del barrio de Rocafonda, en Mataró. Y celebra sus goles haciendo con sus manos un gesto con los números del código postal de allí. RTVE ha estado en la localidad barcelonesa donde se crió el jugador.
Un grito, mezcla de liberación, mezcla de euforia, resonó en la 'fan zone' de la Puerta de Brandenburgo en Berlín. Los culpables, los cientos de aficionados españoles que acababan de ver cómo su selección, la de los Lamine Yamal, Dani Olmo, Fabían Ruiz y compañía se metía en la final de una Eurocopa 12 años después. Su última víctima, una Francia que río primero.
El capitán de la selección española, Álvaro Morata, ha recibido un golpe fortuito de un vigilante, un steward de la UEFA, durante la celebración por la clasificación para la final de la Eurocopa ante la afición de La Roja en un fondo del Allianz Arena de Múnich. El jugador ha salido cojeando tras la semifinal disputada ante Francia.
El seleccionador de España, Luis de la Fuente, se ha mostrado orgulloso del "crecimiento" del equipo hasta las semifinales de la Eurocopa 2024, en las que se va a enfrentar a Francia este martes, "Estamos donde queríamos estar. Pero queremos más. Pase lo que pase mañana estaremos muy felices porque he visto un creicmiento y un compromiso importante. Y de esta forma, si no es esta, tendremos otra oportunidad de conseguir algo", ha dicho el técnico en la rueda de prensa previa al partido en Múnich.
La Roja se ha convertido en un reflejo de diversidad. Con algunos jugadores nacidos en otros países, y otros nacidos en España de padres migrantes. Ahora mismo en nuestro país hay más de 4 millones y medio de españoles con padres de fuera. De hecho, las dos estrellas de España en esta Eurocopa, Lamine Yamal y Nico Williams, tienen ascendencia africana. Son referentes para muchos jóvenes, y eso, dicen los expertos, ayuda a cambiar la percepción sobre la inmigración. El fútbol puede ayudar a luchar contra el racismo aunque queda mucho trabajo por hacer.
