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El Reino Unido ha decidido endurecer las condiciones de entrada de los inmigrantes. A partir de 2021, cuando entre en vigor el Brexit, pondrá en marcha un sistema de puntos para los que quieran trabajar en el país. Exigirá tener una oferta de trabajo, hablar inglés y se priorizarán los empleos cualificados. La ley ha provocado las críticas de la oposición, que ha calificado de cínico al Gobierno.

Ahora la pregunta es qué va a pasar con todos esos puestos que ahora mismo están mayoritariamente ocupados por trabajadores de fuera. El Gobierno dice que la solución está en que las empresas deberían mecanizar tantos procesos como puedan, emplear a los que ya viven en Reino Unido, y formar a los más de 8 millones de británicos que no trabajan.

Pero el Observatorio de la Migración de la Universida de Oxford tiene sus dudas. En el cuidado de ancianos hay 120 mil vacantes en centros de día que nadie quiere cubrir. Los empresarios avisan de problemas para cubrir puestos en agricultura, bares, restaurantes, hoteles o en hospitales. Desde el Partido Laborista creen que el Gobierno acabará haciendo la vista gorda.

Los efectos del Brexit empiezan a materializarse y ya sabemos cómo va a gestionar el Reino Unido la llegada de trabajadores extranjeros después de la ruptura definitiva con la Unión Europea. A partir del 1 de enero del próximo año va a entrar en vigor un sistema de puntos que cerrará la puerta a la mano de obra menos cualificada.

Deberán tener una oferta de trabajo: ingenieros, empleados de banca, médicos... Se les exigirá un certificado de inglés, un sueldo mínimo de 31.000 euros o tener un doctorado o dedicarse a un sector con escasez de mano de obra. Se acabó el llegar a trabajar como camarero, o en un hotel, como primer paso para después encontrar un trabajo mejor.

Esto ya está en vigor para otros países, pero será un gran cambio para los trabajadores comunitarios acostumbrados a circular libremente.

Hablamos con Javier González Vega, catedrático de Derecho internacional público y relaciones internacionales de la Universidad de Oviedo, sobre otros países con modelos similares al que el Reino Unido comenzará aplicar a partir del próximo 1 de enero y que dificultará la entrada de mano de obra no cualificada en las islas.

González Vega explica que este sistema no es nuevo y que se aplica desde hace tiempo, aunque con ciertas particularidades, en Canadá o, mismamente, en Suíza.

La actualidad nos lleva, un día más, a China, que sigue luchando contra reloj para contener el brote del nuevo coronavirus, que ha causado ya casi 1.900 muertos. El temor a los contagios ha provocado la suspensión de la reunión de la Asamblea Nacional Popular, en la que las autoridades chinas fijan las directrices para los meses siguientes.

También estamos en Alemania, donde sigue la marea tras la crisis desatada por la elección del jefe de Gobierno de Turingia. Hay marejada también en el gobierno británico, tras la renuncia de Andrew Sabisky, efímero asesor del primer ministro, tras divulgarse antiguas afirmaciones suyas claramente machistas y racistas.

En Francia, la polémica reforma del sistema de pensiones que busca Emmanuel Macron se enfrenta a una avalancha de enmiendas que buscan retrasar su tramitación, mientras que en Bruselas, los ministros de la UE analizan si actualizan su lista de paraísos fiscales.

Y en el Vaticano, la capilla sixtina puede durante solo una semana, volver a ser contemplada tal y como la soñó Rafael.

El embajador británico en España Hugh Elliott ha visitado Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso cuando aún no se ha cumplido un mes desde que el Brexit se hiciera efectivo y se ha mostrado "optimista" con el futuro de las relaciones bilaterales, afirmando que "es un cambio y gestionarlo es importante, pero tenemos una relación muy positiva y una voluntad de las dos partes de que así siga siendo". Elliot también ha explicado que ambicionan un gran acuerdo comercial con "cero aranceles, cero cuotas y que facilite al máximo la libre circulación de bienes dentro de la nueva realidad". Respecto al nuevo estátus de los españoles que residen en Reino Unido, ha isistido en que "sus derechos están protegidos" y, aunque "para los que lleguen a partir del año que viene habrá un régimen nuevo" su objetivo es que "seguiremos siendo un país abierto" a la imnigración.

En Reino Unido, la llegada del temporal Dennis ha dejado graves inundaciones, cortes de carretera y caos en el transporte. Se han superado los 150 kilómetros por hora y el agua ha alcanzado a algunos hogares, superando récords. Tres personas han perdido la vida: una en Gales, arrastrada por el río, y dos en la costa sur de Inglaterra, donde una joven ha desaparecido junto a la playa.

Los aeropuertos del norte de Europa están afectados por segundo fin de semana consecutivo por un potente temporal, que obligado a cancelar decenas de vuelos en varios aeropuertos. Dennis es una depresión profunda y extensa que ha absorbido a otras borrascas menores, lo que la hace más peligrosa y aumenta su potencia, con vientos que pueden alcanzar los 200 kilómetros por hora.

A Boris Johnson se le ha abierto la primera crisis de Gobierno. Justo cuando estaba anunciando la remodelación de su gabinete, ha dimitido el ministro de Economía Sajid Javid.

Al parecer, el Primer Ministro quería poner a Javid y todo el equipo económico bajo el control directo del 10 de Downing Street. Tenía previsto lanzar los nuevos presupuestos el próximo mes.

Le sustituye Rishi Sunak, de 39 años, sin experiencia como ministro, y hasta ahora secretario del Tesoro. Sunak es leal a Jhonson, y esa parece ser la tónica de los nuevos nombramientos.