Primer día laborable en Estados Unidos tras la histórica tormenta de nieve que durante el fin de semana ha paralizado la costa este, y que ha causado la muerte de al menos 29 personas. El reto ahora es restablecer los transportes públicos y que carreteras y aeropuertos recuperen poco a poco la normalidad.
La Costa Este de Estados Unidos intenta recuperar la normalidad tras el paso de la tormenta Jonás, que ha dejado al menos 19 muertos. En Nueva York ha terminado la prohibición de utilizar los vehículos privados. Aun así las autoridades han pedido a la población que se realicen sólo los viajes necesarios.
Nueva York ha sufrido la segunda nevada más importante desde que hay registros, a mediados del siglo XIX. Durante horas, la ciudad ha quedado completamente paralizada.
Al menos 18 personas han muerto y decenas han resultaron heridas como consecuencia de la gran tormenta de nieve y fuertes vientos que paraliza desde este viernes la costa este de Estados Unidos y tiene a diez estados y a Washington DC en situación de emergencia.
La mayoría de las muertes, 12, se han producido en las carreteras, debido a las peligrosas condiciones provocadas por la nieve, el hielo, los fuertes vientos y la escasa visibilidad.
Otras dos personas han fallecido a causa de una hipotermia y cuatro han perdido la vida mientras retiraban nieve, una tarea que requiere un gran esfuerzo físico, posiblemente por un ataque al corazón.
En total, se calcula que la tormenta afectará a unos 80 millones de personas de la costa este de Estados Unidos. Hay 10 estados en alerta, entre ellos Nueva York.
Se calcula que este temporal afectará a unas 85 millones de personas de 20 estados. De momento, más de 9.000 vuelos han sido cancelados y al menos diez personas han muerto.
Al menos cuatro personas han muerto en un tiroteo en una escuela de secundaria en La Loche, una pequeña comunidad del norte de Canadá, cuando un individuo armado disparó a los que estaban en el centro educativo.
85 millones de ciudadanos se verán efectados de desde Atlanta hasta Nueva York.
Se calcula que se vean afectadas entre 50 y 70 millones de personas en el país. Muchas de ellas han dejado ya vacíos los estantes de los supermercados. Por ejemplo, en la ciudad de Nueva York los vientos pueden llegar a los 50 kilómetros por hora.
La ciudad de Flint en EEUU está en estado de emergencia por agua contaminada; un problema que no tiene su origen en ningún desastre natural sino en una negligencia política. Sus habitantes llevan 18 meses bebiendo agua envenenada porque en abril de 2014 el alcalde republicano de la ciudad decidió ahorrar costes y coger el agua directamente del río; una auténtica cloaca en la que grandes fábricas como la de General Motors llevan un siglo vertiendo sus residuos tóxicos. Según un estudio de la Universidad de Virginia, el contenido en plomo del agua en Flint multiplica casi por 1000 el máximo permitido. La siempre crítica voz del cineasta Michael Moore, natural de ciudad, se ha alzado para preguntarse si el envenenamiento de Flint tiene algo que ver con el hecho de que sea la segunda ciudad más pobre de EEUU y con más del 50% de población negra.
Sarah Palin, la que fuera candidata a la Vicepresidencia de Estados Unidos en 2008, acompañando a John McCain, ha anunciado su apoyo al candidato republicano a la presidencia Donald Trump. La ex gobernadora de Alaska ha mostrado su respaldo en un acto celebrado en Iowa, donde comienza la carrera presidencial con los caucus.
"Estamos listos para el cambio. Estoy orgullosa de apoyar a Donald Trump como presidente", ha expuesto Palin frente a los seguidores del candidato republicano, a quienes ha gritado "Estais preparados para sorprender a Trump?. Además, la política conservadora ha expresado su convencimiento de que con Trump, las tropas estadounidenses acabarían con el Estado Islámico, o más concretamente "les patearían el culo".
