Australia tendrá al menos ocho submarinos atómicos en las próximas décadas para patrullar el océano Pacífico. La nueva alianza de este país con EE.UU. y Reino Unido, anunciada por sorpresa esta semana, tiene como objetivo contener a China, que en los últimos años se ha convertido en la primera potencia naval mundial. Según los observadores, el Pacífico y el Índico pueden ser escenario de una nueva guerra fría entre una expansionista China y EE.UU. Aunque sea a costa de ningunear a Europa. Francia ha mostrado su monumental enfado con una decisión insólita: llamar a sus embajadores en Washington y Canberra, tras ver cómo Australia rompe unilateralmente un contrato equivalente a 56.000 millones de euros.
El ministro de exteriores francés ha calificado de "puñalada por la espalda" la alianza antichina entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia, que ha dejado a París sin el contrato del siglo: más de 30.000 millones de euros en submarinos para Australia porque ese país ya no los va a comprar.
Australia conseguiría mejorar su defensa y Francia ganaba 34 mil millones de euros y miles de empleos. Los submarinos estarían listos en el 2030.
Pero de forma abrupta, Australia anunciaba ayer que rompía el llamado contrato del siglo. Ahora no quiere los submarinos franceses porque ha llegado a un acuerdo con EEUU y Reino Unido, que le permitirá tener una tecnología más avanzada: submarinos de propulsión nuclear capaces de permanecer sumergidos mucho tiempo sin ser detectados.
Francia ha mostrado su malestar con el acuerdo de seguridad anunciado entre EE.UU., el Reino Unido y Australia y que podría perjudicar un contrato de defensa entre París y Canberra.
Foto: El primer ministro británico Boris Johnson, el primer ministro australiano Scott Morrison (centro) y el presidente estadounidense Joe Biden asisten a una conferencia de prensa conjunta desde The Blue Room en la Casa del Parlamento en Canberra, Territorio de la Capital Australiana, Australia. EFE / EPA / MICK TSIKAS
Es el último desafío de Estados Unidos a China: un pacto de seguridad a tres bandas para contrarrestar el avance del gigante asiático. Una alianza con Australia y el Reino Unido para compartir tecnología militar avanzada. Australia obtendrá submarinos de propulsión nuclear que pueden acabar patrullando el disputado mar del sur de China, aguas que Pekín reclama como propias. Hasta ahora Estados Unidos solo había compartido inteligencia sobre estos poderosos submarinos con Londres.
De la Europa de la defensa, una de las aspiraciones dibujadas por la presidenta de la Comisión Europea, Von der Layen, en su discurso del estado de la Unión, al AUKUS, el anuncio del Gobierno del Reino Unido de un pacto a tres con Estados Unidos y Australia, en cuestión de horas, que sacude el tablero de seguridad mundial.
AUKUS va a permitir compartir seguridad cibernética, inteligencia artificial y sistemas submarinos y de largo alcance. Estados Unidos mueve ficha frente a la pujanza de China: suma otras siglas, otro club de seguridad militar y estrategia a su cartera. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunciaba esta nueva alianza, con la que cree que el país puede hasta crear empleo. Esto ha activado las alertas en China, que acusa a Estados Unidos de socavar la paz y la estabilidad regional y los pactos de no proliferación. Pekín acusa al trío del AUKUS de utilizar las exportaciones nucleares como herramienta geopolítica. Este convenio permite a Australia el acceso a la tecnología necesaria para fabricar submarinos de propulsión nuclear. Deja en papel mojado el acuerdo de Francia con el país oceánico. 31 mil millones de euros, que han saltado por los aires en París. También ha despertado suspicacias en Nueva Zelanda ante el temor de que en breve puedan navegar por sus aguas submarinos con propulsión nuclear. La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha dicho que vetará la entrada en las aguas de su país a los futuros submarinos nucleares australianos.
Con los corresponsales de Radio Nacional en Washington, Fran Sevilla; en Londres, Sara Alonso; en Bruselas, María Carou; y en París, Antonio Delgado.
EstadosUnidos, Australia y Reino Unido han anunciado este miércoles conjuntamente un nuevo acuerdo de seguridad trilateralpara compartir tecnologías avanzadas, que incluye el apoyo al desarrollo de submarinos nucleares por parte de los australianos, como parte de las medidas para contrarrestar a China en el Indo-Pacífico.
Así lo ha anunciado el presidente de EE. UU., Joe Biden, en una rueda de prensa desde la Casa Blanca a la que se han unido de forma telemática los primeros ministros británico y australiano, Boris Johnson y Scott Morrison.
Mediante este acuerdo, denominado AUKUS, los tres países buscan reforzar la cooperación en tecnologías avanzadas de defensa, como inteligencia artificial, sistemas submarinos y cibervigilancia.
China ya ha advertido que el acuerdo "socava la paz y la estabilidad en la región".
Foto: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro británico, Boris Johnson (D), y el primer ministro australiano, Scott Morrison (I) BRENDAN SMIALOWSKI / AFP
Casi medio siglo después de que el aborto se despenalizara en EEUU, una nueva ley intenta ponerle freno. El pasado día uno, entró en vigor en Texas una nueva norma que lo probibe pasadas las seis semanas, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas. Es el período en él que, según los grupos provida, se detecta el latido fetal, aunque los médicos aseguran que es un criterio engañoso. Es un reportaje de Valle Alonso.
Elexpresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, ha charlado con Las Mañanas de RNE. En febrero anunciará si se presenta a las elecciones, pero ya expone lo que sería su programa de Gobierno, sus planes durante la campaña y, sobre todo, tras la victoria electoral frente a Bolsonaro. Señala como claves recuperar la inversión pública y acabar con el desempleo y el hambre: “Tenemos millones de brasileños pasando hambre, cuando nosotros habíamos acabado con el hambre en Brasil. La ONU reconoció que habíamos salido del mapa del hambre”. Lula asegura que Brasil ha perdido su papel en el mundo, con un aumento de la pobreza, una bajada del PIB y un presidente que, dice, ha gestionado de forma pésima la pandemia de coronavirus. Lula califica de injusto su paso por la cárcel, pero niega venganza o temor ante el papel que puedan jugar las Fuerzas Armadas del país: “Necesitamos que las Fuerzas Armadas cumplan su papel y que el pueblo vea en ellas una especie de garante de su soberanía”. Lula cree que lapolarización que vive Brasil no es algo preocupante, sino natural: "Donde hay democracia hay polarización, porque siempre se trata de dos personas disputando el cargo". Con respecto a las relaciones internacionales futuras se muestra dispuesto a tener una buena relación con EEUU y otras grandes potencias como China, pero siempre que sea Brasil quien marque ese camino: “Lo que no acepto es que Brasil sea subordinado a los Estados Unidos, pero sí que tengamos una relación productiva, intelectual, comercial, política, científica y tecnológica o cultural”. Es lo mismo que recomienda al ser preguntando por países de América Latina como Venezuela, Cuba o Nicaragua.
Simone Biles, la mayor estrella mundial de la gimnasia artística, ha obligado a Estados Unidos a cuestionarse el sistema que permitió a Larry Nassar usar su posición como médico del equipo nacional de su deporte para abusar sexualmente de ella y de cientos de compañeras. Con la voz quebrada por la emoción, Biles ha comparecido en una comisión del Senado para para pedir responsabilidades a la federación de gimnasia (USA Gymnastics), al Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense y al FBI por no haber detenido a Nassar a pesar de las denuncias. "Echo la culpa a Larry Nassar y también echo la culpa a todo el sistema que permitió y perpetró ese abuso", ha dicho la campeona olímpica. "Soy fuerte, pero no debían haberme dejado sola sufriendo los abusos de Larry Nassar", ha comentado también.
Foto: Simone Biles comparece en el Senado de Estados Unidos. (Anna Moneymaker/Getty Images/AFP)
En Estados Unidos, el fuego bautizado como 'Caldor' quema varios condados de California desde hace un mes. El presidente Joe Biden ha declarado el estado de desastre y el incendio ha arrasado una superficie equivalente a toda la isla de Lanzarote: 85.000 hectáreas. Además, el Huracán Nicholas ha golpeado ya en Texas donde ha causado tornados, olas de calor, de frío y ciclones. En Alemania se ha instalado la conciencia ecológica y los Verdes tienen buenas perspectivas de cara a las elecciones federales del 26 de septiembre y mantienen un ambicioso plan de medidas en defensa de la naturaleza. A Portugal llegan cada verano fuegos forestales. Hace cuatro años, más de 60 muertos en Pedrogao Grande, Lisboa.
Un informe publicado por la británica BBC hace balance sobre cómo ha aumentado la temperatura en los últimos 40 años. Las consecuencias del aumento de las temperaturas son el calor extremo y la escasez de agua. El caso de Israel es curioso: un país verde en mitad del desierto. Tecnología, aprovechamiento de cada gota de agua, negocio y política de control de los recursos, son algunas de las claves de ese llamado 'milagro del agua'.
Rusia acumula millones y millones de hectáreas quemadas en miles de incendios que se han producido este 2021, que puede ser el año más negro en la quema de bosques, con enormes daños en Siberia. Y lo peor, advierten las ONGs que luchan por el medio ambiente, que estos fuegos se repiten año tras año. Erika.
Con los corresponsales de Radio Nacional en Washington, Fran Sevilla; en Berlín, Gabriel Herrero; en Lisboa, Belén Lorente; en Londres, Sara Alonso; en Jerusalén, María Gámez; y en Moscú, Erika Reija.