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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, ha marcado distancias con el presidente, Donald Trump, y ha aclarado no estar a favor de invocar la Ley de Insurrección para que las Fuerzas Armadas se sumen al despliegue de seguridad ante las protestas convocadas por la muerte de George Floyd. "Es una tragedia que hemos visto repetirse demasiadas veces", ha añadido en declaraciones a la prensa en el Pentágono, admitiendo que "el racismo es real" en el país y por tanto "todos debemos hacer lo posible por reconocerlo, plantarle cara y erradicarlo".

El caso de George Floyd ha llegado también a Francia. En la noche del martes miles de personas salieron a la calle contra la violencia policial y en París hubo graves incidentes entre policías y manifestantes. Pedían justicia para un joven de origen africano que murió en una comisaría, según la familia, asfixiado por los agentes en el año 2016. Sin embargo, en los últimos días se han conocido más novedades sobre la investigación.

En Estados Unidos continúan las protestas y los disturbios por la muerte de George Floyd a manos de un agente de Policía. En Washington cada vez más manifestantes se concentran frente a la Casa Blanca. En muchos puntos quieren evitar que estas concentraciones sean violentas e incluso reparten comida, agua y mascarillas.

La cara, el nombre y hasta la forma en la que murió George Floyd se está convirtiendo en un símbolo que entienden desde Oregón a Idaho o Houston. Esta octava noche de protestas ha sido menos tensa, con manifestaciones pacíficas que, sin embargo, desafiaron los toques de queda decretados en cada gran ciudad. Continúa engordando la lista de miles de detenidos y el balance de ocho noches de protesta empieza a pesar ya que los altercados y saqueos han dejado varios muertos en el país.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado a Abascal y Casado de "mala fe" y utilizar el coronavirus para la "política partidista". Les ha replicado que hubo manifestaciones masivas del 8 de marzo en todo el mundo desde Berlín a Nueva York, Santiago de Chile y París y les ha preguntado con sorna si la culpa de esas concentraciones también es del ministro del Interior o del delegado del Gobierno en Madrid.

El virtual candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, ha pedido la reforma de la policía y ha criticado la actuación de Trump frente a estas protestas. El presidente ha vuelto a ir a una iglesia, en medio de un despliegue de seguridad, esta vez sin incidentes, pero ante la mirada crítica de oposición y de algunos líderes religiosos. La Guardia Nacional sigue su despliegue para contener los graves disturbios registrados a lo largo y ancho de Estados Unidos.

Manifestantes de más de una decena de ciudades de EE.UU. han desafiado el martes por la noche el toque de queda para protestar por la muerte de George Floyd. La mayoría de las protestas han sido pacíficas, pero al caer la noche se multiplicaron los distubios y saqueos. En Washington, se centraron en las inmediaciones de la Casa Blanca, donde la policía dispersó con gases lacrimógenos a los manifestantes para que el Trump pudiera dirigirse a pie a la iglesia de Saint John.

Ayer a la noche, Trump anunció el despliegue del ejército para sofocar las protestas tras equiparar a los manifestantes con terroristas domésticas. La respuesta de su rival en los comicios de noviembre,  Joe Biden, no se ha hecho esperar: ha hecho un llamamiento a la unidad y a pensar en el bien de todos. Entre tanto, en el séptimo día de protestas, la mayoría de ciudadanos han aceptado el toque de queda, pero sigue habiendo duras represiones pese a que buena parte de las manifestaciones están siendo pacíficas.

Informa Fran Sevilla, corresponsal de Radio Nacional en Estados Unidos y enviado especial a Mineápolis.

Dos autopsias catalogan la muerte de Floyd como homicidio, aunque difieren en cómo murió. Mientras la oficial del condado determina que sufrió un paro cardiopulmonar complicado por la presión en el cuello y que influyeron enfermedades coronarias y el consumo de drogas, la independiente encargada por la familia encuentra estos condicionantes irrelevantes y señala a la acción policial.

De costa a costa, Estados Unidos ha vivido su séptima noche de protestas por la muerte de George Floyd y contra el racismo. Los disturbios se han repetido también en Washington, donde el presidente Trump ha amenazado con desplegar al ejército si no cesa la violencia. El mandatario acusa de los altercados a anarquistas y grupos de izquierda radical.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha defendido la decisión del cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid por parte del Ministerio del Interior por la pérdida de confianza en un cargo de libre designación. Asimismo, Montero ha respaldado la libertad del ministro Fernando Grande-Marlaska y de la directora de la Guardia Civil para formar a sus equipos y ha advertido que seguirá habiendo renovaciones.

El Ministerio de Interior reconoce que la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid fue por no informar de las investigaciones de la Guardia Civil, entre ellas la del 8-M. Así aparece en la propuesta de cese a la que ha tenido acceso TVE; un documento que contradice al ministro Fernando Grande-Marlaska, que lo atribuyó a una reestructuración de equipos. La oposición le acusa de mentir y pide su dimisión.