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Esta mañana se ha vivido una hora punta muy complicada en las grandes ciudades. La huelga de los trabajadores del sector ferroviario ha dificultado el transporte a primera hora en los mayores núcleos de población. La protesta, segunda que convocan los sindicatos contra la liberalización del transporte de pasajeros, ha coincidido en Madrid y Barcelona con paros en el metro y en la capital catalana, además, en los autobuses urbanos. Muchos han buscado como alternativa el coche y eso ha provocado retenciones kilométricas en ambas ciudades.

El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ve a la gente "menos resignada" con la crisis y el retroceso de los derechos sociales, tras la manifestación del 15 de septiembre. Ha señalado que el "día 15 no fue la estación término de nada". Aboga por que la ciudadanía opine sobre la salida de la crisis por que Europa siga su propio modelo y "apueste por el estado del bienestar". En cuanto a la posibilidad de un rescate país, Toxo considera que no es conveniente, ni inevitable. Argumenta que "Grecia, Portugal e Irlanda no están mejor" tras sus rescates y considera que "es una locura continuar solo con políticas de ajuste en toda la Unión Europea al mismo tiempo". A su juicio, en estos momentos se está produciendo "la temida uve doble (w) de los economistas" con una doble recesión. En su opinión, hay que "recuperar la supremacía de la política" porque crece la desafección entre los ciudadanos cuando un partido gana las elecciones con un programa electoral y cuando llega al poder "hace de su capa un sayo, incumple sus compromisos y no pasa absolutamente nada". Con respecto a las pensiones, Toxo interpreta que la afirmación de Rajoy en la entrevista de TVE sobre que no iba a tocar las pensiones, en realidad, significa que la partida no se va a actualizar con la inflación lo que significa pérdida de poder adquisitivo para los pensionistas.

Las protestas contra Estados Unidos en los países musulmanes por un vídeo que denigra al profeta Mahoma tienen visos de continuar durante la semana.

Este lunes, Líbano estará en el punto de mira. El líder del grupo chií Hizbulá, Sayyed Hassan Nasrallah, ha llamado a sus seguidores a manifestarse en Beirut.

El pasado viernes, Trípoli fue escenario de manifestaciones que dejaron al menos un muerto y 14 heridos. Un restaurante de comida rápida fue incendiado.

Nasrallah, que encabeza el mayor grupo armado de Líbano, ha advertido que "musulmanes y cristianos deben permanecer vigilantes para no caer en el conflicto. Los responsables de la película, empezando por los EE.UU., deben rendir cuentas".

"Todos estos sucesos están orquestados por la inteligencia de EE.UU.", ha añadido. Nasrallah acusa a Washington, que ha negado toda relación con el film, de usar el pretexto de la libertad de expresión para justificar que el vídeo siga disponible online.

Nasrallah urge a que el propio gobierno libanés tome cartas en el asunto. El ministro de Exteriores, Adnan Mansur, ha pedido al secretario de la Liga Árabe, Nabil al Araby, que convoque una reunión urgente.

El Secretario de Estado de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, que hoy ha llegado a Japón, ha expresado el temor de que pueda iniciarse una guerra si continúan las provocaciones entre China y Japón.

Portugal ha vivido este sábado una jornada de manifestaciones contra las medidas de austeridad del Gobierno, que reunieron a decenas de miles de personas en las principales ciudades del país bajo el lema "Que se fastidie la troika".

Miles de personas han participado en Madrid en la manifestación en la que los principales sindicatos han reclamado un referéndum sobre los recortes y el posible rescate. Unos sindicatos, que han pedido al Gobierno que cesen los ajustes y le han advertido de que está en su mano evitar una segunda huelga general.

Miles de personas se han manifestado contra la decisión de Japón de comprar varias islas que China reclama como suyas. Se han quemado coches y banderas de Japón y han sido atacados varios restaurantes nipones.

Una marcha convocada por los sindicatos mayoritarios y por más de 150 organizaciones sociales y profesionales. En total10 columnas, cuatro de ellas venidas de otras comunidades autónomas y seis representando, con diferentes colores, al sector público.

Desde el Partido Popular dicen que entienden el descontento de los que protestan, pero aseguran que el Gobierno está actuando con responsabilidad. Para el Partido Socialista, la manifestación demuestra que Rajoy ha perdido la "mayoría social".