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Cada año más editoriales crean cuentos infantiles sin princesas, guerreros ni monstruos. Consideran que muchos cuentos clásicos son demasiado violentos y sexistas, y poco adecuados para la educación de los niños del siglo XXI. 

El escritor y exministro de Cultura César Antonio Molina, que acaba de publicar un libro en el que reflexiona sobre la relación entre el poder y la cultura, La caza de los intelectuales (Destino), afirma que la cultura "se inclina un poco más a la izquierda" porque, a su juicio, "la derecha no se ha ocupado de ella". Sobre uno de los pasajes más polémicos de la obra, en el que dice que el presidente Zapatero lo reemplazó como ministro porque "necesitaba una chica joven y con glamour", asegura que no tiene nada en contra de la paridad. "Estoy de acuerdo, pero es un tema que prefiero olvidar. A veces, mejor pasar página”, añade. Por otro lado, y preguntado acerca del debate monarquía-república, dice que esta cuestión "se resuelve con el ejercicio de la Constitución" (05/06/14).

El escritor irlandés John Banville reconoce estar “maravillado, extremadamente agradecido y extremadamente honrado” con el premio Príncipe de Asturias de las Letras. Asegura estar muy orgulloso de recibirlo: “Es un premio maravilloso, uno de los más grandes premios europeos que se entrega en uno de los más grandes países de Europa". Señala que su país Irlanda tiene muchas coincidencias con España: “Una oscura y problemática relación con la Iglesia Católica, pero también mucha alegría, mucha creatividad y una gran cultura”. En cuanto a sus novelas considera que “los libros de Benjamin Black son de artesanía y los del John Banville son más artísticos” y dice, sigue a la búsqueda de los secretos del corazón humano (04/06/14).

Os ofrecemos un clip exclusivo de 'X-Men: Días del futuro pasado', la película con la que el director Bryan Singer regresa a la franquicia que creó en 2000 y que cuenta con un reparto de lujo encabezado por Hugh Jackman, Patrick Stewart, Ian McKellen, Halle Berry; Jennifer Lawrence, James McAvoy y Michael Fassbender. Se estrena este viernes, 6 de junio.

 Lo primero que me impresionó, al acercarme de forma casi casual al personaje de Joaquín Costa, fue descubrir lo poco que yo sabía sobre uno de los más importantes pensadores españoles del XIX. Un hombre, además, ejemplar en sus esfuerzos denodados por cambiar la realidad de una España anquilosada en un sistema que él definió acertadamente como “oligarquía y caciquismo”, en la obra del mismo título, que supone la fundación de la sociología en España.

Costa fue un jurista importantísimo, historiador, sociólogo, antropólogo, pensador y político. Su amor por la verdad, su honestidad a toda prueba y sus ideas liberales en plena Restauración lo condenaron a una existencia casi ascética, pero también lo llevaron a ser la conciencia moral de un país al borde del colapso.

Para mí se convirtió casi en una obligación moral hacer algo por ayudar a que se conozca la obra y la trayectoria personal de Joaquín Costa. Su descripción de la España de finales del XIX resulta atrozmente actual, aunque las tintas no estén ya tan cargadas. Su ejemplo vital será vigente siempre, y es una inspiración para quienes luchan por un mundo mejor intelectual y socialmente.

Durante el rodaje fue emocionante ver cómo en el campo de Aragón y Lleida todo el mundo sabe perfectamente quién es Joaquín Costa. A él le deben una vida próspera y sin demasiados sobresaltos.  Son los descendientes de sus antiguos vecinos. Él vio en los canales de riego un camino para sacar de la miseria a los campesinos, primer paso imprescindible para la democracia. 

Un año antes de morir se inauguró el canal de Aragón y Cataluña, construido por el Estado gracias en gran parte a los incansables esfuerzos de Costa y que cambió, hasta hoy, la vida de cientos de miles de personas.

El documental está articulado con esta conquista social como eje. Yo creo que el legado fundamental de Costa es que con conocimiento, honestidad y tenacidad se pueden cambiar cosas que parecían inamovibles. Un mensaje de esperanza imprescindible.