Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La boda de la princesa Mako, sobrina del emperador de Japón, ha sacudido una de las cortes reales más rígidas del mundo. La princesa abandona Japón sin dote y sin derechos de sucesión para sus hijos varones. Todo por una deuda impagada de la madre de su novio, que además no pertenece a la realeza.

Tras pasar por el registro civil, Mako se ha despedido solemnemente de su familia y se ha visto un primer gesto inaudito, el abrazo en público a su hermana. La nueva vida de casada de la sobrina del emperador será en Nueva York, sin título imperial.

Poco después en otro gesto impensable, la princesa Mako, de 30 años, ha comparecido ante la prensa junto a su ya esposo, Kei Komuro, un abogado que trabaja en Estados Unidos desde que hace tres años abandonara Japón perseguido por el escándalo.

Un exnovio de su madre la acusó de no pagar una deuda de 30.000 euros para financiar sus estudios en el extranjero. Suspendieron la boda, han estado tres años sin verse y a Mako se le diagnosticó stress postraumático por la presión mediática y la exposición constante al juicio de los japoneses.

Foto:EFE/EPA/Nicolas Datiche

La princesa Mako de Japón, sobrina del emperador, renuncia a formar parte de la familia imperial para casarse, el próximo martes, con un hombre sin título real. Se convierte así en la primera integrante de la casa nipona en romper con la tradicion en más de 75 años. FOTOGRAFÍA: HANDOUT / Imperial Household Agency of Japan / AFP.

La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanoskaya ha pedido ayuda al Comité Olímpico Internacional tras denunciar que las autoridades bielorrusas querían sacarla de Japón sin su consentimiento. La propia atleta ha hecho pública la denuncia pública desde el aeropuerto de Tokio: "es peligroso" explicaba la velocista de 24 años, "no quiero volver".

La corredora de 200 metros criticó en un vídeo al Comité Olímpico Bielorruso, dirigido por el hijo del presidente Lukashenko. Querían obligarle a participar en una prueba de relevos sin avisarle con tiempo. Justo después, asegura, sus entrenadores le dijeron que hiciera las maletas. Ella ha pedido protección a la policía del aeropuerto y finalmente no ha cogido el avión de regreso.

"Ha pasado la noche en un hotel en el aeropuerto", ha explicado un portavoz del Comité Olímpico Internacional. Bielorrusia sostiene que decidieron retirar a la atleta por su estado psicológico. Tsimanouskaya ha pedido asilo y se ha refugiado en la embajada de Polonia en Tokio. Su marido se ha ido a Ucrania. Las autoridades polacas le han ofrecido a la velocista un visado humanitario y continuar allí su carrera deportiva.