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El reformista Pezeshkian ha ganado las elecciones en Irán, celebradas tras la muerte del mandatario Ebrahim Raisí en un accidente en mayo, y se medirá en segunda vuelta con el ultraconservador Saeed Jalili, al no conseguir ninguno de los candidatos más del 50% de votos. Tan solo un 40% de los votantes han acudido a las urnas, pese a que se han dado hasta tres extensiones del horario en todo el país. Para muchos, cuentan varios ciudadanos del país a un equipo de TVE, es una manera de protestar contra el régimen. Foto: AP PHOTO/VAHID SALEMI

Hasta 61 millones de ciudadanos iraníes están llamados a votar en unas elecciones cuyo tiempo de votación se ha extendido al menos hasta la medianoche. A pesar de los llamados a votar del líder supremo político y religioso iraní, Alí Jamenéi, los ciudadanos han mostrado poca predisposición a la hora de depositar su voto. Los candidatos despiertan pocas simpatías entre el electorado que, hastiado por un régimen que ha reducido significativamente en los últimos años las libertades civiles, prefiere quedarse en casa.

Las elecciones presidenciales anticipadas arrancaron este viernes en Irán sin un claro favorito y entre la indiferencia ciudadana por la mala situación económica y el desencanto con la República Islámica. Unos 58.000 colegios electorales abrieron sus puertas a las 08:00 hora local y está previsto que cierran a las 6:00 pmen todo el país, donde están llamados a las urnas más de 61 millones de personas.

Irán celebra elecciones presidenciales este viernes para suceder a Ebrahin Raisi tras su muerte, aunque ningún candidato ha logrado reunir en alguno de sus mítines a tantos iraníes como la fiesta de Eid-Al Ghadir. Diez kilómetros de avenida repletos de personas que festejan eta tradición chií en un encuentro en que los hombres tienen permitido bailar y las mujeres, no, aunque a la hora de votar sí son iguales. El candidato favorito es Said Jalili, la opción más conservadora en estas elecciones. Votarle a él es refrendar el liderazgo de Alí Jamenei, el líder supremo. Para encontrar a quienes piensan diferente, nos trasladamos a los barrios del norte.

Foto: Majid Asgaripour/WANA

La muerte del presidente Ebrahim Raisí en un accidente de helicóptero en mayo ha forzado al país a celebrar elecciones anticipadas para el segundo cargo más importante del país, tras el líder supremo Ali Jameneí, quien ejerce de jefe de Estado con amplios poderes. Un pragmático conservador, un reformista y un revolucionario se juegan la presidencia de Irán este viernes.

El mitín de campaña del único candidato reformista ha sido suspendido a pesar de que los asistentes ya se encontraban en las puertas de las instalaciones. Algunos de sus seguidores culpan al Gobierno conservador y apuntan a que este tipo de cancelaciones ya han pasado otras veces.

Ramtin es un activista iraní condenado a dos penas de muerte en su país y que consiguió huir para convertirse en refugiado. Durante su cautiverio, fue torturado durante varios días acusado de "delitos contra dios" por su defensa de los derechos LGTBI. En el país persa, la disidencia se paga con la ejecución, y muchos acusados no siempre pasan por los tribunales; casos que no cuentan en las estadísticas oficiales.

Una "efusiva multitud" ha despedido al presidente iraní Ebrahim Raisí en Tabriz, con los medios estatales mostrando a grupos de ciudadanos derramando lágrimas por su muerte y la de los otros funcionarios que viajaban con él en el momento del accidente. Su funeral sucede al mismo tiempo que el nombramiento de la Asamblea de Expertos, quienes en lo próximos años deberán elegir al sucesor del actual líder supremo Alí Jamenei, quien tiene ahora 85 años.

Aunque se ha abierto una investigación para esclarecer las causas de lo ocurrido, el régimen iraní ha aseverado que la muerte del presidente, Ebrahim Raisí, se trató de un accidente ante las adversas condiciones meteorológicas. El país ha impuesto un luto oficial de cinco días, a pesar de que para algunos ciudadanos el siniestro ha sido motivo de celebración, especialmente entre los exiliados iraníes. Muchos de ellos consideran a Raisí como un "carnicero" a haber protagonizado la masacre de 30.000 iraníes opositores en los años 80 y contra manifestantes en 2023.

La transición ha empezado en Irán tras la confirmación de la muerte, en un accidente de helicóptero, del presidente de la República Islámica, el conservador Ebrahim Raisí. Mohammed Mokhber, el hasta ahora vicepresidente de Irán, asumirá la presidencia de Irán tras recibir la aprobación del Líder Supremo, el ayatolá Jameneí. Mokhber será ahora la figura que gestione la República Islámica hasta que se celebren elecciones presidenciales en el plazo de 50 días, tal y como establece la constitución iraní.

Cercano a Jamenei, Mokhber, de 68 años, llegó a la presidencia cuando Raisí ganó las elecciones de 2021. El mandatario ha ocupado altos cargos en instituciones financieras ligadas al Líder Supremo y su círculo íntimo. De hecho, por su trabajo fue sancionado por EE.UU. y la Unión Europea. 

Si quieres saber quién es el nuevo sucesor de Raisí y qué papel puede jugar en el futuro del estado persa, no te pierdas este video.