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El nuevo hombre fuerte del país, Abdelfatah al Burhan, también militar pero menos identificado con el régimen derrocado de Al Bashir ha tomado las primeras medidas para calmar a la población: el fin del toque de queda nocturno, la liberación de los detenidos y la apertura de un proceso de diálogo con los partidos políticos, prometiendo que en un máximo de dos años habrá un gobierno civil en el que los militares no intervendrán.

El ministro de Defensa sudanés, Awad bin Auf, ha dimitido de su cargo al frente de la junta militar constituida para dirigir el país tras el derrocamiento del presidente Omar al Bashir, tan sólo 24 horas después de asumir el puesto y en medio de las protestas civiles. En un mensaje leído en la televisión estatal, Bin Auf ha anunciado que su decisión busca "preservar la unidad del Ejército" y "evitar grietas", y ha designado al general Abdelfatah al Burhan como presidente del Consejo Militar Transitorio, que está previsto que gobierne por un periodo de dos años.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (Parlamento) Juan Guaidó, que se ha autoproclamado como presidente letígimo del país, continúa llamando a los militares venezolanos a levantarse contra el presidente electo, Nicolás Maduro.

Sus partidarios están entregando a los militares el texto de una ley que sancionó la Asamblea Nacional, que ofrece garantías a los funcionarios civiles y militares que desobedezcan a Maduro y ayuden a un cambio de Gobierno.

Guaidó también ha llamado a una manifestación el próximo sábado "en las calles de toda Venezuela y todo el mundo".

En declaraciones a TVE, Guaidó ha destacado el respaldo de varios países de la comunidad internacional a su autoproclamación. El último país en reconocerle ha sido Israel.

España y varios países de la Unión Europea han dado ocho días de plazo a Maduro para que convoque eleccoines antes de reconocer a Guaidó como presidente interino.

Por su parte, Maduro intenta conservar el apoyo del Ejército y este domingo ha reaparecido rodeado de militares en unas maniobras.

El presidente venezolano ha pedido a los uniformados que hagan frente a la "amenaza del golpismo y el imperialismo".

En España viven cerca de 300.000 venezolanos. Visitamos un pequeño rincón de Venezuela en Madrid donde los expatriados siguen de cerca lo que ocurre en su país estos días. Hablan de sus familias y de la gran oportunidad que está esperando Venezuela. El pueblo está más unido que nunca, dicen. Confían en que el ejército se sume. Los expatriados intentan paliar la falta de información en Venezuela contando a sus patriotas la reacción internacional y que Guaidó, dicen, suma apoyos para dirigir el cambio.

Según la ONG PROVEA, sólo en Caracas, ha habido más de cincuenta protestas y caceroladas esta noche en distintos puntos de la capital. Pero también en la mayor favela latinoamericana, en Petare, donde se habrían llegado a lanzar dos granadas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Guaidó hablaba de un Maduro usurpador y de convocar elecciones. El líder opositor se justificaba invocando varios artículos de la Constitución, entre ellos, el 233, que permite al presidente del Parlamento convocar elecciones si se observa abandono de cargo o revocación popular. Pero desde el palacio de Miraflores, Nicolás Maduro contraatacaba. Acusaba a Guaidó y a Estados Unidos de querer un gobierno títere imperialista.

con los presidentes de tres países que apoyan a Guaidó, Colombia, Ecuador y Costa Rica se ha reunido en Davos, Pedro Sánchez... y justo después de ese encuentro, el presidente del Gobierno le ha llamado por teléfono.

Según Moncloa, en esa conversación, Sánchez le ha trasladado a Guaidó que la salida a la situación en Venezuela son unas elecciones libres. Ha destacado su valentía pero no le reconoce expresamente como nuevo presidente del país

  • El líder golpista ha sido detenido, mientras que dos de los soldados rebeldes han sido abatidos
  • El objetivo era "salvar la democracia en peligro y preservar la integridad del territorio nacional"