Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Los bancos griegos son los que más han sufrido las tensiones de los mercados. En lo que va de semana, la banca helena acumula fuertes pérdidas, y ha reducido su capitalización más de un 40%. La rentabilidad del bono a diez años se ha disparado en el mercado secundario por encima del 10%. La falta de acuerdo entre Atenas y Bruselas sobre la prórroga del segundo rescate más allá de febrero inquieta a los mercados.

El Tesoro Público ha colocado 2.561,95 millones de euros en letras a tres y nueve meses con sustanciales rebajas en su interés. La mayor parte de lo adjudicado, 2.000,63 millones, ha salido a nueve meses con una rentabilidad marginal del 0,143%, la segunda más baja de la serie histórica tras el mínimo de agosto de 2014 (0,115%), en tanto que los 561,32 millones restantes se han colocado a tres meses con un rendimiento marginal del 0,03%, el menor de la serie histórica. El interés medio ha sido del 0,137% y del 0,018% respectivamente.

Los bancos alentados por la lluvia de liquidez del BCE recurren a la deuda soberana de los países de la zona euro para obtener la rentabilidad que no reciben de su fuente natural: los créditos a empresas y familias. La compra de bonos anunciada por Mario Draghi pretende vaciar las arcas de los bancos de esos bonos de deuda soberana que llevan comprando estos años. El crédito volverá a familias y empresas. Y, en teoría, debería reactivarse el consumo, se crearía empleo y los precios volverían a subir.

La cantidad de dinero que el Banco Central Europeo ha puesto sobre la mesa con su programa de compra de deuda ha superado las expectativas y ha dejado abierta la puerta a que dure más allá de septiembre de 2016 si la inflación no se recupera. El IBEX 35 ha ganado un 1,7% y ha reconquistado los 10.500 puntos. Mientras, el euro ha bajado al dólar con 14 centavos.