Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Lo único que no tiene el aspirante republicano a la Casa Blanca es experiencia en política; de lo demás, derrocha a raudales. Multimillonario, ambicioso, ingenioso, populista, hecho a sí mismo, gracioso, provocador y, sobre todo, polémico. Nunca nadie pensó que ganaría a sus rivales de partido pero el hombre de los 4.000 millones de dólares, según Forbes, ha pulverizado cualquier pronóstico.

Donald Trump es, desde esta madrugada, el candidato oficial de los republicanos a la presidencia de los EE. UU. En la Convención celebrada en Cleveland ha logrado el apoyo del 70% de los delegados, pero tres de cada diez han mostrado su oposición. Se trata del porcentaje más alto de rechazo a un candidato desde la convención republicana de 1976 (hace 40 años), en la que Gerald Ford se impuso a Ronald Reagan. Hablamos con José Antonio Gurpegui, catedrático de Estudios Norteamericanos del Instituto Franklin.

Donald Trump pasa sus primeras hora como candidato del Partido Republicano para las elecciones estadounidenses de noviembre. El magnate ya es candidato después de contar con el apoyo de 1725 delegados. Ha sido en la convención republicana de Cleveland, donde este viernes tomará la palabra el que podría ser su vicepresidente Mike Pence. Mientras en una alocución improvisada desde Nueva York, Trump dijo sentirse orgulloso, que ganará la presidencia y que traerá el cambio real a Washington.

El magnate Donald Trump ha sido elegido oficialmente este martes candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos para las elecciones de noviembre, durante la Convención Nacional de su partido en Cleveland (Ohio). Trump, que no ha estado presente durante la votación, ha logrado superar los 1.237 votos de los delegados necesarios para alcanzar la nominación.

Con este trámite, solo resta que Trump acepte la candidatura el jueves en su discurso de cierre del cónclave que comenzó este lunes.

Durante la votación, varios estados han decidido ceder su turno, que seguía inicialmente el orden alfabético, para que las cuentas permitieran que Nueva York declarara de manera matemática la nominación de Donald Trump.

Tras conocer la noticia, el magnate ha comentado a través de Twitter que "es un gran honor ser el nominado del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos". "Trabajaré duro y nunca os defraudaré", ha añadido.

A continuación, Trump ha emitido un mensaje en vídeo desde la torre de Nueva York que lleva su nombre. "Hoy ha sido un día muy, muy especial, y nunca lo olvidaré. Ha sido una noche increíble", ha afirmado el magnate.

La Convención del Partido Republicano que se reúne en Cleveland para elegir al candidato a la presidencia de los Estados Unidos se inició con polémica. Los delegados contrarios al magnate Donald Trump, que arrasó en las primarias y por tanto es el candidato natural del partido, intentaron hacerse oír. Pedían que se les dejara votar en conciencia, esto es, libertad para poder votar a otro candidato a pesar de que en sus estados Trump hubiera ganado las primarias. Sin embargo, el Comité de Reglas, que dirige el cónclave, lo impidió. Muchos de los críticos protestaron con abucheos durante una media hora, pero la revuelta fue aplacada por el congresista de Arkansas Steve Womack, que presidía la sesión.

Almudena Ariza, corresponsal de TVE en EE.UU. y enviada especial a Cleveland. Rebelión en la convención republicana. El lamado "frente anti-Trump" se ha dejado oir. Protestaban porque no se han cambiado las reglas de votación: algunos delegados querían votar en libertad a otros candidatos y no verse obligados a votar por Trump, por el hecho de tener la mayoría.

Pero el Comité de Reglas ha anunciado que abortaba este último intento de encontrar un candidato alternativo a Trump.

La convención comenzaba con emotivos discursos, como un veterano de Afganistán, o la madre de una víctima del terrorismo. El momento cumbre fue la aparición de Donald Trump presentando a su esposa Melania.

Mientras, fuera continúan las protestas contra Trump, vigiladas por la Policía que registra a cualquier sospechoso.

Cerca de 300 personas han muerto en Turquía a raíz del fallido golpe de Estado del viernes. Hay además 1.400 heridos y más de 6 mil detenidos. En Estados Unidos y Europa temen que el presidente Erdogan esté utilizando los efectos del golpe para hacer una limpieza militar, policial y judicial.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha condenado el asesinato de tres policías en Baton Rouge, Louisiana, a manos de un exmarine negro.

El presidente ha llamado a la unidad del país y ha asegurado que "no hay justificación posible para la violencia contra los agentes de la ley".

"Condeno en los términos más fuertes el ataque contra los agentes de la ley en Baton Rouge", ha dicho en una declaración emitida por la Casa Blanca, en la que recordó que esta es la segunda vez en dos semanas que se produce un incidente de este tipo, tras el asesinato de cinco agentes el 7 de julio en Dallas (Texas) por un individuo que dijo que su objetivo era matar "policías blancos".

El pasado viernes tuvo lugar en Baton Rouge un multitudinario entierro para despedir a Alton Sterling, un afroamericano de 37 años que se dedicaba a vender cedés frente a un comercio y al que dos policías blancos le dispararon a quemarropa cuando ya lo tenían inmovilizado en el suelo durante su detención detenerlo.

Su muerte y la del afroamericano Philando Castile en Minesota, dos días después, también a manos de la Policía tras ser detenido en su vehículo por una infracción de tránsito, revivió las tensiones raciales en el país.