El anterior debate entre Joe Biden y Donald Trump tuvo 51 millones de espectadores. El del republicano y Kamala Harris todavía no tiene dato, pero se espera que lo supere en audiencia. La expectación era enorme, según los sondeos, siete de cada diez estadounidenses tenían previsto ver el debate presidencial. No es de extrañar que se hayan organizado por todo el país lo que se conoce como 'Watch parties', fiestas para seguir colectivamente el debate en bares, terrazas, discotecas, o clubes políticos.
En el club republicano metropolitano de Nueva York se han reunido un centenar de trumpistas y han ovacionado cada intervención del expresidente y abucheado las recetas económicas de Harris.
Foto: AP Photo/Rebecca Blackwell
Con las gafas de Anna Bosch