Son los árboles más antiguos del planeta y la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, denuncia que se arrancan y se venden al mejor postor, en lo que califican de todo un "negocio especulativo". Como si fueran obras de arte, nos cuentan, se venden por auténticas fortunas. Terminan en rotondas, empresas, campos de golf en España o en el extranjero. La fundación calcula que en torno al 50% mueren durante el transporte o una vez en los viveros antes de dos años. Al menos, dicen, otro 30% lo hará antes de 15 años.
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