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La guerrilla de las FARC reconoció hoy que tiene parte de responsabilidad en el conflicto armado de Colombia y la necesidad de identificar y dar una reparación a las víctimas, un mes después de que el presidente, Juan Manuel Santos, admitiera la del Estado.

"Sin duda ha habido crudeza y dolor provocados desde nuestras filas. El enemigo nunca fue ni ha sido fácil; no se sujetó a normas de combate", dice una declaración leída por el líder guerrillero "Pablo Catatumbo" ante los periodistas en La Habana, donde las FARC y el Gobierno celebran conversaciones de paz desde noviembre.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, rechaza un diálogo conjunto en el que participen las guerrillas de las FARC y el ELN. Este grupo ha pedido integrarse en la mesa negociadora que se desarrolla en La Habana. El presidente ha condicionado una negociación con el ELN a la liberación de todos los secuestrados que esa guerrilla tiene en su poder.

Tres años después de llegar al poder, Juan Manuel Santos mantiene su apuesta por la paz. Le queda un año en el Gobierno, y todavía debe decidir si el año que viene se presenta o no a la reelección. Pero el presidente de Colombia se juega su futuro político al proceso de paz con las FARC. Un proceso, dice Santos, en el que no habrá impunidad para los guerrilleros.

En Colombia, un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica cifra en más de 220.000 los muertos en aquel país por el conflicto armado. Es un documento que intenta arrojar luz sobre más de 50 años de violencia, que a día de hoy aún no ha terminado.

Miles de campesinos colombianos están en pie de guerra contra el Gobierno en la región del Catatumbo, junto a la frontera con Venezuela. Piden que no se erradique la hoja de coca y exigen una zona de reserva campesina.