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Apuramos las últimas horas antes de los Goya con cuatro de los cortometrajistas nominados en las distintas categorías. Además, Nebraska, de Alexander Payne, la LEGO Película y el resto de estrenos de la semana. También homenajeamos al gran Philip Seymour Hoffman, fallecido recientemente, y repasamos la carrera del Goya de Honor Jaime de Armiñán.

Cómo vive un candidato a un Goya los momentos previos, preparan discurso, ensayan la cara que pondrán... Se lo hemos preguntado a los cuatro directores que aspiran al premio: Daniel Sánchez Arévalo, Manuel Martín Cuenca, Gracia Querejeta y David Trueba.

El espacio  Cinefilia, de La 2 de TVE la película “Amazing Grace”, una cinta épica e histórica acerca del pionero luchador contra la esclavitud en Inglaterra, el político inglés de fe evangélica William Wilberforce. Viernes 7 de febrero a las 22.20 horas.

 Se cumplen 100 años del debut del personaje de Charlot en el cortometraje 'Ganándose el pan'. Charles Chaplin era un hombre del renacimiento: actuaba, dirigia, producia y en varias ocasiones compuso las bandas sonoras de sus peliculas. Como dijo Godard, es el más grande porque lo ha inventado TODO. 

En un hotel de Berlín se lleva a cabo una venta de armas ilegales que termina en caos con la aparición de un agente fantasma norcoreano llamado Jong-seong (Ha Jung-woo). Vigilando la operación está el jefe de la Inteligencia surcoreana Jin-sU (Han Suk-kyu), quien junto con la CIA intenta descubrir si el fantasma es en realidad un agente doble o está preparando una importante misión secreta. Mientras tanto, Myung-sU (Ryoo Seung-bum), un joven e implacable agente, es enviado desde Pyongyang para investigar a Jung-hee (Gianna Jun), la mujer de Jong-seong, quien trabaja en la embajada de Corea del Norte y esconde un terrible secreto.

Rendimos homenaje a uno de los grandes de Hollywood. Philip Seymour Hoffman comenzó como secundario de lujo en grandes títulos como Boogie Nights, Casi famosos o Magnolia pero acabó abriendose un merecido hueco entre los grandes actores de los últimos años. Su inolvidable interpretación de Truman Capote le valió un Oscar. Nos ha dejado a los 46 años.

A los 80 años, en circunstancias dignas de una macabra página de sucesos, ha muerto el gran documentalista brasileño Eduardo Coutinho, con el que Días de Cine pudo hablar en marzo pasado, cuando visitó Madrid con motivo del ciclo que le dedicó el Museo Reina Sofía. Nacido en Rio de Janeiro en 1933, Coutinho, que trabajó en un principio en la ficción, estudió cine en París, convivió con los politizados autores del Novo Cine Brasileño de los años sesenta, trabajó como periodista en la televisión, y recibió la influencia del cinema-verité, especialmente de Jean Rouch, sentó las bases de su propia concepción sobre la manera de acercarse a la realidad con "Cabra marcado para morir", que comenzó en 1964 y logró concluir diecisiete años después  recuperando el material que le había incautado el golpe militar y reencontrándose con los supervivientes del rodaje inicial.

Esta semana nos ha dejado el actor austríaco Maximilian Schell. Su papel emblemático fue en "Vencedores o vencidos", donde interpretaba al abogado de un criminal nazi en los juicios de Nuremberg. Su deslumbrante interpretación le llevó a ser el primer actor de habla alemana en ganar un Oscar. Fue en 1961. Su carrera estuvo marcada por películas bélicas, muchas ambientadas en la época nazi, como "Julia", que le valió su segunda nominación a los Oscar. O "La cruz de hierro", donde interpreta a un oficial alemán en la II Guerra Mundial. Pero Maximilian Schell no quiso encasillarse y supo interpretar otros personajes. En  "Topkapi" daba vida a un ladrón de guante blanco. Llegó incluso a protagonizar la película de culto de Disney, "The black hole". Uno de los últimos filmes en los que participó fue la superproducción "Deep Impact". Maximilian Schell también fue escritor, dramaturgo, productor y director de cine. Una personalidad incansable que fallecía a los 83 años de edad cuando estaba realizando su última película, "Les Brigands". 

Antes de que el director húngaro Bela Tarr hiciera volver los ojos de la cinefilia hacia una cinematografía tan ignorada en nuestros pagos como la húngara existió Miklos Jancsó.  El director magiar, fallecido la semana pasada, alcanzó la máxima notoriedad en 1976 por un título que seguramente no fue el mejor de su carrera, pero sí de los más vistos, al menos en España tiempo después, Vicios privados, públicas virtudes, incardinado en la corriente de erotismo que inundaba las pantallas europeas en aquella época.Pero Jancsó se había hecho acreedor al honor de figura influyente bastante atrás con títulos notables que recrean dramas históricos y revueltas populares, como Mi camino a casa (1965), Los desesperados (1966), Silencio y grito (1967) y Los rojos y los blancos (1968). La consagración definitiva le sobrevino en 1972 cuando recibió el premio a la Mejor Dirección del Festival de Cannes por Salmo rojo.Su peculiar estilo narrativo se caracterizó por el uso de largos, incluso larguísimos, planos secuencia y lo puso de manifiesto de manera paroxística en una adaptación de la obra de Eurípides, Elektra, My Love (1974) compuesta de tan solo 12 planos. Después de casi dos décadas de ostracismo Jancsó retomó la batuta de director pero ya sin conseguir sobrepasar las fronteras de su país.

Mike Lerner y Maxim Pozdorovkin dirigen "Pussy Riot: Una plegaria punk", un documental sobre el grupo musical ruso arrestado y condenado a prisión por una actuación satírica en la catedral de Cristo Salvadore de Moscú. La película muestra, a través de los giros del juicio, quiénes son las integrantes de este grupo musical feminista y cómo han pasado de ser activistas políticas a iconos de la modernidad.