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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha amenazado a Hamás con represalias por no haber entregado el cuerpo de Shiri Bibas, uno de los rehenes cuyos cadáveres fueron devueltos a Israel este pasado jueves como parte del acuerdo de tregua en Gaza.

El Ejército israelí confirmó que tres de los cuerpos correspondían a los hijos de Bibas, Ariel y Kfir, y a Oded Lifshitz, de 84 años. Sin embargo, el cuerpo que supuestamente era de Shiri Bibas corresponde, según Israel, al de una mujer desconocida. Los restos tampoco coinciden con las muestras de ADN de ninguno de los rehenes que todavía están en manos de las milicias de Gaza, según Israel, que apunta a que se trata del cadáver de una mujer gazatí.

El grupo islamista ha respondido este viernes que los restos de la rehén israelí Shiri Bibas podrían haberse "mezclado con otros restos humanos entre los escombros", después de que un ataque aéreo israelí impactara en el lugar donde estaba retenida.

Es la última imagen de Shiri Bibas con vida, junto a sus hijos, tras su secuestro un mes antes a manos de Hamás. Y este jueves, el grupo terrorista entregaba a Israel los cuerpos de la madre y los niños, junto al de otro hombre octogenario. Pero hechas las autopsias, el Ejército de Tel Aviv frunce el ceño. El cadáver de Shiri no es suyo, dicen. Ni tampoco de ningún otro de los que quedan secuestrados.

"Hamás pagará por esto", ha amenazado Netanyahu en lo que describe como una cruel y atroz violación del alto el fuego para Gaza, en plena negociación de la segunda fase de la tregua.

Los yihadistas lo reconocen. Explican que los restos de la mujer se podrían haber mezclado con los de otros cadáveres tras un ataque aéreo israelí, aunque las autoridades de Tel Aviv desvelan ahora que los rehenes no murieron en los bombardeos, sino que los mataron los secuestradores.

La ONU critica el acto de entrega de los cuerpos como "cruel, inhumano, denigrante", opinan. Un desfile de cadáveres y una exhibición de ataúdes, sostienen.

Esta escena también pone en peligro la frágil tregua en la franja: tres autobuses calcinados por explosiones simultáneas cerca de Tel Aviv. Vacíos, porque estaban en las cocheras. La policía trata de dilucidar quién está detrás y no descartan que sea un atentado.

Foto: GPO/via REUTERS

Los cuatro cuerpos entregados este jueves por Hamás, incluidos los de la familia Bibas, ya están en el Instituto de medicina forense, al sur de Tel Aviv, donde ha comenzado el proceso de identificación de los cuerpos. Entre ellos, los de los niños Ariel y Kfir, los más pequeños de los secuestrados por Hamás.

El proceso de identificación puede durar horas, y hasta dos días, según han dicho los especialistas y dependerá del estado de los cadáveres. También con los análisis forenses se podrá determinar las circunstancias en las que murieron.

Foto: EFE/EPA/ABIR SULTAN

Hamás ha entregado este jueves los cuerpos de cuatro rehenes, incluidos los de la familia Bibas. Se trata de la madre Shiri, de 34 años, y sus hijos Ariel y Kfir, secuestrados con 4 años y 9 meses, respectivamente. También han entregado el cadáver del israelí Oded Lifshitz, de 85 años. Todos fueron secuestrados el 7 de octubre en el kibutz Nir Oz. Son los primeros cuerpos que salen durante el alto el fuego.

En su primer viaje a Oriente Próximo, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, se ha reunido con el primer ministro israelí en Jerusalén. Benjamín Netanyahu asegura que ambos países comparten una "estrategia común" para la Franja.

Netanyahu ha reiterado que Trump es el mejor amigo de Israel y que trabajan hombro con hombro y plenamente coordinados. De hecho Netanyahu ha vuelto a defender el plan de Trump de convertir Gaza en la Riviera de Oriente Próximo y expulsar a los palestinos a Egipto y Jordania. Y se ha mostrado convencido de poder hacer posible ese plan.

Además, ambos se han mostrado de acuerdo en que Hamás debe liberar a todos los rehenes, que no es una opción y también han dicho que completarán una misión: la de que Irán no tendrá un arma nuclear.

Horas antes de este encuentro, han llegado a Israel las 1.800 bombas MK84 estadounidenses cuyo envío Joe Biden había congelado por el enorme poder destructivo y el riesgo de su uso en Gaza. Ahora Trump ha dado luz verde y ya están en suelo israelí. Cada bomba pesa una tonelada y abre cráteres de 15 metros. Una sola de estas bombas puede arrasar un barrio y llevarse cientos de vidas por delante.

El alto el fuego en la Franja de Gaza sobrevive de momento. Hamás ha asegurado que está dispuesto a entregar este sábado a tres rehenes israelíes, según lo acordado, y a mantener las condiciones actuales de la tregua. Asegura que Israel se ha comprometido con la entrega de ayuda a Gaza, más combustible, medicinas o tiendas de campaña, aunque el Gobierno de Benjamín Netanyahu lo ha desmentido.

Los países mediadores, Egipto y Catar están lanzando mensajes positivos y aseguran que se están resolviendo las diferencias que hacían temer que la tregua se rompiera y volviera la guerra. Todavía planea la amenaza de Trump de que si no entrega Hamás a todos los rehenes se desataría el infierno.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya lo ha adelantado al término de una reunión de más de cuatro horas del Gabinete de Seguridad, con altos mandos militares, de la inteligencia y varios ministros: "Si Hamás no devuelve a nuestros rehenes antes del sábado al mediodía, el alto el fuego terminará y el Ejército volverá a combatir intensamente hasta que Hamás sea finalmente derrotado". El gabinete ha aprobado por unanimidad reanudar los ataques en Gaza si Hamás no devuelve a los rehenes, en la línea de la amenaza lanzada por Trump, quien dijo que si no eran liberados, "se desataría un infierno". Pero a diferencia de Trump, Netanyahu no ha dicho cuántos rehenes tendrán que ser entregados para evitar la guerra, dejando abierta una puerta para que la tregua pueda continuar. Para los gazatíes, la situación de incertidumbre representa un momento de profunda angustia ante la posible reanudación de los ataques, así como para las familias de los rehenes israelíes.