El coronavirus se ha extendido ya por todo el mundo. Bueno, por casi todo el mundo, porque hay excepciones en sus Polos. Y hasta allí viajamos, hasta el Polo Norte, donde un científico italiano se ha quedado solo. En el Polo Sur, en la Antártida, tampoco hay ni rastro del virus.
Las temperaturas siguen batiendo récords en la Antártida. Esta vez, un grupo de científicos brasileños ha registrado casi 21 grados. Una temperatura que, si es validada por la Organización Meteorológica Mundial, sería la más alta de la historia
- Fue tomada el pasado 9 de febrero en la isla Seymour, ubicada frente a la Península Antártica
- Es la primera vez que se superan los 20 grados centígrados en esta zona del planeta desde que se tienen registros
La base española Juan Carlos I se encuentra relativamente cerca de la estación argentina que ha registrado el récord de calor de la Antártida. Este es un verano más cálido de lo habitual en la isla de Livingston.
Esperanza, una base de investigación argentina en la punta norte de la Antártida, registró el 6 de febrero una temperatura de 18,3ºC, un nuevo récord que bate el anterior de 17,5ºC de marzo de 2015, según ha informado la Organización Meteorológica Mundial. "Es una temperatura que no asociamos a la Antártida, ni siquiera en la temporada de verano", ha afirmado la portavoz de la organización, Clare Nullis.
- La base de investigación argentina Esperanza registró el jueves la temperatura, que supera al récord de marzo de 2015
- La Organización Meteorológica Mundial alerta del aumento de la pérdida de hielo en la región
En el día internacional de la educación medioambiental un grupo de escolares ha podido charlar, nada menos, que con los científicos de la Base Antártica Española, gracias al acuario Atlantis de Madrid.
Después de tres semanas de expedición en la Antártida con nuestro compañero, Santiago Barnuevo, hoy ponemos fin a la campaña antártica. Hemos conocido de primera mano el trabajo de los científicos de la base, pero también el de todo un cuerpo técnico que trabaja para que todo funcione a la perfección, además de curiosidades sobre está gélida región. Al marchar, Santiago Barnuevo ha charlado con Jordi Vilaseca, mecánico de la base que ha participado en diez campañas antárticas, y con Josito, guía de montaña que se ha estrenado por primera vez en esta aventura. Ahora toca poner rumbo a casa.
Debido a su aislamiento y a la poca presencia humana, la Antártida es un punto clave para mirar a la galaxia. En la isla Livinstone se sitúa desde hace 24 años el único observatorio geomagnético del mundo con el que los investigadores tratan de comprender mejor la relación Sol-Tierra. Santiago Barnuevo charla con Mikel Ibañez, técnico del observatorio y nos descubre el proyecto ORCA, liderado por un equipo gallego, con el que se ha desarrollado Tristán, un detector de rayos cósmicos.
¿Cómo es la flora en la Antártida? Aquí la vida vegetal es muy diferente a la que vemos en el resto del planeta. Su flora la componen, esencialmente, líquenes y musgos. Un equipo de investigadores portugueses, liderados por Paula Matos, trata de entender su genética y la adapación de estas plantas capaces de quedar en "coma" para resistir las bajas temperaturas.
Recuperamos la atención en los trabajos de la misión antártica española, en la que participan un centenar de científicos a los que acompaña nuestro compañero Santiago Barnuevo. Hoy vamos a conocer a los verdaderos moradores de la isla Livingston: pingüinos, elefantes marinos, focas, petreles o gaviotas.
El descubrimmiento contrastado de la Antártida cumple 200 años. Dos décadas después, Radio Nacional se encuentra allí, con Santiago Barnuevo desde hace casi tres semanas en la base Juan Carlos I. Esta base fue establecida en 1988 y ha acogido más de tres décadas de investigación española en el contiente helado. La base Juan Carlos I se encuentra en la Isla Livingston a pocos metros del continente.
El jefe de la base Juan Carlos I, Joan Riba, es miembro de la Unidad de Tecnología Marítica de CSIC. "Se decidió establecerla aquí porque es más fácil para los buques darle apoyo", ha explicado en el programa 24 horas de RNE. "Nuestra base es de las más nuevas, hace poco se inauguró la de Brasil", ha comentado. La capacidad de la base es de 51 personas, entre técnicos y ciéntificos. Riba ha declarado que tienen "unos horarios muy estrictos de trabajo y de comida". "Lo peor de todo es que las condiciones de vida en la Antártida son muy cambiantes en muy poco tiempo", ha indicado el jefe de la base. "Tenemos apoyo exterior una vez al mes, tenemos una autonomía de cinco semanas o más". Joan Riba ha contado que "el comedor del habitáculo principal es un espectáculo, tiene vistas a la bahía y es frecuente cenar viendo ballenas".
Miguel Ángel de Pablo, es investigador de la Universidad Alcalá de Henares y experto en permanfrost, la extensión de tierra permanentemente helada que sirve para tomar la temperatura al planeta. "El permafrost de la Antártida se está volviendo cada vez más cálido e inestable, aunque sigue congelado" ha lamentado en el programa 24 horas de RNE. De Pablo ha indicado que en diez años ha aumentado dos grados, "es muchísimo y se puede acelerar, si ocurre a escala global tedríamos un problema porque podría cambiar incluso las corrientes marítimas", ha explicado.
Una de las cosas más importantes en la Antártida, como en el desierto o en la montaña, es estrechar lazos. En la isla Livingston, la base española y la búlgara son las únicas, pero desde hace 32 años forman una gran familia.
Tener todo a punto en la Antártida es una labor de la que se encarga el área de mecánica de la base Juan Carlos I. Es el trabajo de los técnicos, como es el caso de Camilo Gómez. Un engranaje perfecto compuesto por 27 personas que velan por que nada falle.
¿Habías escuchado hablar del permafrost? Se trata de la capa de subsuelo de la corteza terrestre que se encuentra congelada de manera permanente debido a su naturaleza. Se halla en las regiones muy frías o periglaciares, como la Antártida. Tal y como cuenta el investigador Miguel Ángel de Pablo, su estudio es determinante para analizar la actual coyuntura del calentamiento global. Además, si se derrite se podrían liberar organismos desconocidos para la humanidad y que no sabemos cómo nos afectará.
Nos detenemos en la investigación de los glaciares. Unas masas de hielo fundamentales para la estabilidad del clima. Lugares kilométricos que acumulan toneladas de hielo y que también experimentan cambios. El océano en el que se sitúan, en la Antártida, absorme muchísimo dióxido de carbono, más de lo que debería. Son los pulmones ocultos del planeta.
Nuestro enviado especial en la Antártida, Santiago Barnuevo, nos habla de la calidad del aire que respiramos. La contaminación del aire de la Antártida puede tener grandes repercusiones a nivel mundial como la alteración del clima. Además, se ha detectado la presencia de plomo en el aire de este lugar. La causa, el turismo.
Navegamos con Santiago Barnuevo, nuestro enviado especial a la Antártida. Nos cuenta la importancia del mar que rodea la Base Antártica Juan Carlos I. El principal medio para llegar a muchos de los lugares en los que trabajan los investigadores y técnicos de la base.
Nuestro compañero Santiago Barnuevo, desde la Antártida, nos habla de los menús, en qué se basan y cuáles son los alimentos favoritos. La alimentación de las personas que están allí durante meses, fuera de casa, es vital para mantener una perfecta salud mental. Una parte muy importante para conseguir una buena convivencia.