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La valla fronteriza de Ceuta ha vivido este jueves por la mañana su mayor salto desde agosto de 2017, con la entrada de entre 400 y 600 migrantes subsaharianos. El salto ha sido muy violento, según han denunciado las fuerzas de seguridad, y hay cinco agentes ingresados en el hospital junto a 11 migrantes. Las personas, de origen subsahariano, se han dirigido al CETI, que se encuentra colapsado ante la llegada masiva de migrantes en los últimois días a España.

a valla fronteriza de Ceuta ha vivido este jueves por la mañana su mayor salto en los últimos meses con la entrada de entre 400 y 600 migrantes. El salto desde Marruecos, que se ha producido en torno a las 07:00 horas, ha sido muy violento, según han denunciado las fuerzas de seguridad, y hay cinco agentes ingresados en el hospital junto a 11 migrantes. Después del salto, las personas, de origen subsahariano, se han dirigido al CETI, que se encuentra colapsado ante la llegada masiva de migrantes en los últimois días a España.

Más de la mitad de los 200.000 desplazados de Sudán del Sur viven en este campo de protección de civiles de la ONU. Sin embargo, el hacinamiento, la violencia y enfermedades como la tuberculosis y la malaria hacen de las condiciones de vida no sean mucho mejores que las que hay en medio del conflicto.

En diciembre de 2013 estalló una guerra civil en Sudán del Sur. Huyendo por sus vidas, muchas personas se refugiaron en los llamados "Centros de Protección de Civiles" o PoC. El de Bentiu, el más grande, alberga a unas 115.000 personas. Estos lugares fueron pensados para ser temporales, y sufren los problemas de la sobrepoblación, la violencia y las enfermedades, muchas de ellas derivadas de la precariedad de las condiciones de vida.

El cierre de puertos italianos reduce las llegadas de inmigrantes pero multiplica las muertes, denuncia la Agencia de la ONU para los refugiados. La idea de que cuanto peor el viaje, menos se arriesgarán y por lo tanto, menos se ahogarán no se está cumpliendo. Además la devolución de los refugiados interceptados en el Mediterráneo a suelo libio está desbordando unos centros ya saturados, donde se hacinan los que huyen del hambre y la guerra.