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La otra mirada

Margarita y Elías, el triunfo del amor sobre los prejuicios

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La otra mirada - La relación de Margarita y Elías

La historia entre Margarita y Elías empezó con la incredulidad de ella: ¡Cómo una señorita de su clase y apellido iba a enamorarse de un vulgar y simple jardinero! El amor, descubrió la chica, no entiende ni de clases ni de educación.

La joven ha demostrado una gran madurez al volcarse en el diagnóstico de la enfermedad de Elías, que sufre esquizofrenia. La psiquiatría se ha convertido en su nueva pasión y su futuro académico, por ahora.

Los jóvenes despiden la temporada más unidos y enamorados qué nunca. ¿Qué pasará con ellos? No lo sabemos. De momentos te hemos preparado un recopilatorio de sus mejores momentos de la segunda temporada. ¡No te lo pierdas!

El amor y las expectativas

Cuando descubrió las primeras mariposas en el estómago, Margarita no daba crédito. ¿Cómo es posible que se haya enamorado de un chico que no es para nada su prototipo? Luisa le explicó que la vida es imprevisible y que, a veces, nuestras expectativas no se cumplen.

Margarita descubre que Elías está enfermo

Estaba claro que Elías era un chico un poco raro, pero lo que no esperábamos es que el problema que tiene es en realidad una enfermedad. La primera en darse cuenta fue Margarita, cuando le chico intentó mostrarle las voces que escuchaba.

La primera cita

No suele ser la más exitosa y en este caso se cumplió esa premisa. La primera cita oficial entre Margarita y Elías coincidió con el baile de Carnaval en la Academia. Ambos acudieron nerviosos y con muchas ganas de darse su primer beso, sin embargo, las voces acecharon a Elías en ese momento y truncaron todo.

Don Pascual confirma el diagnóstico

Tras incendiarse la Academia, Elías volvió a sufrir un nuevo ataque y en este caso se enteró todo el mundo de su problema. Las maestras y alumans se preocupan y don Pascual, cómo no, ayuda a calmarlas.

Margarita salva a Elías

Las voces vuelven a jugarle una mala pasada al chico y éste intenta suicidarse para dejar de oírlas. Margarita acude en su ayuda y consigue convencerlo para que no lo haga. ¡Su amor lo salva!