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Teatro, en cualquier sitio. En cualquier sitio, teatro

  • Los nuevos espacios escénicos han crecido en los últimos años como una necesidad para los creadores y una oportunidad para acercarse al público
  • La crisis y la subida del IVA cultural han supuesto para el sector el cierre de numerosas salas y compañías además de la pérdida de empleos y espectadores

Por
Crónicas - Teatro en cualquier sitio

FICHA TÉCNICA

GUIÓN: Carmen Bonet

REALIZACIÓN: Manuel Armán

IMAGEN: Javier Rollón

SONIDO: Alfredo Sánchez-Toledo

MONTAJE: Marga Serrano/Stella González

SONORIZACIÓN: Curro Escribano

POSTPRODUCCIÓN: Marta Garabatos

PRODUCCIÓN: Ana Pastor y Lourdes Calvo

Una foto puede convertirse en la metáfora perfecta de una situación. Y con el espectáculo de Fernando Sánchez-CabezudoMetro Cúbico, ocurre precisamente eso. Cualquier sitio, hasta el más pequeño, puede servir para hacer teatro, para comunicar, para llegar al espectador; pero además, Metro Cúbico, en estos tiempos de crisis, se convierte en la alegoría de la profesión: creadores, dramaturgos, actores…tienen que adaptarse y buscar la manera de sobrevivir.

Se ha venido en llamar “el circuito off”….una red de salas de teatro y espectáculo “fuera” de los circuitos más comerciales. Aunque ya ni tan siquiera deberíamos hablar de “salas”, porque podemos encontrar actores y representación en los lugares más inesperados, desde una peluquería hasta las azoteas de algunos barrios.

En los últimos años, el “off” ha ido creciendo con nuevas aportaciones, nuevos lugares que no dejan de sorprendernos. Pero, junto a esa proliferación de espacios, crecen también las situaciones precarias ante la falta de ayudas y de regulación.

Javier Ortiz, gerente de El Sol de York, en Madrid cree que los nuevos espacios obligan a una regulación del sector

Javier Ortiz, gerente de El Sol de York

La crisis, aún no superada, y la subida del IVA cultural del ocho al veintiuno por ciento, hace dos años, no han hecho sino empeorar la situación del sector. Desde distintos ámbitos, se lleva tiempo pidiendo una rebaja de ese impuesto. El pasado mes de julio, eran los empresarios culturales los que instaban al Gobierno para bajar al diez por ciento el IVA cultural.

Según el Anuario de Estadísticas Culturales correspondiente a 2013, la crisis se ha llevado por delante salas, compañías, empleos, festivales y, por supuesto, espectadores. El sector está “tocado”, pero se niega a estar “hundido”. Y las gentes del teatro, del espectáculo, siguen creando y mostrando su trabajo, mientras esperan soluciones. La situación les obliga a reinventarse.

Antonia Paso y Carlos Urrutia, actores

Antonia Paso y Carlos Urrutia, actores

Una casa o un piso pueden convertirse en pequeñas salas de teatro, en escenarios para nuevos autores. Una acertada y exitosa novedad, en algunos casos, que la crisis parece haber traído hasta nuestro país. En Argentina, donde saben de esto de la crisis desde hace mucho más tiempo, ya surgieron esas otras formas de organizarse para hacer teatro. El dramaturgo y actor Claudio Tolcachir ha dicho en alguna ocasión que "está bien que surjan espacios nuevos de riesgo e investigación que no dependen exclusivamente del éxito comercial, ni de las subvenciones... sino de hacer teatro porque te mueres de ganas, porque te mueres si no lo haces". Así nació, por ejemplo, Timbre 4,  la sala que creó en Buenos Aires, con sólo 50 localidades. Y aquí, en Madrid, en esa línea, surgió La Pensión de las Pulgas o La Casa de la Portera.

Para Jorge Sánchez, director de la Compañía argentina Faro Luciole, estos nuevos espacios están generando una nueva dramaturgia

Jorge Sánchez, director de la Compañía argentina Faro Luciole

Lo que si resulta casi indiscutible es que estos nuevos espacios aportan una cercanía con el público. La relación del espectador con el actor ya no es la misma, y el público se acerca, precisamente, buscando una experiencia diferente. De simple espectador se puede pasar a formar parte de la propia historia, y a vivirla con una proximidad que no se encuentra en el teatro convencional. El secreto por el que algunos de estos lugares funcionan y tienen éxito es, tal vez, porque el público está en el epicentro del espectáculo. No es un mero espectador. Además, en ocasiones, las pequeñas salas consiguen que un barrio, que unos vecinos, se identifiquen con esos locales y esa manera de hacer teatro y espectáculo, mucho más cercana y propia.

Fernando Sánchez Cabezudo. Sala Kubik , en el barrio de Usera en Madrid

Fernando Sánchez Cabezudo. Sala Kubik

El acto de comunicación que supone el teatro, puede surgir en cualquier lugar. No es algo nuevo. Ya hace muchos siglos que los comediantes andaban de pueblo y pueblo, y de plaza en plaza. Pero hoy, además de convivir con la crisis, el teatro tiene que volver a ganarse al público. Al de siempre y al que apenas lo conoce. Y algunas nuevas formas y nuevos espacios lo están consiguiendo.

Ramón Barea, Premio Nacional de Teatro 2013: “El teatro está también por reinventar”

Ramón Barea, Premio Nacional de Teatro 2013