Mezclar la mantequilla en pomada con el azúcar, el huevo, la levadura, un chirrín de vainilla y una pizca de sal.
Incorporar la harina poco a poco y trabajar la mezcla hasta obtener una masa homogénea que se despegue de las manos.
Extender la masa con el rodillo sobre una superficie enharinada y dividirla con un cortapastas de formas variadas.
Decorar las galletas con fruta escarchada, piñones o cualquier otro fruto seco, disponerlas en una bandeja engrasada con mantequilla y cubierta con un tapete de silicona y hornearlas a 180º con calor por arriba y por abajo durante 10 minutos.