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Cerca de 5.000 colombianos quieren trabajar como temporeros en España. Son los que se han presentado a las pruebas de selección para recolectar fruta durante varios meses. Deben ser menores de 50 años, tener experiencia y comprometerse a volver a su país al final del contrato. Las empresas españolas que forman parte del proyecto han seleccionado junto a la agencia pública de empleo colombiana, Sena, a 1.500 temporeros.

Todos ellos viven en entornos de pobreza que habitualmente vienen de generaciones y ven en esta oferta de trabajo una oportunidad de cambiar sus vidas. Una buena parte de los trabajadores son mujeres, muchas de ellas madres solteras. Una vez en España serán trabajadores fijos discontinuos con unos salarios previstos que oscilan entre los 1.100 y 1.300 euros. Aseguran que con el dinero que guarden podrán vivir meses ya de vuelta a su país. El alojamiento en España corre a cargo de la empresa que también paga la mitad del viaje.

Hemos hablado con ellos durante el proceso de selección para conocer mejor sus expectativas, miedos y lo que supone dejar atrás a su familia durante meses como única opción de salir adelante.

Las universidades argentinas están en pie de guerra contra los recortes del presidente Javier Milei. Aunque los fondos para Educación en 2024 son equivalentes a los de 2023, la inflación ha reducido significativamente el valor real de los presupuestos, hasta un 80%. La investigación y la formación universitarias se quedan atrás y ponen en riesgo la dación de becas para los estudiantes más desfavorecidos.

Ecuador vuelve a las urnas este domingo para votar una consulta-referéndum sobre seguridad, justicia y empleo planteada por el Gobierno de Daniel Noboa, la primera de un convulso mandato de apenas seis meses, en el que se han producido dos estados de excepción, primero por la delincuencia organizada en el país y ahora por una crisis energética. También en medio de las fuertes tensiones diplomáticas con México debido a la irrupción de la Policía en su embajada para la detención del exvicepresidente Jorge Glas. Foto: AP Photo/Dolores Ochoa