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Condenan a Castilla-La Mancha a pagar la mayor indemnización por negligencia médica en España

  • Una niña quedó tetrapléjica durante el parto, en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas, en 2012
  • La justicia ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha a pagar 5,5 millones de euros a la paciente

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Condenan a Castilla-La Mancha a pagar la mayor indemnización por negligencia médica en España

El juzgado de lo Penal número 1 de Ciudad Real ha impuesto al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) el pago de una indemnización de 5,5 millones de euros, que tendrá que abonar a la familia de una niña que quedó tetrapléjica por una serie de negligencias médicas en su parto, el 14 de octubre de 2012, en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas. Se trata de la mayor indemnización por mala praxis médica impuesta en España, según ha informado la Asociación el Defensor del Paciente.

La condena penal por “lesiones por imprudencia” al ginecólogo y la matrona ha resultado de conformidad, pero no la indemnización (2,5 millones, más los intereses), que es recurrible. La cantidad de 5,5 millones de euros es el resultado de sumar tres millones de euros, en concepto de intereses, a los 2,5 millones de la indemnización. Además, la sentencia contempla una pensión anual de 25.500 euros para los padres.

La asociación El Defensor del Paciente ha dado a conocer este miércoles la sentencia, que ha establecido "la mayor indemnización de la historia de las negligencias médicas en España por una serie de errores médicos", ha indicado el letrado que ha llevado el caso, Francisco Javier Fernández-Bravo.

El abogado, que ha estado acompañado de la presidenta de la Asociación el Defensor del Paciente, Carmen Flores, y la madre de la niña que sufrió las consecuencias de la mala praxis médica, A.P.C, han dado a conocer los detalles de esta sentencia.

Fernández-Bravo ha comentado que la sentencia reconoce el derecho de la menor y sus padres a recibir esta importante cantidad de dinero que deberán abonar el Sescam y las aseguradoras Zúrich y Mapfre, como consecuencia de las graves secuelas ocasionadas por errores médicos durante el parto.

La sentencia condena tanto al ginecólogo como a la matrona que asistieron el parto por un delito de "lesiones por imprudencia profesional grave".

Según ha comentado Fernández-Bravo, y se recoge en la sentencia consultada por Efe, los hechos tuvieron lugar en octubre de 2012 cuando la madre de la niña acudió al Hospital de Valdepeñas al encontrarse de parto.

"Proceder absolutamente negligente"

Una vez ingresada, durante el proceso de alumbramiento los profesionales sanitarios no evitaron el sufrimiento fetal que sufrió la niña, al tener "un proceder absolutamente negligente" y no adoptar las medidas necesarias "encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal, en orden a la finalización del parto y evitación de un sufrimiento fetal irreversible".

La actuación médica desencadenó que la recién nacida sufriera "un grave y severo daño neurológico" como consecuencia de la falta de oxígeno, causada por el descenso repetido y mantenido de la frecuencia cardíaca fetal.

El letrado ha detallado que cuando A.P.C. acudió al hospital lo hizo tras una gestación normal, después de haber pasado todos los controles previos con resultados normales.

La madre de la menor, profundamente conmovida, ha explicado a los medios de comunicación, que su hija sufre la pérdida total de autonomía para las actividades esenciales de la vida diaria como hablar, comer, moverse o respirar.

"Me duele verla así" ha asegurado, tras relatar los esfuerzos que está realizando la familia para que cuente con las mejores atenciones y servicios que para ella son básicos, y ha comentado que la intención de la familia es que la niña pueda ser escolarizada y ha agradecido las numerosas muestras de solidaridad que ha recibido la familia a lo largo de estos años.

La Junta sostiene que la menor ha recibido los cuidados necesarios

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha sostenido que la menor ha recibido los cuidados necesarios y ha reiterado que se produjo un "entendible" fallo humano reconocido por los propios autores, a la vez que ha insistido en que la indemnización es "algo añadido", dado que la niña, que ahora tiene ocho años, y su familia han recibido "los cuidados que habrán necesitado en este tiempo".