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Tensión EE.UU. - Irán

Crisis iraní: cuatro posibles escenarios después del asesinato de Soleimani

  • EE.UU. golpea a Irán con el asesinato de Soleimani, su general supremo, y mueve el tablero de Oriente Próximo
  • La respuesta de Teherán puede conllevar ataques estratégicos, negociaciones o incluso el bloqueo del Estrecho de Ormuz

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Viandantes cruzan un paso elevado en el que se muestra un cartel del ayatolá Alí Jamenei (izq), abrazando a Soleimani
Viandantes cruzan un paso elevado en el que se muestra un cartel del ayatolá Alí Jamenei (izq), abrazando a Soleimani

No se sabe ni cómo ni cuándo, pero todos apuestan a que Irán devolverá el golpe recibido con el asesinato del general Qasen Soleimani, uno de sus oficiales más importantes. Arquitecto de la expansión iraní en la región, era también jefe de la unidad de élite de los guardianes de la revolución, responsable de las milicias chiitas en Irak y de la participación iraní en Siria, donde ha sido un apoyo inquebrantable para el régimen de Bachar al Asad.

Tenía 62 años y su asesinato, por el ataque de un avión norteamericano no tripulado, lo ha convertido ya en mártir de la patria. Desde el viernes, sus partidarios lloran en las calles y se han decretado tres días de duelo nacional.

Venganza es la palabra en boca de ciudadanos y también del Consejo Nacional de Seguridad iraní, reunido en sesión de urgencia y que ha adelantado que esta se producirá “en el lugar y el momento adecuados”.

Progresivo deterioro de relaciones entre Irán y EE.UU.

El asesinato del general Soleimani marca un antes y un después en la política de tensión entre Irán y EE.UU, sobre todo, después de que Washington decidiera en 2018 abandonar el Acuerdo Nuclear sobre Irán de 2015.

A partir de aquí, las relaciones Washington-Teherán no han cesado de empeorar hasta llegar ahora al golpe que ha constado la vida a Soleimani.

De entrada, su muerte cierra cualquier fisura previa entre las distintas facciones iraníes. Todos a una señalan a EE.UU. como culpable y reclaman venganza.

Consecuencias tan graves como difíciles de calcular

Aunque la posibilidad de una confrontación militar no puede ser descartada, el Guía Supremo iraní, Alí Jamenei se enfrenta al dilema de decidir entre la moderación o la dureza.

La moderación podría debilitar su posición en el interior, sobre todo, entre los representantes de la expansión iraní, a los que lideraba el asesinado Solemani. Por esta razón, Irán podría optar por una represalia de menor escala.

Para Karim Sadjadpour, miembro principal de la Carnegie Endowment para la paz internacional, Jamenei debe calibrar cuidadosamente la reacción porque si con "una respuesta débil corre el riesgo de perder la cara, con una respuesta excesiva corre el riesgo de perder la cabeza". ¿Qué respuestas podría barajar Irán?

1. Respuesta militar

Según un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE. UU. (DIA) de diciembre, el poder militar de Irán depende de tres núcleos capacidades: su programa de misiles balísticos, sus fuerzas navales como potencial amenaza a la navegación en el Golfo rico en petróleo y su milicia en países satélites como Siria, Irak y Líbano.

Irán asegura tener misiles guiados con precisión, misiles de crucero y drones armados capaces de atacar bases militares estadounidenses en el Golfo y de llegar hasta su Israel, un aliado de Estados Unidos. Sus misiles balísticos Shahab tienen un alcance de 2,000 km y son capaces de transportar varias ojivas.

En represalia por el asesinato de Soleimani, Teherán o sus los representantes podrían atacar a los petroleros en el Golfo y el Mar Rojo, una importante ruta para el petróleo y otros tipos de comercio, que une el Océano Índico con el Mediterráneo a través del Canal de Suez.

2. Bloquear el Estrecho de Ormuz

Uno de los puntos más críticos es el Estrecho de Ormúz, por el que circula un quinto de la producción mundial de petróleo. Una confrontación militar o tensiones elevadas podrían provocar la interrupción de este tráfico que, incluso por un corto período de tiempo, tendría consecuencias perjudiciales tanto para Estados Unidos como para muchos otros países.

Irán no tiene capacidad legal de cerrar esta vía fluvial unilateralmente porque parte de ella está en aguas territoriales de Omán, a donde el Reino Unido, que apoya las acciones de Trump, ha enviado ya dos buques de guera. Sin embargo, la amenaza persiste desde el momento en que los barcos han de cruzar aguas iraníes que están bajo la responsabilidad de la Armada de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.

Teherán podría usar sus misiles y drones, minas, lanchas rápidas y lanza misiles en el área del Golfo para enfrentar a los Estados Estados y sus aliados. En los últimos años, los enfrentamientos entre los guardias revolucionarios y el ejército de los EE.UU. en el Golfo han sido periódicos.

Para EE.UU. cerrar el Estrecho supondría cruzar una línea roja que obligaría a Washington a tomar medidas para reabrirla.

No se sabe si preparándose para lo peor, EE.UU. tiene listo ya el envío de más de 3.000 soldados para reforzar la seguridad de las posiciones norteamericanas en Próximo Oriente.

El propio Guía supremo iraní, Alí Jamenei, ha prometido una venganza implacable contra los responsables y ha aprovechado para elogiar en su cuenta de Twitter la labor de Soleimani. También que no hay duda de la gran nación iraní, así como las otras naciones libres de la región, tomarán venganza sobre la América criminal por esta "horrible muerte".

Pero según Alí Alfoneh, miembro principal del Instituto de Estados Árabes del Golfo en Washington, es poco probable que Irán se apresure a actuar.

3. El ataque de proxys 

Para el profesor de Semíticas en la Universidad de Barcelona y experto en Oriente Próximo, Francisco del Río, "Irán necesita estabilidad, mantener sus comunicaciones con sus aliados tranquilas, por lo que no es previsible un ataque directo, sino una venganza a través de sus 'proxys', que es como funciona habitualmente; 'proxys'como Hezbollah, que podrían desencadenar ataques contra intereses norteamericanos".

Con ambos coincide Karim Sadjadpour, de la Carnegie Endowment, que en su cuenta de Twitter no cree probable "que Irán lance un ataque total en las próximas 48h, pero sí que mantenga, por medio de sus 'proxys', una guerra sostenida a lo largo de los próximos meses contra EE.UU. y sus aliados.

Por el contrario, EE.UU., según del Río, "con esta provocación, nada menos que el asesinato de su general supremo, lo que constituye un acto de guerra en sí mismo, estaría intentado una respuesta directa de Irán. Este es el órdago más fuerte de Trump para conseguirlo y puede tener consecuencias descontroladas para la región."

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este sábado que tiene identificados 52 objetivos de Irán para responder "muy rápido" y "muy duro" a las eventuales represalias de Teherán. Según Trump, "algunos de estos objetivos son de muy alto nivel y muy importantes tanto para Irán como para la cultura iraní".

El ejercito iraní, a través de su general Abdolrahim Moussav, ha quitado importancia a este último desafío de Trump diciendo que duda que EE.UU. se atreva a cumplir una amenaza semejante.

Según Francisco del Río, en contra de lo que pueda parecer, "no sería Irán, sino EE.UU. quien tiene el pie menos firme en la zona. Está intentando provocar el caos e idealmente, una guerra regional directa pero eso no parece probable por prudencia obligada de los iraníes.

4. Diplomacia

Frente a un hipotético escenario bélico, hay otro de negociaciones. Con su retirada del Acuerdo Nuclear sobre Irán, firmado en Viena por Europa, China y Rusia, EE.UU. ha incrementado sus sanciones económicas buscando una asfixia creciente de la economía iraní, debilitada también por la mala gestión del propio gobierno iraní y sus enormes gastos a favor de sus protegidos en la zona.

Con esta asfixia económica, Washington aspiraría a que sea el descontento de la propia sociedad iraní quien se levante contra el régimen, al tiempo que obligue a Irán a aceptar nuevas negociaciones sobre el tema Nuclear, que incluya también sus misiles balísticos y la intervención iraní en los países de la zona.

2020 es un año de incertidumbre para la zona pero en el que no se preven horizontes tranquilos. El próximo febrero, Irán celebrará elecciones legislativas y se prevé que los duros del régimen, contrarios tanto al acuerdo Nuclear de Viena como a renegociar con EE.UU., consigan la mayoría en las urnas.

Israel, otro actor a tener en cuenta en el conflicto, ve con intranquilidad cómo Irán ha ido colocando sus fichas y cerrando el cerco en torno suyo. 'Anillo de Fuego' es el nombre con el que ya se conoce la amenaza de Irán a través de los misiles de sus aliados desplegados desde Siria, Irak y Gaza. El ataque israelí a estas posiciones es constante y no se descarta que Israel termine desencadenando una operación mayor.