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Cifuentes asegura que su dimisión fue "planificada" por empresarios y políticos del PP

  • Reconoce que la imputación en Púnica fue un "mazazo" personal
  • Insiste en que no se llevó "ni un euro de dinero público"

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Cristina Cifuentes, en la rueda de prensa en la que anunció su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid, el 25 de abril de 2018.
Cristina Cifuentes, en la rueda de prensa en la que anunció su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid, el 25 de abril de 2018.

La expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes ha asegurado este lunes que todo lo que condujo a su dimisión hace año y medio "se planificó en un despacho y se ejecutó con precisión matemática" y ha culpado de ello a políticos del PP y a "algún empresario que quería recibir un dinero de la Comunidad que no recibió".

En una entrevista en Telecinco, Cifuentes ha sostenido que en su "linchamiento" se produjo una "tormenta perfecta" en la confluyeron diferentes intereses de distintas personas que la veían como la causa de sus problemas y decidieron "quitarla de enmedio", entre ellas empresarios que "no vieron cubiertas sus expectativas económicas" y políticos del PP a los que "les vino de miedo" su dimisión en un momento en el que algunos en su partido la veían como la sucesora de Mariano Rajoy.

"Hubo también un componente de venganza en personas que me la tenían jurada desde que empecé a levantar alfombras", ha denunciado la que fuera presidenta madrileña desde 2015 a 2018, que ha recordado además que a la oposición también le "venía muy bien" desgastarla.

Asegura que no se llevó "ni un euro de dinero público"

Tras defender que no tiene "nada que ocultar" y que su imputación en el caso Púnica le "sorprendió bastante" y fue un "mazazo" personal porque ella no tiene "nada que ver" en ese asunto, ha defendido que no se ha llevado jamás "ni un euro de dinero público".

"En el PP lo sabe todo el mundo, en esos años no tuve nada que ver con la gestión económica ni con la gestión de sus campañas electorales, ni con nada de nada", ha asegurado la expresidenta del partido.

También se ha referido a la adjudicación del contrato de la cafetería de la Asamblea de Madrid, por la que está siendo investigada, y ha insistido que se hizo "atendiendo al cien por cien los requisitos técnicos", que no modificó "ni una sola coma" y que tampoco participó en "la elaboración de los pliegos".

Pese a que ahora la decisión la tomará el juez, la exdirigente regional ha sostenido que en España el término imputación "ha perdido completamente su sentido" porque cuando se produce ya se está condenado tanto por los medios como socialmente.

"Ya eres culpable y ya luego no pasa nada si se te levanta la imputación. El sufrimiento entre medias en lo que se queda", ha manifestado. En este punto, ha indicado que ella va a dar "todas las explicaciones" que sea necesario y ha asegurado que su inocencia "en todas aquellas cosas" de las que le ha acusado "va a quedar clara".

Casado se desentiende de lo sucedido "hace décadas"

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha marcado este lunes distancias con los casos de corrupción que han afectado a su formación en los últimos años y ha avisado de que no va a tolerar que sus adversarios políticos le hagan responsable de lo que "pasó hace décadas". 

Casado ha lanzado este aviso en la presentación de la conferencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, organizada por el Fórum Europa, justo cuando la semana pasada una veintena de testigos e imputados abrirán la ronda de declaraciones de la trama Púnica. 

El líder del PP ha recalcado que Moreno llegó a la Junta de Andalucía para "abrir puertas y ventanas". "Quiero aprovechar, después de estas semanas, para decir que comparto ese objetivo. En el PP no cabe ninguna conducta que no sea ejemplar y no vamos a tolerar que nadie no haga lo que tenga que hacer", ha proclamado.

Dicho esto, ha lanzado un mensaje contra los partidos que culpan a la actual dirección del PP y ha dicho que no va a permitir que los adversarios políticos intenten hacerles "responsables de lo que pasó hace décadas". A su entender "no todo vale en política" y "no admiten ni recetas ni carnés de honestidad por parte de otros partidos".

Tras dejar claro que la receta del PP es "máxima severidad", Casado ha afirmado que si alguien ha hecho "algo mal, lo va a pagar" porque "afortunadamente viven en un Estado de Derecho" y ha insistido en que la honestidad es la "principal exigencia" del Partido Popular desde que Moreno está al frente de la Junta y él al frente del Partido Popular.