Enlaces accesibilidad
'Brexit'

Boris Johnson promete en Irlanda del Norte impedir una frontera dura aunque haya un 'Brexit' sin acuerdo

  • El primer ministro británico ha visitado la región, donde se plantea el principal obstáculo para acordar el Brexit
  • También ha tratado de mediar entre nacionalistas irlandeses y unionistas para desbloquear el Gobierno autónomo

Por
Boris Johnson prosigue en Irlanda del Norte su gira por el 'Brexit'

El periplo de Boris Johnson por el país que gobierna desde hace menos de una semana le ha llevado este miércoles hasta Irlanda del Norte, donde el nuevo primer ministro británico ha vuelto a insistir en que Reino Unido saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre con o sin acuerdo, al tiempo que prometía que, aunque el Brexit sea por las bravas, no habrá una frontera dura en la isla de Irlanda.

Así se lo ha trasladado a los líderes de los partidos políticos norirlandeses, a los que también ha instado a superar el bloqueo que, desde enero de 2017, impide formar un nuevo Gobierno autónomo en Belfast entre protestantes y católicos.

Este vacío de poder ha avivado, asimismo, el temor a que Londres tome las riendas de la región si Reino Unido opta por un Brexit duro, ante las diferencias que mantienen el probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) y el nacionalista Sinn Féin, principales representantes de las comunidades protestante y católica norirlandesas.

Según ha informado un portavoz del 10 de Downing Street, Johnson les ha pedido que "intensifiquen sus contactos" para lograr la "restauración de las instituciones de gobierno tan pronto como sea posible".

La libra esterlina sufre una fuerte caída ante el temor a un 'Brexit' sin acuerdo

La salvaguarda irlandesa, el gran obstáculo

Johnson, ha indicado la misma fuente, también "dejó claro" que el Reino Unido abandonará la UE el próximo 31 de octubre "pase lo que pase", aunque su "intención es hacerlo con un acuerdo". En caso contrario, ha dicho el portavoz, Johnson está comprometido a que no haya una frontera física entre las dos Irlandas, a fin de respetar el acuerdo de paz del Viernes Santo, de 1998, el texto que puso fin al conflicto sectario en la provincia entre católicos y protestantes.

No obstante, el líder tory rechaza la solución propuesta por Bruselas y Dublín para asegurar la invisibilidad de la frontera tras el Brexit, que pasa por la aplicación de la controvertida salvaguarda irlandesa o backstop. Este mecanismo de seguridad prevé mantener a Irlanda del Norte alineada con ciertas normas del mercado único y la unión aduanera, mientras que el resto del Reino Unido quedaría fuera de esos espacios económicos.

Ese arreglo podría prolongarse mientras Londres y Bruselas negocian la futura relación comercial, por lo que el DUP, cuyos diez diputados en Westminster permiten a Johnson gobernar en minoría, lo rechaza, al temer que la región quede aislada indefinidamente del resto del Reino Unido.

Los diputados del DUP, junto al ala dura del Partido Conservador, fueron quienes votaron, hasta en tres ocasiones, con la oposición en contra del acuerdo de salida que la ex primera ministra Theresa May pactó con Bruselas, un rechazo que le costó el cargo en el Gobierno y en el liderazgo de los tories.

La fractura del 'Brexit' vuelve a las calles de Reino Unido con la llegada de Boris Johnson al poder.

Los nacionalistas exigirán un referéndum de reunificación si hay Brexit duro

La líder del DUP, Arlene Foster, ha recordado este miércoles que Johnson considera que el plan de ruptura de su antecesora "está acabado" y que la salvaguarda debe de ser suprimida, a pesar de que la Unión Europea ha advertido de que es "intocable".

"Está claro que el backstop ha causado todos los problemas en el acuerdo de salida y, en consecuencia, debe centrar las negociaciones para solucionarlo. Por ello, apoyamos al primer ministro", ha zanjado Foster.

Por su parte, la presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, ha avisado que Johnson deberá convocar un referéndum sobre la reunificación con Irlanda si Reino Unido abandona la UE sin un acuerdo. "Le hemos dicho que eso sería catastrófico para la economía irlandesa, para nuestros medios de vida, para nuestra sociedad, nuestra política y nuestros acuerdos de paz", ha explicado.

En ese contexto de divorcio a la bravas, ha recalcado, sería "impensable" que Johnson "no incluyese en sus planes" de contingencia la celebración de una consulta sobre la reunificación irlandesa, tal y como permite el acuerdo de paz del Viernes Santo.