"Aprite i porti", el grito de Lampedusa cinco años después

• Más de 360 migrantes murieron ahogados frente a las costas de la isla italiana el 3 de octubre de 2013
• La tragedia supuso una llamada de atención humanitaria a los gobiernos, centrados ahora en el control de fronteras

Lampedusa recuerda el naufragio de 368 personas que conmovió al mundo

No son muchas las personas que vemos concentradas pero el mensaje es claro: "abran los puertos". Es lo que pone en una gran pancarta roja colgada en la isla italiana de Lampedusa, un mensaje para su gobierno y para todos los gobiernos europeos que han cerrado sus puertos a las ONGs que rescatan a migrantes en el Mediterráneo Central.

El barco Astral de la ONG Open Arms pasa por esta isla el mismo día en que se cumple un terrible aniversario. El 3 de octubre de 2013, una embarcación en la que viajaban más de 500 personas en busca de un futuro en Europa, naufraga a escasos 800 metros de la costa de Lampedusa. Mueren más de 360 personas, aunque es difícil saber el número exacto. Antes habían pedido ayuda, pero parece que los barcos que pasaron cerca de ellos estaban mirando en otra dirección.

El recuento de fallecidos continúa mientras llegan los cuerpos al centro de acogida de inmigrantes de la isla. En la patera viajaban unas quinientas personas.

El fin de la ayuda humanitaria

El naufragio supuso un antes y un después en Italia, que puso en marcha la Operación Mare Nostrum. Duró solo un año -hasta finales de 2014- porque suponía mucho dinero. Italia solicitó ayuda a Europa y la solución a la que llegaron los Estados miembros se bautizó con el nombre de Operación Tritón, gestionada por la Agencia Europea, FRONTEX. Con ella desaparecieron Mare Nostrum y el apoyo humanitario a los migrantes. Tritón solo se hacía cargo de controlar las fronteras.

Fue entonces cuando apareció un vacío de ayuda humanitario cubierto por las ONG. Llegaron a concentrarse más de diez en la zona del Mediterráneo Central, pero se han tenido que ir retirando conforme aumentaban las presiones de algunos gobiernos.

Hoy ya no queda ninguna pero la situación puede cambiar en sólo unas horas, cuando el Astral llegue a la zona de rescate del Mediterráneo Central. Allí, en aguas internacionales, cerca de la costa de Libia, denunciará con su presencia el vacío que existe en estos momentos para asistir a los migrantes que navegan a la deriva. Un vacío que muchas veces no se ve, pero que existe, según las ONG.