Enlaces accesibilidad
Guerra en Libia

Las fuerzas del mariscal Hafter anuncian el fin de las operaciones en Bengasi

  • En julio cesaron las operaciones tras tres años de asedio en la ciudad libia
  • En lo que va de año, más de 160 soldados de la operación han muerto
  • Controla alrededor del 70% del territorio, disputado con la facción de al Serraj

Por
Soldados de las fuerzas de Hafter se hacen una foto antes de entrar en combate con las milicias islamistas en Bengasi
Soldados de las fuerzas de Hafter se hacen una foto antes de entrar en combate con las milicias islamistas en Bengasi.

La unidad de élite Al Saiqa (Relámpago), dirigida por el general Jalifa Hafter, que controla el este de Libia, ha anunciado el fin de sus operaciones militares en Bengasi tras conseguir la liberación en julio. La ciudad es la segunda más importante del país y capital del alzamiento contra la dictadura de Muamar Al Gadafi.

Durante una conferencia de prensa, su portavoz, Milud al Zaui, ha declarado que esta fuerza, que participa en la operación Al Karama (Dignidad), lanzada por Hafter en 2014 para arrebatar Bengasi de las manos de fuerzas islamistas, ha logrado liberar y tomar el control de Sidi Ajribesh, en el centro de la ciudad.

Según ha precisado el portavoz, durante este último año la operación se saldó con la muerte de 157 soldados durante los combates en Bengasi, de los cuales 77 murieron en enfrentamientos directos.

"Otros 67 soldados han perdido la vida y 40 resultaron heridos como consecuencia de las múltiples explosiones de minas antipersona" y ha añadido: "no disponemos de suficientes dispositivos para la detección de minas terrestres".

Seis soldados muertos en la jornada del jueves

Por su parte, fuentes de seguridad han informado a Efe que durante la jornada de este jueves, al menos seis miembros de la operación Al Karama murieron en combates contra las milicias salafistas Maylis al Shura y Zuar de Bengasi que perdieron a tres de sus hombres.

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde en Bengasi y contribuyera militarmente a la caída del régimen dictatorial de Muamar el Gadafi.

Seis años después, dos Gobiernos, uno en Trípoli (oeste) y liderado por Fayed al Serraj y otro en Tobruk (este), liderado por el general Hafter,  luchan por hacerse con el poder con ayuda de decenas de milicias que cambian de bando a menudo. El pasado mes de julio, las dos partes acordaron el alto el fuego y la celebración de elecciones en la primavera de 2018.

Con la decisión de Hafter, se pone de manifiesto su control de alrededor de 70% del territorio, incluidos sus principales recursos petroleros, y está inmerso en un proceso de negociación con el Gobierno de Trípoli, sostenido por la ONU, al que no reconoce.