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El partido gobernante de Polonia releva a la primera ministra

  • Mateusz Morawiecki sustituirá a la saliente Beata Szydlo
  • El actual ministro fue el responsable de uno de los principales bancos en Polonia

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Beata Szydlo y Mateusz Morawiecki durante un congreso en Polonia el pasado mes de noviembre
Beata Szydlo y Mateusz Morawiecki durante un congreso en Polonia el pasado mes de noviembre

El comité ejecutivo del partido que gobierna Polonia, la fuerza nacionalista y conservadora Ley y Justicia (PiS), ha decido este jueves que el actual ministro de Finanzas y Desarollo, Mateusz Morawiecki, sustituya a la primera ministra, Beata Szydlo, y asuma la dirección del Ejecutivo.

La portavoz de PiS, Beata Mazurek, ha informado de que Szydlo ha presentado su dimisión para ceder el testigo a Morawiecki.

Mateusz Morawiecki fue el responsable de uno de los principales bancos en Polonia, el BZWBK, adquirido por el Grupo Santander en 2011, antes de convertirse en ministro tras la victoria de Ley y Justicia en las elecciones de octubre de 2015, aunque hasta marzo de 2016 no se afilió a esta formación.

Su nombramiento se hará efectivo previsiblemente la próxima semana, después de que el Parlamento lo apruebe en un procedimiento simplificado que requiere los votos a favor de 231 diputados de los 460 que componen la cámara baja (PiS cuenta con una mayoría de 235 escaños).

Una remodelación de gobierno "necesaria"

Para la portavoz de Ley y Justicia, la remodelación del Gobierno es necesaria para abordar "reformas cruciales para la ciudadanía".

PiS, el primer partido en ganar unos comicios generales por mayoría absoluta en la historia moderna de Polonia, ha impulsado una serie de polémicas iniciativas legales en los últimos dos años, como las reformas de los medios de comunicación públicos o del sistema judicial, además de mantener su negativa a acoger solicitantes de asilo dentro del mecanismo de relocalización impulsado por la UE.

Una de las últimas reformas judiciales, que puede ser votada mañana en el Parlamento, ha provocado, como las anteriores, fuertes críticas internacionales, ya que supone reforzar el control político sobre el Tribunal Supremo y el órgano de gobierno de los jueces.

De hecho, varios analistas creen que la decisión de anunciar este jueves los cambios en la dirección del Gobierno es un intento de distraer la atención ante la votación que podría tener lugar mañana, así como una fórmula para poder culpar a la saliente Beata Szydlo de los problemas que hasta el momento ha generado el Ejecutivo.

Desde Bruselas, y ante el temor de que estas reformas erosionen el estado de derecho y contravengan los valores comunitarios, se ha abierto un procedimiento de infracción contra el país centroeuropeo, mientras que la Comisión Europea ha decidido llevar a Polonia ante la Justicia europea por no cumplir con sus obligaciones respecto a la acogida de solicitantes de asilo.

Críticas y apoyos

El principal partido de la oposición en Polonia, la fuerza de centro-derecha Plataforma Ciudadana, acusa al Gobierno de Ley y Justicia de promover reformas antidemocráticas y de alejar al país del resto de la UE con sus políticas autoritarias.

Sin embargo, la buena marcha de la economía (con una tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto de casi el 5 % durante el pasado trimestre) ha permitido que el Ejecutivo superar las críticas y ganar apoyos en las encuestas.

La última publicada le augura el 45 % de los votos, lo que permitiría al partido gobernante renovar la mayoría absoluta en caso de que hoy se celebrasen elecciones parlamentarias.

En este contexto, los medios locales también entienden la remodelacióngubernamental como un intento de acercar posiciones con el presidente del país, Andrzej Duda,  también vinculado a Ley y Justicia, quien en julio de este año se negó a ratificar parte de la reforma de la Justicia impulsada por el Gobierno.

El presidente ya ha anunciado que no dará su aprobación a la reforma si ésta supera "ciertas líneas rojas".

Los medios también destacan a Morawiecki, ex banquero con experiencia internacional y fluidez en varios idiomas, como una figura capaz de mejorar la maltrecha relación del Ejecutivo polaco con la Unión Europea.