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Hamás llama a lanzar "una nueva intifada" por la decisión de Trump sobre Jerusalén

  • La tensión aumenta en Palestina en el primer día de huelga general
  • Todas las facciones palestinas han convocado tres "días de la ira"
  • El Ejército israelí despliega fuerzas adicionales en Cisjordania
  • Las protestas se extienden por otros países musulmanes, como Turquía e Irán

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Hamás llama a una "nueva intifada" tras la decisión de Trump sobre Jerusalén

Las protestas van en aumento en los territorios palestinos este jueves, primera jornada de los "tres días de la ira" convocados por las diferentes facciones palestinas contra la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital israelí, una decisión que rompe la línea diplomática aplicada no sólo por Estados Unidos, sino por toda la comunidad internacional desde los años 80. El movimiento radical palestino Hamás ha llamado a iniciar una "nueva intifada" este mismo viernes, que ha bautizado como "la liberación de Jerusalén".

Un total de 24 palestinos han resultado heridos por fuego real y balas de goma en enfrentamientos con soldados israelíes y un centenar de personas han sido atendidas por los servicios de emergencias.

Para prepararse ante un previsible aumento de la violencia, el Ejército israelí ha desplegado fuerzas adiciones en el territorio palestino ocupado de Cisjordania y, a última hora de la jornada, ha atacado dos puestos militares de Gaza en respuesta al lanzamiento de proyectiles desde la Franja hacia su territorio.

"No se puede plantar cara a la política sionista apoyada por Estados Unidos más que con el lanzamiento de una nueva intifada", ha declarado el jefe político de Hamás, Ismail Haniya, que ya advirtió el miércoles de que Trump ha abierto "las puertas del infierno para los intereses estadounidenses en la región".

"Un punto de inflexión histórico para la causa palestina"

En una rueda de prensa en Ciudad de Gaza, también ha pedido que se suspenda la coordinación de seguridad y la cooperación "con la ocupación israelí". Para Haniya, "la decisión de Trump marca el final de una fase política" y significa "un punto de inflexión histórico para la causa palestina".

"Afirmamos que Jerusalén está unida, no es oriental ni occidental, y seguirá siendo la capital de Palestina, de toda Palestina", ha reiterado el dirigente de Hamás, que ha avisado que "Trump se arrepentirá de su decisión".

Según el líder islamista, después de la decisión de Trump, la Autoridad Nacional Palestina "debe salir del túnel de Oslo, que proporcionó a la ocupación la legitimidad para existir".

Protestas en Gaza y Cisjordania

Allí, en la Franja de Gaza -después de una noche de protestas donde se han quemado banderas estadounidenses y se han lanzado cócteles molótov-, cientos de palestinos se han concentrado desde primeras horas de este jueves en diferentes localidades, como Ciudad de Gaza, Jan Junis o Jabaliya, agitando banderas de Hamás y cantando lemas contra Estados Unidos y su presidente.

Al menos 24 palestinos han resultado heridos por fuego real y balas de goma en los enfrentamientos con las tropas israelíes en la frontera de Gaza con Israel. El servicio de emergencias Media Luna Roja (servicio de emergencias equivalente a la Cruz Roja en los países musulmanes)ha informado de que en los disturbios de esta primera jornada han atendido a 108 personas, entre ellas, 77 por inhalación de gas lacrimógeno, cinco por heridas de bala, 19 por balas de goma recauchutadas y el resto por golpes y contusiones.

Las protestas contra la decisión de Trump sobre Jerusalén, en imágenes

La comunidad internacional condena el anuncio del presidente

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  • Protestas palestinas contra la decisión de Trump sobre Jerusalén

    Un joven palestino protesta envuelto en el humo de las hogueras encendidas en Ciudad de Gaza contra Trump

  • Un policía israelí forcejea con un palestino junto a la Puerta de Damasco en la Ciudad Vieja de Jerusalén

    Un policía israelí forcejea con un palestino junto a la Puerta de Damasco en la Ciudad Vieja de Jerusalén

Además, El seguimiento de la huelga general está siendo muy amplio, según las primeras informaciones, sobre todo, en Jerusalén Este, donde los comercios y bazares están cerrados, al igual que las escuelas y universidades.

En Cisjordania, la tensión ha aumentado en torno al mediodía, cuando las marchas convocadas en diversas ciudades se han dirigido hacia los puestos de control militares israelíes.

En Ramala, unas tres mil personas se han reunido en la Plaza Almanara y, tras los discursos oficiales, se han encaminado hacia un puesto de control militar al norte de la ciudad gritando: "Una bandera, todos unidos, marchamos hacia Jerusalén". En el control militar, cientos de jóvenes, muchos con la cara tapada con kefiyas (el pañuelo palestino), han tirado piedras a los soldados y han quemado neumáticos.

"Hemos venido aquí porque no confiamos que nuestros líderes políticos pueden hacer nada", ha explicado a Efe Mustafá Birat, un informático de 20 años, que ha añadido: "No hemos tenido clase hoy, Jerusalén es la capital de nuestro país y hemos venido aquí porque no tenemos otro remedio."

La Media Luna Roja ha confirmado más de una decena de heridos en enfrentamientos en las ciudades palestinas de Qalqilia y Tulkarem. En esta última localidad y en la ciudad de Nablús, los manifestantes han quemado banderas estadounidenses e imágenes de Trump.

También se han registrado disturbios de baja intensidad en el este de la Ciudad Vieja de Jerusalén y en la ciudad cisjordana de Hebrón, con protestas que fueron dispersadas por fuerzas de seguridad israelíes.

Durante la noche, en Belén, los palestinos apagaron las luces navideñas en los lugares santos del cristianismo. Un árbol de Navidad colocado en la Iglesia de la Natividad de esa localidad se quedó a oscuras, al igual que otro situado cerca de la tumba del líder histórico palestino Yaser Arafat en la ciudad de Ramala.

También se han puesto en pie de guerra los palestinos de los campos de refugiados instalados desde hace décadas en la vecina Jordania. En el campo de Baqá, en las afueras de la capital jordana, Ammán, cientos de personas han protestado contra EE.UU. y han pedido al Gobierno jordano que rompa el tratado de paz que firmó en 1994 con Israel.

Protestas en otros países musulmanes

Pero las protestas por la decisión estadounidense no se limitan a Palestina o los países árabes, sino que se han extendido a otros países musulmanes, como Turquía o Irán, donde se suceden las protestas contra Washington, tanto en las calles como en los despachos gubernamentales.

Indonesia -el país con más población musulmana del mundo- y Malasia -uno de los aliados de Washington en el sudeste asiático- han sido los últimos países en sumarse a la oleada de rechazo a la decisión de Trump.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha condenado "con severidad el reconocimiento unilateral por parte de Estados Unidos de Jerusalén como la capital de Israel" y ha pedido a Washington que reconsidere una decisión que "viola varias resoluciones de las Naciones Unidas" y "puede afectar la estabilidad política del mundo".

Por su parte, el primer ministro malasio, Najib Razak, ha apuntado que la decisión de Trump puede "poner fin a todos los esfuerzos realizados para resolver la cuestión [sobre el Estado] palestino. Tendrá graves repercusiones, no sólo en la seguridad y estabilidad de la región, sino que podría encender los sentimientos y dificultar los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo".

"El reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel no es un reconocimiento de la realidad sobre el terreno, sino una expresión de apoyo a las políticas israelíes, muchas de las cuales contradicen el derecho internacional", ha zanjado el jefe de Gobierno malasio.