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Maltrato animal

Una juez dicta una orden de alejamiento para los dueños de una perra a la que presuntamente lanzaron por la ventana

  • El Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo les imputa un delito de maltrato animal
  • Investiga las circunstancias de la caída y por qué se negaron a que la operaran
  • La perra, que sigue hospitalizada, se fracturó los dos fémures en la caída
  • En un duro auto, compara este maltrato con la violencia machista y la esclavitud
  • Critica el "escaso interés" de España por el bienestar animal y apunta a los toros

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Una juez de Lugo ha retirado la guardia y custodia de una perra a sus dueños y les ha prohibido acercarse a menos de 500 metros del animal por presunto maltrato. La cachorra, de seis meses, se precipitó el pasado 1 de noviembre desde la ventana de un edificio y se rompió los dos fémures. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de esta ciudad gallega investiga si la pareja, que se negó a que el can recibiera atención hospitalaria y que ha incurrido en múltiples contradicciones en su declaración, lanzó al animal a propósito.

Entre las medidas cautelares, la magistrada ha acordado también el decomiso y la intervención de la perra, que se encuentra actualmente ingresada en el Hospital Veterinario Rof Codina, donde ha sido operada; la atribución provisional de la guardia y custodia a la Sociedad Protectora de Animales de Lugo; y la prohibición a los dueños de intentar comunicarse con estas dos instituciones y de tener otros animales temporalmente.

En un durísimo auto de 27 páginas [.pdf] contra el maltrato animal, cuyo contenido adelantó este martes El País y que este miércoles ha sido difundido por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la juez Pilar de Lara afirma que "una de las más deplorables y despiadadas caras" de la violencia extendida en la sociedad "es la que se ejerce contra los animales".

No resulta exagerado afirmar, que quien desprecia la vida hasta el punto de maltratar a un animal, también despliega su instinto agresivo contra una mujer

"No resulta exagerado afirmar, que quien desprecia la vida hasta el punto de maltratar o abandonar un animal, habitualmente, también despliega su instinto agresivo contra una mujer, los hijos, menores, ancianos, sus vecinos o contra otros ciudadanos a los que considera inferiores", añade Lara.

La juez aprovecha el auto para censurar el "escaso interés" que hay en España por el bienestar animal y describe un panorama "bastante desolador" con el maltrato y el abandono de "miles de animales" que se producen cada año. En ocasiones, añade, son sometidos a "actos de extraordinaria crueldad, mutilaciones, sacrificios innecesarios (...) o simplemente son matados, torturados, extenuados o desechados por inservibles, por una incomprensible diversión en determinados "espectáculos públicos" o "deportivos"".

La juez critica la tolerancia con los toros

La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo hace una dura crítica, de hecho, a la celebración de festejos taurinos en España. "No es que no exista una imprescindible norma estatal en materia de protección y bienestar animal, sino que, paradójicamente, bajo la defensa de valores y conceptos sagrados como los de "arte, cultura y tradición" se toleran, amparan y protegen espectáculos cruentos y festejos populares, patrocinados e incluso financiados por entes públicos, que ocasionan sufrimiento animal".

Paradójicamente, bajo la defensa de valores como el arte, la cultura y la tradición se toleran espectáculos cruentos y festejos populares

La magistrada Pilar de Lara cree que "clama al cielo" que a día de hoy siga "cosificando y mercantilizando a los animales" y se les niegue su condición de seres vivos y sintientes, "lo mismo que en su momento se negaban los derechos a los esclavos y a las mujeres".

La instructora señala también en su auto que los "logros" conseguidos en la última década en materia de bienestar animal se deben, fundamentalmente, a la normativa europea y a la "presión y lucha denodada, constante e inquebrantable de asociaciones animalistas y ecologistas" y hace un llamamiento para aprovechar la reforma de la Constitución, de la que se está hablando por la crisis Catalana, para "dotar de rango constitucional" la protección de los animales".

La juez duda de que Catalina se precipitara al vacío sola

La magistrada Pilar de Lara duda de la versión, llena de "flagrantes falsedades", que han ofrecido los investigados C.M.M. y E.M.M. sobre lo ocurrido con Catalina (como llaman a la cachorra) y constata que "existe un riesgo grave y serio para la vida e integridad de la perra" de no adoptarse las medidas cautelares para la "protección y preservación de los derechos de vida y salud" del animal. La juez sostiene que el animal sufrió una "situación de maltrato" por el presunto lanzamiento y por la negativa de sus dueños a que recibiera el tratamiento facultativo y quirúrgico preciso.

El caso, seguido desde el primer momento por el Diario el Progreso de Lugo, según recuerda la juez, tiene origen en los hechos del pasado 1 de noviembre, cuando la perra se precipitó desde una ventana de un edificio ocupado en el centro de Lugo en la calle Camiño Real desde una altura que se desconoce.

La perra fue trasladada por la policía al Hospital Veterinario Rof Codina tras la caída pero dos horas más tarde los dueños, que aseguran que no se encontraban en casa en el momento de los hechos, se presentaron en el centro para llevarse a la perra a pesar de la recomendación de los veterinarios de que debía ser operada.

"Independientemente de la causa de la precipitación", señala la juez en el auto, "el comportamiento de la familia propietaria de la perra resulta altamente sospechoso, ya no solo porque los investigados se negaron a auxiliar al animal sino porque requirieron su devolución al hospital, negando con ello el tratamiento veterinario adecuado y necesario para que la perra pudiera curarse de sus graves lesiones, lo que constituye desde luego, por sí mismo, un supuesto delictivo de maltrato animal".

"Lejos de querer proporcionar a su perra, si es que, realmente le tienen alguna clase de apego, los cuidados y atenciones veterinarias precisas, la "secuestraron" del hospital donde estaba siendo atendida", añade la magistrada.

La perra no fue ingresada hasta el 9 de noviembre después de que la Policía se personara en el domicilio para requerir la entrega del animal, que fue encontrada en el salón "acostada en el sofá y arropada por unas mantas sin recibir ninguna clase de tratamiento, prácticamente abandonada a su suerte". En estos ocho días, además de poner en riesgo su vida, apunta la instructora, le infringieron "un dolor y un sufrimiento innecesario".

La magistrada critica que la Policía no adoptara medidas el mismo día 1 de noviembre con el decomiso y la intervención cautelar del animal, "lo que hubiera permitido ganar un tiempo precioso para la salud de la perra". De haberlas adoptado, argumenta, los investigados no hubieran podido sacarla del hospital.