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La era Trump

Trump deroga una orden de Obama que limitaba el equipamiento militar a la Policía

  • Permitirá a policías locales equiparse con equipo militar sobrante
  • Podrán utilizar lanzagranadas y fusiles de gran calibre
  • Algunas instancias señalan el riesgo de militarización de la Policía

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Policías durante los disturbios registrados en Ferguson, (foto archivo, 2015)
Policías durante los disturbios registrados en Ferguson, (foto archivo, 2015)

El presidente de EE.UU. , Donald Trump, ha revocado este lunes una orden ejecutiva de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, por la que se limitaba el equipamiento militar a la Policía, una medida que tomó el exmandatario tras los episodios de violencia policial contra ciudadanos negros en 2015.

Bajo el título "Restauración del acceso a recursos y equipos de de salvamento para las fuerzas de seguridad estatales, locales y tribales", Trump ha firmado un decreto que revierte la implementada por Obama.

Según anunció horas antes el fiscal general, Jeff Sessions, en la convención nacional de la Orden Fraternal de la Policía en Nashville (Tennessee, EE.UU.), la Administración de Trump ha decidido recuperar el programa por el que se proveía a los departamentos de policía locales con equipo militar sobrante, como armas de alto calibre y lanzagranadas.

Una controvertida ley que permite llevar armas en las universidades públicas de Texas (EEUU) ha entrado este lunes en vigor durante la conmemoración del 50 aniversario de una masacre que dejó 14 muertos en el campus de la capital estatal, Austin. La norma, conocida como "campus carry", permite que aquellos que estén en posesión de un permiso de armas otorgado por el estado -una condición que excluye a los menores de 21 años- puedan llevarlas en la mayoría de instalaciones universitarias con alguna excepción.

Material de rescate, blindado

"Estoy aquí para anunciar que el presidente Trump emitirá una orden ejecutiva que hará más fácil protegerlos a ustedes y a sus comunidades", apuntó Sessions en la ceremonia.

"Va a rescindir las restricciones de la Administración anterior que limitaban la habilidad de sus agencias para obtener equipo a través de programas federales, incluyendo equipos que salvan vidas, como chalecos, cascos y equipos de primeros auxilios y rescate como lo que están usando en Texas ahora mismo", dijo el fiscal general en referencia a las labores de rescate tras el huracán Harvey.

Según detalló, algunos de estos programas han reciclado "más de 5.400 millones de dólares en equipo nuevo y usado que ya habían sido pagados por los contribuyentes" y permitieron que se usaran en la lucha contra el terrorismo, la delincuencia y el socorro en casos de desastre.

"Equipos como helicópteros y vehículos blindados también son de vital importancia para los esfuerzos de emergencia y respuesta a desastres", agregó.

Protestas en las principales ciudades de Estados Unidos contra la violencia policial en Baltimore

El riesgo de militarizar la Policía

Las organizaciones policiales nacionales han presionado a Trump para que cumpla con su promesa de poner de nuevo el equipo a disposición de los departamentos de policía locales y estatales, muchos de los cuales lo consideran necesario para asegurar que los agentes no se pongan en peligro al responder a los ataques de tiradores y terroristas.

En 1990 el Congreso autorizó al Pentágono a entregar equipos excedentes a la Policía para ayudar a combatir las drogas, que luego dieron paso a la lucha contra el terrorismo.

Grupos de todo el espectro político han expresado su preocupación por la militarización de la Policía, argumentando que fomenta e intensifica los enfrentamientos con los agentes.

Obama firmó una orden ejecutiva en 2015 que limitó severamente el programa de excedentes, en parte tras la indignación pública por el uso de equipo militar durante las protestas en Ferguson (Misuri), tras la muerte del joven negro Michael Brown, de 18 años, a manos de un agente.

En aquel episodio, la Policía respondió con material antidisturbios y desplegó gases lacrimógenos, perros y vehículos blindados, llegando incluso a apuntar con rifles de asalto contra los manifestantes.