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Seis muertos y 87 heridos tras una cadena de explosiones en el funeral de una víctima de las protestas de Kabul

  • Cuando la gente estaba rezando en el funeral ocurrieron tres explosiones
  • Los talibanes se han desvinculado del ataque
  • La víspera hubo enfrentamientos en las protestas por el sangriento atentado del miércoles

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El caos se desata en el funeral de una de las víctimas de las protestas de este viernes en Kabul tras una serie de explosiones
El caos se desata en el funeral de una de las víctimas de las protestas de este viernes en Kabul tras una serie de explosiones.

Al menos seis personas han muerto y 87 han resultado heridas en Kabul a causa de tres explosiones en cadena ocurridas durante el funeral por uno de los fallecidos en los enfrentamientos que se produjeron la víspera entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que protestaban por el sangriento atentado del miércoles.

El jefe del Gobierno afgano, Abdulá Abdulá, ha explicado en rueda de prensa que tres atacantes suicidas se han inmolado en el área de Sra-e-Shamali, en el oeste de la capital afgana, cuando se celebraba el funeral por una de las cinco víctimas mortales de las protestas del viernes, que también dejaron diez heridos.

"Cuando la gente estaba de pie para los rezos del funeral ocurrieron tres explosiones. (...) Los atacantes suicidas tomaron posiciones entre las personas que rezaban, esto muestra la gravedad del crimen del cobarde enemigo", ha detallado el dirigente, que se encontraba entre los asistentes al funeral.

Además de Abdulá, también estaban en el lugar del ataque el ministro de Exteriores, Salahuddin Rabbani, y varios parlamentarios y altos cargos, si bien ninguno de ellos ha sufrido heridas en la acción.

Los talibanes se han desvinculado del ataque y han afirmado que ha sido producto de la "enemistad entre los enemigos", en referencia a las disputas internas en el seno del Ejecutivo afgano, según un mensaje del portavoz insurgente Zabihullah Mujahid en su cuenta de Twitter.

Este es el segundo ataque de envergadura registrado en la capital afgana desde el miércoles, cuando un coche bomba causó 90 muertos y 463 heridos a la entrada de la zona de alta seguridad, en el que ha sido uno de los más brutales atentados desde la invasión estadounidense en 2001, el cual todavía no ha sido reinvindicado.